A pesar de que comer es uno de los hábitos que más repetimos a lo largo del día y el aumento de interés que hemos experimentado alrededor de la alimentación, este sigue siendo un campo donde aún nos falta mucho por comprender.
Uno de esos aspectos es de dónde vienen los alimentos que comemos y, si cerramos un poco más el ángulo, de dónde vienen y cómo son las semillas que dan lugar a los alimentos que comemos.
Alrededor de esta incógnita que comparten millones de personas que viven en las ciudades, el equipo Semillas Poderosas persiguió durante el Laboratorio Iberoamericano de Innovación Ciudadana de Rosario, (Argentina), luchó por mejorar las semillas que usaban los agricultores y agricultoras de la zona.
“Se trata de una tecnología de peletización de semillas, un proceso para hacer un recubrimiento con materiales orgánicos o ecológicos que permitan prologar la vida de las semillas y mejorar la eficiencia de germinación y de establecimiento de plantas para los huerteros”, cuenta Lucía, integrante del proyecto.