Agenda Medioambiental Iberoamericana: para una recuperación en sintonía con la naturaleza

La recuperación post-COVID ofrece la posibilidad de repensar un desarrollo económico que no solo sea sostenible, sino que permita restaurar el capital natural perdido. Iberoamérica tiene la oportunidad para sentar las bases para un futuro más verde

Agenda Medioambiental Iberoamericana: para una recuperación en sintonía con la naturaleza

No podemos estar saludables en un planeta enfermo, ni puede llamarse desarrollo a un crecimiento excluyente y desconectado del medioambiente, que compromete el bienestar de futuras generaciones. Estas son importantes lecciones que deja la pandemia y que pueden marcar también el camino hacia la recuperación.

La pandemia de la COVID-19 nos ha mostrado la estrecha relación entre salud global y medioambiente. La buena salud de los ecosistemas es clave para el bienestar económico y la calidad de vida de las personas.

Sin embargo, después de décadas de llevar la naturaleza al límite, hoy enfrentamos tres emergencias medioambientales impostergables: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Son tres crisis a las que nuestra región está especialmente expuesta.

Iberoamérica es la región del mundo con mayor pérdida de biodiversidad debido fundamentalmente al cambio de uso del suelo y a las actividades agrícolas. Y es también una región especialmente expuesta al cambio climático, cuyos principales afectados son países y grupos de población en situación de mayor desventaja.

Para evitar que alcancemos puntos de no retorno, hoy no solo hace falta preservar el capital natural actual, sino que además debemos ser capaces de restaurar los ecosistemas dañados.

La recuperación post-COVID ofrece la posibilidad de repensar un desarrollo que ‘haga las paces con la naturaleza’ y sea capaz de recuperar el capital natural perdido.

Es necesario avanzar hacia una economía innovadora y más verde, que produzca bienestar económico e inclusión social.

Un desafío de tal dimensión requiere de un trabajo “en red” entre gobiernos, sociedad civil, empresas, universidades, así como poner el acento en sectores económicos que “siembran” desarrollo sostenible y generan nuevos empleos.  Este desafío también conlleva oportunidades de realizar una transición ecológica más justa e inclusiva a través de un diálogo social.

Sectores clave para un desarrollo regenerativo

Sectores de oportunidad para impulsar un desarrollo regenerativo. Fuente: II Informe del Observatorio de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible.

El II Informe “Innovación para el Desarrollo Sostenible en Iberoamérica del Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, presentado durante la XXVII Cumbre Iberoamericana identifica tres sectores clave para la transformación de nuestras economías por su potencial de reducción de emisiones, recuperación de biodiversidad, bienestar económico y empleo.

  • Regeneración de ecosistemas naturales: Actividades e inversiones tendientes a restaurar los ecosistemas terrestres y marítimos degradados, así como las llamadas Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN).
  • Sistemas alimentarios y gastronomía sostenible: Nuevos modelos agrícolas, cambio en el uso de recursos hídricos y de la tierra, reducción del desperdicio de alimentos. El  47% de las emisiones en Iberoamérica se deben a la agricultura y el cambio de uso del suelo, que son determinantes también en la pérdida de biodiversidad y la contaminación por fertilizantes químicos.
  • Economía circular: Modelos de producción y consumo que impliquen reutilizar, renovar, reciclar y transformar materiales y productos existentes para extender la vida útil de los bienes y reducir la producción de residuos.

La economía circular podría generar 4,8 millones de empleos en Iberoamérica para el 2030, según cálculos de la OIT.

El turismo regenerativo, la gastronomía sostenible, las energías renovables y la movilidad sostenible también son actividades económicas con potencial de generar oportunidades para el bienestar económico y la generación de empleo de calidad. Son sectores en los que nuestra región tiene importantes ventajas comparativas por su biodiversidad, por las fuentes de energía renovables presentes en nuestros países y por su disponibilidad de materias primas clave.

Voluntad política, una ventana de oportunidad

La XXVII Cumbre Iberoamericana marcó un punto de inflexión para relanzar el tema medioambiental al más alto nivel político en la región. En una cita presidencial marcada por la pandemia, se impulsó la Agenda Medioambiental Iberoamericana, con acciones comunes para enfrentar la triple emergencia medioambiental.

Foto oficial de la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno

Los países iberoamericanos alcanzaron un consenso sobre la necesidad de integrar la dimensión medioambiental a la recuperación económica post pandemia, tal y como se expresa en la Declaración de la XXVII Cumbre Iberoamericana, en cuyas reuniones preparatorias se recuperó la temática medioambiental ausente durante los últimos 11 años.

“La recuperación económica de la crisis generada de la COVID-19 debe integrar la dimensión medioambiental sin que el impacto de la pandemia frene la capacidad de los Gobiernos y de los demás actores relevantes, incluyendo el sector privado, para asignar recursos a la promoción de un desarrollo sostenible inclusivo y catalizador de inversiones, especialmente en infraestructura sostenible y tecnologías limpias e innovadoras”.

Redes, alianzas y sinergias

La puesta en marcha de la Agenda Medioambiental Iberoamericana, cuyo plan de acción se afina durante la “Semana Medioambiental Iberoamericana” afianza el trabajo conjunto y las sinergias entre actores y redes que previamente estaban trabajando en el Espacio Iberoamericano.

La Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC), la Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (CODIA) y la Conferencia de Directores de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Iberoamericanos (CIMHET), así como el Observatorio Iberoamericano de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, creado en 2018 en La Rábida han sumado esfuerzos en los últimos meses para la definición de esta estrategia medioambiental.

Iberoamérica se encuentra ante una oportunidad única para aumentar la ambición en la protección del medioambiente, tras el compromiso político alcanzado en la pasada Cumbre Iberoamericana y la prioridad que otorga la Secretaría Pro-Témpore de República Dominicana al tema medioambiental.

Asimismo, después del demoledor informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), se celebrará la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático COP-26 en noviembre, en la que se esperan compromisos más firmes para atajar la crisis climática.  El contexto es favorable para la implementación de una agenda medioambiental común que ayude a construir un futuro más verde en Iberoamérica.