“Cambiar con sabiduría” para un nuevo tiempo

Los pueblos indígenas proponen un desarrollo con identidad y pertinencia cultural para construir un nuevo tiempo. Iberoamérica es un espacio propicio para un diálogo constructivo entre Gobiernos y pueblos indígenas para convertir sus derechos en hechos.

“Cambiar con sabiduría” para un nuevo tiempo

No hemos sobrevivido para lamentarnos, sino para devolver esperanzas”. Citando al vicepresidente de Bolivia David Choquehuanca, la dirigente miskita nicaragüense Myrna Cunningham se dirigía con estas palabras a un grupo de alumnos que se especializan en derechos de los pueblos indígenas y cooperación.

Les explicaba las propuestas que hoy ponen sobre la mesa los pueblos indígenas para construir un mejor tiempo tras el duro golpe de la pandemia que empeoró unas condiciones de vida que ya antes de la crisis eran sumamente difíciles.

A pesar del reconocimiento jurídico de sus derechos, la realidad de pobreza, exclusión, discriminación e invisibilidad en la que viven cerca de 58,2 millones de personas indígenas de más de 800 pueblos enfrenta al desafío de “convertir los derechos en hechos y las declaraciones en acciones” en toda Abya Yala, nombre del continente americano que en lengua Kuna significa “tierra viva y en florecimiento”.

En momentos en que los países iberoamericanos ponen en marcha sus planes de recuperación post COVID, los pueblos indígenas no quieren volver a la anterior normalidad y proponen un nuevo modelo de desarrollo con identidad y relaciones de cooperación que trasciendan la lógica donante-receptor para hacer realidad ese “florecimiento” que promete el nombre Abya Yala.

“Cambiar con sabiduría” y con pertinencia cultural. Esta es la propuesta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), que es uno de los resultados más emblemáticos de las Cumbres Iberoamericanas y que este 24 de julio cumple 30 años defendiendo los derechos de los pueblos indígenas.

En un artículo publicado en esta nueva edición del Portal Somos Iberoamérica, Gabriel Muyuy, secretario técnico del FILAC asegura que “volvemos a la ciudad de Madrid (donde se aprobó la creación del organismo) para impulsar políticas y estrategias de cooperación, en un momento complejo para los derechos de nuestros pueblos”.

Un plan para cumplir los derechos

El Plan de Acción para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas fue aprobado en 2018. ©Foto: FILAC

Precisamente esta semana, pueblos indígenas y gobiernos de Iberoamérica se reúnen en la capital española para evaluar los avances del Plan de Acción de Iberoamérica para la Implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobado durante la XVI Cumbre Iberoamericana.

Esta planificación regional a diez años marca un hito en la historia de las Cumbres Iberoamericanas y del propio FILAC, al ser la primera vez que Gobiernos y pueblos indígenas acuerdan una hoja de ruta regional con objetivos definidos para cumplir los derechos de los pueblos originarios.

Los pueblos indígenas proponen un modelo de desarrollo con identidad cultural que permita “cambiar con sabiduría” para caminar hacia un nuevo tiempo en América Latina.

Para el SG Iberoamericano, Andrés Allamand, el Plan de Acción consolida a la Conferencia Iberoamericana como espacio de diálogo constructivo entre representantes indígenas, gobiernos, agencias de cooperación, organismos multilaterales y actores sociales para avanzar políticas y acciones que mejoren la situación real de los pueblos indígenas.

Dado este documento es de carácter regional, el desafío de los próximos años es trasladar estos objetivos y acciones a las estrategias nacionales de desarrollo e implementación de la Agenda 2030, con recursos presupuestarios que respalden su cumplimiento antes de 2028.

Lenguas indígenas y saberes ancestrales

Uno de los resultados concretos del Plan de Acción es la puesta en marcha en febrero de 2022 del Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) que hoy forma parte del sistema de cooperación iberoamericana. Hasta el momento, diez países participan en el IIALI: Bolivia, donde se encuentra la secretaría técnica, Colombia, Guatemala, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.

En América Latina, un tercio de las 550 lenguas originarias están en peligro de desaparecer debido a la falta de uso diario y la carencia de educación intercultural bilingüe. El 20% de las lenguas indígenas en peligro están presentes en varios países iberoamericanos, por lo que su revitalización requiere acciones y políticas coordinadas entre los diferentes Estados.

La cooperación entre gobiernos, pueblos indígenas, comunidades lingüísticas e instituciones académicas es precisamente una de las contribuciones clave del IIALI para rescatar y revitalizar las lenguas indígenas y con ellas todo el valioso patrimonio cultural y conocimientos ancestrales que estas conllevan.

La recuperación de las lenguas y los conocimientos indígenas tiene relación directa con la idea de “cambiar con sabiduría” para un desarrollo con identidad que proponen los movimientos indígenas, ya que esos conocimientos y saberes pueden contribuir a enfrentar desafíos globales y apoyar el cumplimiento de la Agenda 2030.

Educación para la Equidad

A lo largo de las últimas décadas, los pueblos indígenas han apostado por la formación de capacidades y liderazgos de sus comunidades, movimientos, organizaciones y dirigentes para que sus prioridades y visión sean tomadas en cuenta en las políticas públicas nacionales e internacionales.

Esta es la misión del Programa de Educación para la Equidad, donde se enmarcan la Universidad Indígena Intercultural (UII), una red colaborativa de universidades presentes en diferentes países que se ha convertido en un semillero de líderes que impulsan los derechos de los pueblos indígenas en cada uno de sus países y en diferentes espacios de decisión.

La mayoría de quienes llevan la voz de los pueblos indígenas a los espacios de toma de decisiones han se han formado en esta universidad o han participado en ella compartiendo experiencias y trayectorias que inspiran a cambiar el mundo.

La imparable lucha de las mujeres indígenas

Otilia Lux, dirigente maya guatemalteca y referente en derechos humanos ©Foto (FIMI)

Grandes mujeres como Rigoberta Menchú, Bartolina Sisa, Myrna Cunningham, Leonilda Zurita y muchas otras han hecho importantes contribuciones a la paz, la reconciliación o la defensa de la naturaleza y los derechos humanos en América Latina. Sus voces han llegado lejos porque sus vidas han sido un testimonio.

Es el caso de la lideresa maya k’ché Otilia Lux de Cotí, una de las referentes más importantes de América Latina en la lucha por la igualdad de las mujeres indígenas y una de las protagonistas en la construcción de la paz en su natal Guatemala. En entrevista con el Portal Somos Iberoamérica, Otilia Lux relata cómo la discriminación y el racismo que sufrió en su juventud inspiraron una lucha que aún sigue dando frutos en favor de los derechos de las mujeres indígenas.

Otilia Lux comparte su testimonio de vida y lucha por los derechos de las mujeres indígenas y envía un mensaje a la juventud indígena: “fortalezcan su liderazgo en defensa de sus derechos individuales y colectivos”.

Pese a las inspiradoras trayectorias de mujeres indígenas que FILAC recuperó en el libro “Historias de Mujeres de Paz, la realidad es que “las mujeres indígenas en América Latina trabajan a contracorriente y enfrentan condiciones estructurales adversas que se han agudizado con la crisis de la pandemia”, advierten desde FILAC.

Por eso, uno de los objetivos del Plan de Acción de Iberoamérica es visibilizar y fortalecer la participación de las mujeres indígenas en las políticas públicas, con especial énfasis en la prevención de las diferentes formas de violencia.

Cambiar el rumbo para salvar el mundo

La propuesta de “cambiar con sabiduría” para un desarrollo con identidad cultural va directamente vinculada al concepto del “Buen Vivir-Vivir Bien”, que para las culturas indígenas supone el equilibrio con la Madre Tierra.

Los pueblos indígenas no solo están luchando para que sus derechos tantas veces postergados se cumplan, sino que también piden que sus conocimientos y saberes sean tomados en cuenta para impulsar modelos de desarrollo que permitan reconducir el rumbo y detener la destrucción del planeta.

En este sentido, el presidente del Foro Permanente sobre cuestiones indígenas de la ONU, Dario Mejía, es muy claro al afirmar en su artículo “Pueblos Indígenas, agentes de cambio frente al calentamiento global”, que la preservación de la biodiversidad y el desafío de la crisis climática no se pueden abordar sin el respeto a los derechos territoriales y de libre determinación de los pueblos indígenas, porque “han probado su efectividad en el cuidado y la conservación de la vida”.

Un ejemplo del ejercicio de este derecho de autodeterminación lo vemos en la reciente creación del territorio indígena originario de Jatun Ayllu Yura, en el Departamento de Potosí, Bolivia, cuyo proceso de creación marca un hito histórico sin precedentes en el derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas, tal y como explica  el viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia y también presidente del FILAC, Freddy Mamani en su artículo publicado en esta edición.

Por su parte, el Relator Especial de la ONU sobre los Derechos Indígenas, Francisco Calí recuerda que “la humanidad debe a los pueblos indígenas la preservación del 80% de la biodiversidad del planeta”.

En su artículo por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el próximo 9 de agosto, Calí se pregunta ¿cuáles son los motivos para celebrar? El Relator de la ONU hace suya la voz de cerca de 60 millones de personas indígenas que aspiran a que su Día Internacional sea una fecha en la que “podamos celebrar verdaderos avances” y no sea necesario denunciar año tras año el incumplimiento de derechos.»

Romper la discriminación es indispensable si hemos de construir, como señala el lema de la próxima Cumbre Iberoamericana a celebrarse en marzo de 2023, una «Iberoamérica justa y sostenible», concluye el SG Iberoamericano, Andrés Allamand.