Bolivianas contra la violencia machista

María Antonia Mamani acudió por primera vez al Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza cuando quiso denunciar a su pareja por maltrato. La derivaron allí desde la oficina de la Defensoría del Pueblo de El Alto, un suburbio de La Paz que, creciendo de manera caótica y acelerada, se ha convertido en la segunda ciudad más grande de Bolivia. Tres años después, Mamani acude dos veces por semana a un centro de salud de la ciudad para informar a las mujeres en las salas de espera de cómo detectar situaciones de violencia machista y luchar contra ellas.

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