Algo esencial, pero nada fácil

La comunidad internacional ha reconocido que el acceso al saneamiento básico es un elemento indispensable para conseguir la erradicación de la pobreza y mejorar los índices de desarrollo humano. Lograrlo es más complejo de lo que parece. La realidad es que, si bien se han hecho esfuerzos en todo el mundo para reducir a la mitad las personas que en el año 1990 no tenían acceso a una instalación de saneamiento mejorado, la meta de saneamiento fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se ha alcanzado por casi 700 millones de personas. En la actualidad, 2.400 millones de personas siguen sin poder cubrir sus necesidades más básicas de saneamiento de una forma digna. De ellas, 946 millones carecen de cualquier tipo de instalación y no tiene otra alternativa que defecar a diario al aire libre.

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