Las personas con síndrome de Down son un ejemplo de superación para la sociedad, personas que para conseguir su independencia social y económica suelen desarrollar infinitud de trabajos pero que en su mayoría son artesanales, pero ¿podría ser la realidad virtual una salida laboral para ellos y ellas?
El proyecto Realidad Virtual del Laboratorio Iberoamericano de Innovación Ciudadana de Rosario (Argentina) desarrolló su trabajo entorno a esta tesis y comprobó fehacientemente que estas personas, además de sentir un especial interés por esa rama de la tecnología, podrían valerse de ella para conseguir un empleo en el futuro.
En ese contexto, la profesora Daniela Leiva analiza que estas personas encuentran “menos oportunidades de inclusión en los espacios sociales y laborales” por lo que la realidad virtual podría valer para “favorecer el aprendizaje de un oficio para que puedan integrarse posteriormente”.
“Teníamos miedo porque la realidad virtual es algo novedoso y puede ser un poco abrumador, no sabíamos cómo podría ser recibido por esas personas con síndrome de Down”, cuenta el ingeniero e integrante del proyecto Michael Sandoval.
Un miedo que tardó poco en disiparse, según cuenta Gregorio D’Angelo: “lo más lindo fue ver la sensación de alegría y de triunfo que tenían cuando podían cumplir los objetivos que les proponía la experiencia”.