Porque el turismo puede y debe crecer afianzado en el trabajo decente, el consumo responsable y el respeto al medio ambiente.
En los últimos años, Sudamérica y Centroamérica se han consolidado como destinos turísticos internacionales y han experimentado un incremento exponencial del turismo.
Esto ha sido posible gracias a la apuesta del sector público que ha creado la Red de Parques Nacionales y las reservas biológicas naturales, a través del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). Pero también por el trabajo del sector privado en coordinación con el Gobierno costarricense así como con las principales cámaras de comercio y asociaciones punteras en el sector.
Un ejemplo pionero de esta colaboración a escala internacional es el proyecto de cooperación triangular con Alemania y Túnez, denominado “Consolidación y Fomento del Turismo Sostenible”.
La iniciativa comenzó en 2015 y en ella Costa Rica actúa como primer oferente, a través de actividades de intercambio, capacitación y visitas para que se conozca sobre el terreno su gestión turística.
Entre las buenas prácticas intercambiadas se cuenta la gestión de un hotel en Punta Islita y su
programa de sostenibilidad, ligado a la protección medioambiental, así como al desarrollo de proyectos comunitarios en las poblaciones cercanas.
Su programa de responsabilidad social ha obtenido prestigiosos reconocimientos de excelencia en el ámbito nacional e internacional y ha sido estudiado por universidades como INCAE Business School, Cornell University y Stanford.
Entre sus mayores logros hay que destacar la declaración del pueblo de Islita como museo de arte contemporáneo al aire libre y el desarrollo macroeconómico y ambiental de la zona. Su última iniciativa, de 2016, es la apertura del centro educativo Islita para los niños del distrito de Bejuco.
Una muestra rentable y sobre todo sostenible del desarrollo vinculado a los ODS.
*Extracto de historias publicadas en el Libro de SEGIB “Una Década de Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica”