Iberoamérica cuenta con una plataforma de 24 redes registradas ante la Conferencia Iberoamericana, especializadas en diversas áreas temáticas de la cooperación y con presencia en los 22 países de la región.
Mucho antes de que la Conferencia Iberoamericana se institucionalizara formalmente, los espacios de trabajo especializado constituidos en formato red ya estaban organizados y en pleno funcionamiento con la finalidad de compartir experiencias, buenas prácticas, información y conocimiento en ambos lados del Atlántico. Iberoamérica es un espacio construido por la gente; por ello, los valores compartidos dentro de los 22 países, su cultura, los idiomas inteligibles, el espíritu de consenso y el impulso de mecanismos de trabajo horizontales, permitieron con asombrosa facilidad la conformación y multiplicación de este tipo de modelos asociativos, hasta el punto de que si usted ingresa en el buscador de Google el binomio “Redes Iberoamericanas” puede llegar a obtener más de 27 millones de resultados.
Ante este escenario, el andamiaje institucional de la Conferencia Iberoamericana necesitaba idear un mecanismo que permitiese, ya no solo incorporar y vincular a este tipo de actores con las diferentes instancias de diálogo político iberoamericano con el fin de reconocer sus aportaciones y trabajo, sino que, además, era necesario aprovechar su grado de especialización y operatividad en el terreno para nutrir y fortalecer la cooperación iberoamericana. Como resultado, la XVIII Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno (2008), a través del Consenso de San Salvador, reguló la participación de estos espacios de trabajo colaborativo constituidos formalmente en el marco de la Conferencia Iberoamericana, con el objetivo de fortalecer su visibilidad, potenciar su funcionamiento y favorecer su vinculación con el espacio institucional, mediante la creación del Registro de Redes Iberoamericanas coordinado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
Un impulso hacia adelante
A lo largo de los últimos años, desde la SEGIB hemos identificado el potencial de las redes para fomentar la generación de nuevos conocimientos, el intercambio de experiencias, el diseño de cursos especializados de formación o capacitación para recursos humanos y la implementación de iniciativas regionales orientadas a establecer marcos normativos o lineamientos comunes en ámbitos concretos. Hoy en día, Iberoamérica dispone de una plataforma de redes para la cooperación con 24 redes registradas ante la Conferencia Iberoamericana, dedicadas a diversas temáticas como el medio ambiente, la salud, la justicia, la igualdad de género, el deporte, la protección de datos o el trabajo. Pero no nos queremos quedar ahí, queremos dar un nuevo impulso hacia adelante que fortalezca sus actividades y proyectos y también anime a otras redes con dimensión iberoamericana a sumarse a esta plataforma.
Con el fin de fortalecer y potenciar a nuestras redes inscritas y su valor agregado como modelos asociativos incubadores y gestores de la cooperación iberoamericana capaces de generar sinergias y colaboraciones efectivas entre pares, hemos puesto en marcha, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la iniciativa: Trabajar en Red es Afianzar Iberoamérica. Se trata de una Convocatoria destinada solo para las Redes inscritas en el Registro en donde las redes pueden presentar aquellos proyectos que necesiten un impulso financiero para poder llevarse a cabo. Luego de dos ediciones de esta Convocatoria realizadas, una en 2023, y la segunda en 2024, hemos impulsado el desarrollo de 11 proyectos presentados por 9 redes iberoamericanas a través de un monto total de 140.000 euros repartidos entre los proyectos seleccionados. Los montos comprendían una línea de financiamiento de 6.400 euros para iniciativas orientadas a la formación y/o capacitación de recursos humanos, y otras dos de 11.200 y 12.400 euros, para el desarrollo de productos concretos sobre generación de conocimiento.
Un espacio más allá de las fronteras
El esfuerzo que hemos realizado desde la SEGIB ha reconvertido al Registro de Redes Iberoamericanas de un espacio estático de registro, visibilización y vinculación de las redes iberoamericanas con el espacio institucional, a una plataforma dinámica de actores que provee a la cooperación iberoamericana de un instrumento más para la identificación de sinergias y el desarrollo de proyectos con resultados concretos en beneficio de la ciudadanía. En este recorrido también buscamos consolidar la articulación de un espacio que además de difuminar las fronteras nacionales, trascienda también las fronteras gubernamentales e invite a la sociedad civil a establecer vínculos institucionales horizontales, similares a «talleres de trabajo común» que propicien el diálogo, mejoren la toma de decisiones y fomenten el trabajo colaborativo en todos los niveles y sectores.
En este camino, es necesario forjar nuevas alianzas y atraer a nuevos actores a este espacio. Por ello, trabajamos también en la identificación de redes con el potencial de ser inscritas en el Registro y les apoyamos en todo lo relativo a su proceso de inscripción. En puerta de registro, tenemos a redes vinculadas con temáticas de economía social y solidaria, turismo, protección del medio ambiente, salud y trabajo. Queremos incrementar, cuantitativamente el número de nuestras redes inscritas, pero también mejorar cualitativamente el abordaje de temáticas estratégicas para nuestra cooperación.
Un homenaje a su trabajo
De primera mano conocemos el esfuerzo que realizan funcionarias y funcionarios de diversos ámbitos para articular las actividades y trabajo de las redes; también reconocemos la vocación de los actores no gubernamentales en la formulación de propuestas y proyectos regionales que buscan mejorar la calidad de vida de nuestra gente. Sabemos muy bien que el funcionamiento de las redes se impulsa por el compromiso de muchas personas que, por amor al arte, cumplen funciones adicionales a sus responsabilidades cotidianas para organizar actividades, ordenar y liderar líneas de trabajo comunes y desarrollar proyectos que en muchas ocasiones no se materializan, pero que, a pesar de esto, no cesan en su empeño. A todas estas personas, que con su compromiso diario mejoran la articulación de estos modelos asociativos y el trabajo en red en sí mismo, les queremos decir que desde la SEGIB redoblaremos nuestros esfuerzos por mejorar y fortalecer su funcionamiento, porque si algo sabemos muy bien es que las redes son un patrimonio de la cooperación iberoamericana.
A lo largo del siguiente especial de Somos Iberoamérica dedicado a las Redes Iberoamericanas, queremos rendir un homenaje a nuestras redes inscritas; dar a conocer sus principales actividades, objetivos y desafíos; visibilizar el trabajo de las redes vinculadas al sector salud; y señalar la importante tarea en cuanto a la protección de derechos llevado a cabo por las redes orientadas al sector justicia iberoamericano. Contaremos con entrevistas para conocer a fondo el funcionamiento de la Red Iberoamericana de Mujeres Mediadoras y la Red Iberoamericana de Protección de Datos y por último contaremos con testimonios que desvelan los rostros de la cooperación y los beneficios tangibles del trabajo en red.
Finalmente, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas e instituciones que hacen posible este valioso trabajo en red. Su dedicación y compromiso son el motor que impulsa el desarrollo y fortalecimiento de nuestra región. Seguiremos apoyando y promoviendo sus iniciativas, conscientes de que el futuro de la cooperación iberoamericana depende de la colaboración y solidaridad de todos. Gracias por su incansable esfuerzo y por contribuir a construir una Iberoamérica más más unida y próspera.
