Red Iberoamericana de ONG que trabajan con Drogas y Adicciones

Somos una Red de entidades que trabajamos por la reducción de la demanda de las Drogas y Adicciones en Iberoamérica. Nos constituimos en el año de 1998 en la celebración del I Seminario Iberoamericano sobre Cooperación en materia de drogas, organizado por la delegación de gobierno de España para el Plan Nacional Sobre Drogas (DGPNSD) en Cartagena de Indias, Colombia. El seminario fue apoyado económicamente por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Entre 1998 y 1999, un equipo de trabajo de varios países iberoamericanos (Argentina, Colombia, España y México) lideró, con el apoyo de DGPNSD, el proceso de diseño de la red. Y en mayo de 1999, en el II Seminario en Materia de Cooperación para ONGs iberoamericanas Especializadas en Drogodependencia, se constituyó la RIOD, se aprobaron sus estatutos y se eligió su primera junta directiva.

Desde el principio nos enfocamos en brindar respuestas a necesidades hasta el momento no cubiertas, promoviendo el encuentro y fomentando el debate sobre las políticas públicas de drogas y la complementariedad entre las administraciones y las entidades sociales.

Recientemente, hemos cumplido 25 años de trayectoria y en todo este tiempo hemos trabajado en línea con nuestros objetivos lo que nos ha permitido contribuir a:

  • La generación de conocimiento
  • Intercambio de experiencias
  • Fomento de la incidencia política a nivel nacional, regional e internacional
  • Impulsar proyectos de abordaje sobre drogas y otras adicciones,
  • Investigaciones y estudios,
  • Desarrollo de actividades e iniciativas de cooperación.
  • Establecimiento de un mecanismo de colaboración entre iguales que nos ha permitido fortalecernos como red y como entidades individuales.

Actualmente, compartimos una posición común en temas y enfoques relevantes: enfoque de derechos humanos, enfoque de género y el enfoque interseccional; que nos permiten considerar los distintos ejes de exclusión social y partir de un análisis situado para generar una respuesta particularizada para cada caso. De igual manera luchamos contra el estigma, la reducción de daños, prevención, justicia y aplicamos el enfoque comunitario, a partir de nuestros seminarios y encuentros, de la publicación de las Guías RIOD, y de formaciones y capacitaciones.

El enfoque de salud pública, también hace parte de nuestro marco de trabajo, atendiendo a los determinantes sociales como imprescindibles. Tras mucha reflexión sobre modelos de atención, hemos conceptualizado el modelo Triple I, basado en la atención integral, integradora e integrada para las personas que usan drogas. Y para llevarlo a cabo requerimos contar con una red de atención específica y especializada, en coordinación y complementariedad con actores sociales e institucionales.

Ser parte de estas redes de servicios organizados, nos permite fortalecer nuestra capacidad de contribuir a consolidar o crear redes en los lugares en los que no existen.

Hasta el momento hemos celebrado 11 ediciones de identificación de proyectos con orientación a buenas prácticas, recogiendo más de 140 experiencias que se están implementando en la región y que tienen posibilidad de ser replicadas, adaptadas y enriquecidas.

Todo esto supone para RIOD un cúmulo de aprendizajes y acciones inspiradoras, del que se han beneficiado de forma directa, aproximadamente 3510 personas contratadas por la Red: es decir, 2082 hombres y 1428 mujeres. Y, como parte del equipo de voluntariado se han beneficiado 2947 personas conformado por 1728 mujeres y 1219 hombres.

Indirectamente, estos aprendizajes nos ayudan a ofrecerle a la sociedad iberoamericana un modelo de atención a las personas usuarias de drogas. Y, a la vez, nos permite repensar nuestras propias intervenciones y revisar la aplicabilidad de este modelo y las lecciones compartidas. En total, se han beneficiado a más de 805.890 personas usuarias: 459.000 hombres; 426.600 mujeres y 890 personas no binarias.

No obstante, los retos son múltiples. Los percibimos y constatamos trabajando sobre el terreno y apoyándonos en los datos a nivel macro que aportan documentos publicados anualmente, como el Informe Mundial sobre Drogas (UNODC) o el Informe Europeo sobre Drogas (EMCDDA, a partir del 4 de julio de 2024, EUDA), que nos alertan que las prevalencias de consumo aumentan de forma relativamente estable en las Américas mientras que en Europa algunos consumos están estancados, aunque otros, como el de nuevas sustancias psicoactivas, aumentan.

También es un gran reto, el ritmo acelerado y cambiante de los mercados, que se adaptan muy rápidamente a la necesidad de los consumidores y que terminan universalizando patrones de consumo. Y a esto se le suman la incertidumbre provocada por la crisis de opioides en los Estados Unidos, la más que probable expansión de sustancias como el fentanilo en otros países Y el tratamiento mediático de las drogas y adicciones, que refuerza miradas estigmatizantes.

A lo que se suma, un contexto donde la situación económica, política y de incremento de múltiples formas de violencia muchas veces suponen una disminución en los fondos públicos destinados a la reducción de la demanda de drogas, mermando así las capacidades de una sociedad civil muy castigada desde la pandemia del COVID-19 e incrementando las tensiones y problemáticas asociadas al consumo en las personas que usan drogas y en sus comunidades.

Por todo ello, apostamos por fortalecer nuestra cooperación y nuestra incidencia política a todos los niveles. Lo hemos puesto en marcha con los Informes de Perfiles y Contextos del Observatorio RIOD (2022) y seguiremos trabajando y fortaleciéndonos en esta línea. Debemos de poner en valor el fortalecimiento del trabajo colaborativo en espacios de toma de decisión internacional y también poner de manifiesto nuestra alineación con los ODS y la Agenda 2030.

Preparándonos para afrontar estos desafíos que un panorama incierto nos augura, recientemente hemos renovado nuestra Estrategia 2023-2028 a partir de un proceso de co-creación con todas las entidades de la Red y sus profesionales. El resultado supone, por tanto, un compromiso de todas nosotras para avanzar con firmeza y juntas hacia el cumplimiento de nuestra misión.

Entre las líneas estratégicas, destaca la segunda: “Aprendizaje, gestión del conocimiento y desarrollo”, que nos emplaza a buscar otras formas de aprender y generar conocimiento, dotando a Red de lo necesario para que las personas de las organizaciones estén conectadas y puedan conectar cuando lo deseen; impulsar la formación continua y a mejorar la accesibilidad al conocimiento generado, entre otros retos.

La tercera línea estratégica, dirigida a “Incidencia, posicionamientos y relaciones” nos compromete a impulsar la incidencia desde las bases, fortaleciendo las alianzas establecidas en todos los niveles a través de la comunicación permanente con los gobiernos y otros actores relevantes, además de explorar nuevas relaciones que nos permitan continuar avanzando y poniendo el foco en nuestro valor añadido a la red.

Para asumir estos retos, necesitamos fortalecernos y crecer para ser más representativos y amplificar el impacto y alcance de nuestro trabajo y por lo que es importante continuar un proceso dinámico de reflexión e intercambio a nivel de los 4 Nodos Geográficos que integran nuestra red (Andino; Centroamérica, México y Caribe; España y Sur) y de las 10 comisiones temáticas de trabajo; y fomentando también una mayor comunicación entre organizaciones más allá de estos espacios.

Para ello, nuestras acciones más inmediatas pasan por continuar fortaleciendo la presencia de la sociedad civil en espacios internacionales e incidiendo por una mayor participación en el diseño e implementación de planes y políticas de drogas; continuar desarrollando debates y estrategias de alineación con la Agenda 2030; continuar aprendiendo sobre determinantes sociales de la salud con una mirada interseccional y desarrollar un estudio sobre la perspectiva de género en los dispositivos de reducción de daños; entre otros proyectos que dinamicen y fortalezcan nuestros procesos.

En conclusión, desde RIOD tenemos el convencimiento de que la cooperación en el ámbito iberoamericano y el trabajo en Red, son esenciales para abordar los desafíos multifacéticos que enfrentamos en el ámbito de las drogas y las adicciones en Iberoamérica. A través de la colaboración entre nuestras organizaciones y con otros actores sociales e institucionales, podemos fortalecernos y contribuir a la creación de soluciones integrales y sostenibles.

Es fundamental que continuemos trabajando juntas, que nos conozcamos las unas a las otras y nos aliemos promoviendo una participación activa en el desarrollo de una Iberoamérica más próspera, igualitaria y comprometida con el bienestar de todas sus comunidades. Sigamos construyendo un futuro mejor, donde la salud pública y la justicia social sean pilares fundamentales en nuestras políticas y acciones.

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