Salvaguardar a las pequeñas y medianas empresas ante los efectos de la crisis económica requiere soluciones urgentes y un plan a largo plazo, con más cooperación y financiamiento.
En América Latina, las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) padecieron de manera más cruel las medidas de confinamiento adoptadas para hacer frente a la pandemia del COVID-19.
Nuestros gobiernos están enfrentando simultáneamente varios retos en un escenario histórico inédito, con menor interdependencia productiva y comercial en un contexto de multilateralismo débil, con caída de remesas y aumento del desempleo.
Hay que sumarle que se trata de una región con poco espacio para aumentar su gasto fiscal por el mayor endeudamiento y sus limitados ingresos fiscales.
Todo esto implica un problema grave para el presente y para el futuro: las empresas que están naciendo y las que estaban creciendo lo hacen en un contexto muy hostil.
Nuestros gobiernos están enfrentando simultáneamente varios retos en un escenario histórico inédito
Medidas urgentes y estrategias a largo plazo
Los gobiernos están implementando políticas activas de acompañamiento de las PYMES, tales como acceso al crédito para pagar sueldos, financiamiento para capital de trabajo, asistencia técnica, fortalecimiento de capacidades, apoyo a las exportaciones y medidas de protección del empleo.
Desde la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) realizamos un relevamiento periódico de todas estas iniciativas para compartir información entre los países.
Con las luces puestas en la urgencia, estas medidas también hacen frente a la necesidad de potenciar la integración productiva en cadenas y conglomerados, y de fomentar la innovación como pilares para pensar una estrategia de desarrollo a largo plazo.
Las estrategias de innovación abierta adquieren cada vez más vigencia ante el aumento de la deslocalización de empresas y la dificultad de insertarse en las cadenas globales.
La posibilidad de incubar nuevos proveedores y posicionar PYMES dinámicas en los nodos globales de producción obliga a fortalecer las alianzas entre las grandes empresas y los ecosistemas locales para identificar oportunidades en las cadenas productivas.
Por ello, SEGIB viene impulsando una agenda de trabajo entre los gobiernos y las empresas para potenciar aún más estas alianzas.
Políticas de transformación digital
La transformación digital es el fenómeno que más se ha acelerado en el marco de la pandemia.
La urgencia del momento impulsó el teletrabajo, el comercio electrónico y la digitalización de la gestión y la producción.
Se torna fundamental acompañar a las PYMES para incorporar la tecnología a los negocios y aportar nuevas maneras de pensar y adaptarse a las demandas del nuevo cliente digital.
Hasta hace algunos meses decíamos que el futuro de nuestras PYMES era digital, hoy debemos reconocer que es el presente
Garantizar el acceso es un compromiso de los gobiernos iberoamericanos que, en la mayoría de los casos, han adoptado políticas en esa dirección.
Desde la SEGIB hemos publicado el estudio “Políticas de Transformación Digital para PYMES en el Espacio Iberoamericano”, financiado por el Fondo Chileno de Cooperación Sur-Sur Iberoamericano, que ha indagado sobre la política pública en la materia en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México y Portugal.
Hasta hace algunos meses decíamos que el futuro de nuestras PYMES era digital, hoy debemos reconocer que es el presente.
Más recursos y financiación
A un desafío global, se requiere una respuesta global, que garantice los recursos que hacen falta para hacer frente a las consecuencias económicas, y un compromiso cabal de los organismos multilaterales de crédito.
Del mismo modo, hace falta potenciar la productividad y competitividad de las PYMES desde la integración productiva, la innovación y la transformación digital.
El espacio iberoamericano es una comunidad de cooperación horizontal con enorme potencial para impulsar más y mejores empresas que generen empleos de calidad y hagan su aporte al desarrollo sostenible.