El país más longevo del mundo. España lo será en 2040. Actualmente, ya es el segundo de la OCDE y eso tiene relevantes efectos.
Recientemente, en la XXVI Cumbre Iberoamericana que concluyó el pasado 17 de noviembre de 2018 en Guatemala, con la asistencia de 15 Jefes de Estado y de Gobierno, Vicepresidentes y Cancilleres, que representaban a 670 millones de iberoamericanos, todos los países reafirmaron su compromiso con el proyecto Iberoamericano y los valores de multilateralismo, diálogo y entendimiento que representa.
El compromiso se ha alcanzado por los países en temas colateralmente relacionados como migración (avanzar hacia una agenda común iberoamericana) o las personas con discapacidad, promoviendo su inclusión en la vida económica y social de los países iberoamericanos (90 millones en Iberoamérica).
Pero hay otros temas de especial relevancia a tratar en el futuro como “El envejecimiento y sus consecuencias: económicas, demográficas, sociales y de salud”, o quizás para la agenda de Andorra que será la sede de la XXVII Cumbre Iberoamericana en 2020.
La población mundial está envejeciendo a paso acelerado: En 2050 habrá 2000 millones de jubilados. Entre 2000 y 2050 la población pasará de 605 millones a 2000 millones, donde la proporción de mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%.
la transformación demográfica tiene consecuencias en el mercado de trabajo, porque la inversión de la “pirámide de población” provoca que la población en edad laboral se reduzca progresivamente.
Actualmente, los ciudadanos españoles viven 82,9 años de promedio, una cifra que coloca a España en la cuarta posición de la clasificación mundial sobre esperanza de vida, en la que participan 195 naciones. Japón (1), Suiza (2) y Singapur (3) son los tres países que superan ahora a España en esa tabla que contempla la situación de la sanidad y las tasas de mortalidad, entre otros aspectos.
Las proyecciones de The Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) para 2040 apuntan que España superará en la clasificación a estas tres naciones y encabezará la tabla «si continúan las tendencias de salud recientes».
¿Qué rol puede jugar la Cumbre de Andorra en 2020?
Abordar en profundidad “el envejecimiento y sus consecuencias: económicas, demográficas, sociales y de salud”. Pero ¿Qué es el envejecimiento? Hablar del envejecimiento es hablar de «El método Kominsky” (Michael Douglas) serie recién producida por Netflix.
Según la Organización Mundial de la Salud, envejecimiento es un proceso en que “los cambios que constituyen e influencian son complejos. En el plano biológico, el envejecimiento está asociado con la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares. Con el tiempo, estos daños reducen gradualmente las reservas fisiológicas, aumentan el riesgo de muchas enfermedades y disminuyen en general la capacidad intrínseca del individuo. A la larga, sobreviene la muerte. Pero estos cambios no son ni lineales ni uniformes, y solo se asocian vagamente con la edad de una persona en años”.
Primero, consecuencias económicas.
Soportar el gasto de las pensiones y de la dependencia en un estado de bienestar. Por un lado, la transformación demográfica tiene consecuencias en el mercado de trabajo, porque la inversión de la «pirámide de población» provoca que la población en edad laboral se reduzca progresivamente.
Por otro lado, cuando la proporción de mayores de 65 años aumenta, también lo hace el gasto social (debido al ingente número de pensionistas), si esto no se corresponde con la proporción de contribuyentes “personas ocupadas”, incluso la propia “caja de la seguridad social”, el sistema de pensiones podría estar en riesgo.
Hay que considerar que en un modelo fiscal y de tesorería de seguridad social moderno, las pensiones y los servicios sanitarios y sociales se financian con las aportaciones de las personas que cotizan –vía impuestos y Tesorería General de la Seguridad Social– y el grupo de cotizantes representará una proporción menor. “España, tercer país de la OCDE con más gasto en pensiones de viudedad” (“El País”, 4/dic/18). Pero, además de ello, tendrá otras derivaciones en el resto del sistema de bienestar.
Segunda consecuencia, la inmigración.
Rejuvenecer un país e intentar invertir la pirámide poblacional. Tiene implicaciones complejas y de índole económico-social-demográfica: la inmigración que recibe un país o masas migratorias que debería recibir para tener fuerza laboral que soporte a sus clases pasivas.
la despoblación (…) puede provocar la desertización de determinadas zonas o comarcas, agravado por el cambio climático global.
Tercera consecuencia, el despoblamiento, especialmente en las zonas rurales, la despoblación de un país como es el caso de España (con pueblos enteros abandonados) puede provocar la desertización de determinadas zonas o comarcas, agravado por el cambio climático global.
Cuarto, consecuencias sanitarias y de salud.
Ya en 2015 advertía la OMS en su informe que el envejecimiento de la población se está acelerando en todo el mundo. «Por primera vez en la historia, la mayoría de las personas pueden aspirar a vivir hasta entrados los 60 años y más. Esto tiene profundas consecuencias para la salud y para los sistemas de salud, su personal y su presupuesto” (Margaret Chan, Directora General de la OMS/WHO).
¿Qué influye en la salud de las personas de edad? (OMS). Existen factores individuales (comportamientos, cambios relacionados con la edad, genética, enfermedades) y factores ambientales (vivienda, dispositivos de asistencia, transporte, instalaciones sociales). A partir de estos conceptos, se define la relevancia del “Envejecimiento Saludable” como el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.
Finalmente, entre los 17 Objetivos y metas de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS del 2030) para transformar nuestro mundo figura como Objetivo 3: “Salud y Bienestar: es fundamental garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal”, pero ello merece un capítulo de especial estudio y atención.