Aunque a diferentes ritmos, la transformación de las matrices energéticas de todos los países es un hecho imparable que ocupa los debates de los profesionales del ámbito energético.
Esta transición energética que ya está en marcha implica una transformación de los modelos de producción y consumo hacia sistemas más eficientes, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente para asegurar una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos, según establece el ODS 7 de la Agenda 2030 de desarrollo Sostenible.
La clave de esta transformación está en el crecimiento de las energías renovables, que gradualmente están reemplazando a las fuentes convencionales basadas en combustibles fósiles. Este cambio está llevando asociada una transición desde un modelo centralizado, basado en grandes centrales de generación de energía de elevada potencia, hacia un modelo distribuido donde muchas centrales de generación de tamaño medio o pequeño aportan la potencia requerida en cada momento. Incluso han surgido las «centrales de generación virtuales» o «virtual power plants«, que coordinan varias plantas de generación y almacenamiento de energía, sin estar necesariamente cerca geográficamente.
Estos nuevos enfoques requieren un manejo de datos e información a gran escala, una comunicación rápida y una toma de decisiones efectiva para lograr un sistema energético más eficiente, económico, seguro y sostenible
Para alcanzar estos objetivos, el uso de sistemas digitales, herramientas y algoritmos con potentes capacidades computacionales se vuelve fundamental. Por ejemplo, la predicción de la generación y demanda energética mediante inteligencia artificial, como las redes neuronales, permite una mejor utilización de los recursos naturales.
La transición energética requiere sistemas digitales, herramientas y algoritmos con potentes capacidades computacionales
En este nuevo esquema energético, el usuario deja de ser un simple “consumidor” de energía y pasa a tener un papel más activo y participativo en la gestión energética. Un ejemplo de ello lo encontramos en las comunidades energéticas, que son agrupaciones locales o regionales de usuarios y productores de energía que colaboran para generar y compartir energías procedentes de fuentes renovables.
Tanto a nivel individual como colectivo, se puede contribuir a la generación renovable y almacenamiento de energía doméstica, o ajustar el consumo de acuerdo con las necesidades de las redes eléctricas. Incluso los vehículos eléctricos pueden considerarse fuentes gestionables de generación, almacenamiento o carga. Para hacer frente a estos desafíos, es esencial contar con sistemas digitales capaces de gestionar una gran cantidad de información de manera eficiente.
Como ocurre en otros ámbitos tecnológicos, la digitalización en el sector energético implica cambios en la estructura industrial, modelos de negocio y objetivos que estén alineados con las nuevas políticas energéticas. Esto representa una evolución en la naturaleza de los empleos y la necesidad de actualizar las habilidades y formaciones de los profesionales involucrados.
El Programa Iberoamericano de Ciencia y Energía para el Desarrollo (CYTED) quiere dar respuesta a estas necesidades y está apoyando continuamente la creación y el desarrollo de redes temáticas que promuevan actividades para la formación cruzada de profesionales de los distintos países iberoamericanos.
El Programa CYTED impulsa redes temáticas que buscan desarrollar nuevas fuentes de energía, la inteligencia artificial aplicada o el análisis masivo de datos
Más de un centenar de redes temáticas conviven actualmente financiadas por CYTED, cubriendo distintas áreas del conocimiento. Algunas de estas redes se orientan al desarrollo de nuevas fuentes de energía, como es el caso de la “Red para la Integración en Redes Eléctricas Iberoamericanas de las Energías del Mar –REMAR”, que busca analizar las oportunidades de ampliar las matrices energéticas de los países con el aprovechamiento de los recursos marinos (oleaje, mareas, corrientes y hasta gradientes térmico o salino).
Existen también otras redes, más enfocadas en la parte de digitalización ofrecen soluciones con gran potencial para la comunidad energética. Geolibero para el uso de la geomática, Siemci y Eureka Aida para el desarrollo de la inteligencia artificial y el análisis masivo de datos o Ribci para proveer soluciones de ciberseguridad, son algunos ejemplos de ello.
Invitamos a científicos y profesionales de las regiones iberoamericanas que trabajan en las áreas de la energía y de los sistemas digitales a que se integren en alguna de estas redes temáticas o desarrollen su actividad conjuntamente en forma de colaboraciones, ya que son dos campos perfectamente complementarios que pueden dar lugar a sistemas energéticos más eficientes, más sostenibles tanto a nivel local como regional y que aumenten la resiliencia frente al cambio climático.
Como punto de encuentro cercano, desde CYTED se apoya el evento de la EU-LAC Foundation “The digital transformation as an enabler for enhancing food security and a clean energy transition” que tendrá lugar en la Ciudad de Panamá los próximos 16 y 17 de noviembre y en el que se pondrá a la ciudadanía como eje central sobre el cual articular la transición energética a través de la digitalización.