Adultos mayores, uno de los grupos más vulnerables ante el COVID-19

Adultos mayores, uno de los grupos más vulnerables ante el COVID-19

La crisis sanitaria actual está poniendo de manifiesto las limitaciones de los sistemas de salud, de cuidados y de protección social en la región iberoamericana y en otras zonas del mundo, especialmente en lo que respecta a las personas mayores y, dentro de este grupo, a las que se encuentran en situación de dependencia.

El “Programa Iberoamericano de Cooperación sobre la Situación de las Personas Adultas Mayores en la Región”, en el que participan Argentina, Brasil, Chile, España, México, Uruguay, Paraguay y República Dominicana, están dedicando sus esfuerzos a reforzar la protección de las personas mayores en este contexto.

La evidencia demuestra que este grupo se ha visto afectado desproporcionadamente por la pandemia del COVID-19, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y las tasas de mortalidad del COVID-19 aumentan exponencialmente en las personas mayores de 70 años, como indica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).

A esta mayor mortalidad y mayor riesgo de enfermedad grave se suman las dificultades económicas, territoriales y de disponibilidad que encuentran las personas mayores en el acceso a servicios de salud y a equipos de protección individual frente al virus.

Antes de la pandemia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicaba que el 30% de la población de las Américas no tenía acceso a servicios de salud por razones económicas.

Además, un 35,4% de mayores en la región continúa en activo pasados los 60 años, en ocasiones en la informalidad, por lo que están sufriendo con especial dureza los efectos económicos del confinamiento, según una publicación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) 

La evidencia demuestra que este grupo se ha visto afectado desproporcionadamente por la pandemia del COVID-19

 

Acciones en Iberoamérica

Ante esto, la cooperación iberoamericana es una herramienta de especial utilidad para facilitar el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre las instituciones responsables de estas políticas en los diversos países.

Por ello se organizó un seminario en línea sobre las medidas adoptadas por cada país durante la pandemia. Toda la información se recoge en la web del programa: iberoamericamayores.org.

Entre las medidas aplicadas, se destaca en Argentina la adopción de protocolos de actuación en las residencias de larga estadía dependientes de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores y la conformación de un Comité de Emergencia (COVID-19).

También se lanzó el programa “Residencias cuidadas”, impulsado por el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), que incluye prestaciones médicas y psicosociales.

Lecciones de países

En Brasil, la Secretaría Nacional de Promoción y Defensa de los Derechos de la Persona Mayor está elaborando un registro de las instituciones de larga permanencia para personas mayores (ILPIS) y del número de personas a las que atienden, sumado a las transferencias a estas instituciones para la adquisición de alimentos, elementos de protección e higiene.

En Chile, el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) ha implementado Residencias Espejo Transitorias (RET) para personas mayores, ha difundido protocolos de actuación en los establecimientos de larga estadía (ELEAM) y ha entregado insumos para la protección de primera necesidad.

En España se han reforzado las medidas de protección en los centros de mayores, mientras que en México, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) puso en funcionamiento el “Programa de Acompañamiento Gerontológico Telefónico”, que brinda orientación preventiva contra el Coronavirus, así como monitoreo de riesgos y de depresión.

En Uruguay, las personas trabajadoras de más de 65 años podrán acceder a un seguro por enfermedad y se prorroga el vencimiento de los préstamos sociales a pensionistas, y en Paraguay, el Instituto de Previsión Social (IPS) ha reforzado el sistema de atención sanitaria y entrega equipos de protección individual frente a la pandemia.

Finalmente, en República Dominicana el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (CONAPE) ha implementado protocolos de actuación en las residencias de mayores y facilitado material de protección.

Estos esfuerzos son importantes para mejorar la protección de las personas mayores frente a la pandemia, al tiempo que estas medidas también están sirviendo para fortalecer los sistemas sanitarios y de protección social que quedarán tras la crisis.

 

 

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