Este 2025 se cumplen 30 años de la Declaracióny Plataforma de Acción de Beijing 1995, una fecha clave para la igualdad de las mujeres en cuanto a los acuerdos políticos alcanzados. Esta efeméride sirve para repasar los progresos y desafíos.
La Secretaría General Iberoamericana en respuesta a los mandatos y compromisos adoptados por los 22 países, trabaja de forma constante para contribuir al logro de la Agenda Regional de Género y la Plataforma de Acción de Beijing,
Hace tres décadas, en 1995, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer reunió en Beijing, China, a representantes de 189 países y a más de 30.000 activistas. De este hito histórico surgió la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que a día de hoy todavía se erige como el marco político de referencia para avanzar hacia la igualdad de género a nivel global.
En Iberoamérica confluyen dos agendas regionales de género fuertemente consolidadas y en completa sinergia con la Plataforma de Acción de Beijing y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En contexto se presenta como una oportunidad para poner en valor los logros alcanzados y los retos pendientes,
De hecho, los países iberoamericanos impulsan desde 2005 mandatos y compromisos, materializados en las Cumbres Iberoamericanas, directamente relacionados con las esferas de la Plataforma de Acción de Beijing. Entre estos destacan: la promoción del empoderamiento económico y del trabajo decente; la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres; el fomento de la participación y liderazgo en la toma de decisiones a todos los niveles; el impulso de una organización justa de la organización de los cuidados y, más recientemente, el cierre de la brecha digital de género.
Los países iberoamericanos impulsan desde 2005 mandatos y compromisos, materializados en las Cumbres Iberoamericanas, directamente relacionados con la Plataforma de Acción de Beijing
Hacia la igualdad sustantiva en Iberoamérica
En las últimas tres décadas los países iberoamericanos han impulsado especialmente la igualdad formal mediante la institucionalización de mecanismos de avance de las mujeres, la aprobación de normativa contra la discriminación y la paridad, legislación para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y el desarrollo de políticas que fomenten la participación y liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos, entre otras medidas significativas.
Ello ha supuesto importantes avances como, el diseño e implementación de políticas de cuidados, el desarrollo de incentivos para la participación laboral y el trabajo decente de las mujeres, el desarrollo de políticas de pensión no contributivas, la promoción de medidas para fomentar la participación de las mujeres y las niñas en las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), el desarrollo de leyes integrales contra la violencia contra las mujeres, la tipificación del feminicidio y la aprobación de normas sobre la producción de datos estadísticos en la materia, el desarrollo e implementación de leyes de cuotas y el desarrollo de planes e instrumentos para promover la Agenda de Mujer, Paz y Seguridad.
Sin embargo, según datos recientes de la CEPAL y ONU Mujeres, la desigualdad sigue siendo estructural en la región y se refleja en la baja participación de las mujeres en el mercado laboral, la insuficiente protección social y la feminización de la pobreza, aspectos que limitan su autonomía económica. Además, la violencia contra las mujeres persiste de forma generalizada y multiforme, con un impacto interseccional y cifras alarmantes de feminicidios. Y sí, aunque ha habido avances en la representación política de las mujeres, aún enfrentan barreras para alcanzar la paridad y están subrepresentadas en la resolución de crisis y el multilateralismo. Asimismo, la injusta división del trabajo y del cuidado sigue restringiendo su participación plena en todos los ámbitos .Todas estas situaciones de desigualdad se acentúan, además, entre las mujeres jóvenes, afrodescendientes, indígenas, con discapacidad y migrantes, entre otras.
En este sentido, a 30 años desde la aprobación de Beijing y en un contexto mundial y regional de alta complejidad política y desafíos multidimensionales relacionados con las crisis de cuidados, la creciente crisis ambiental, el avance acelerado de las tecnologías digitales y el resurgimiento de posiciones contrarias al avance de los derechos de las mujeres, emergen importantes retos para hacer frente a los nudos estructurales de la desigualdad de género. La igualdad sustantiva se presenta todavía como un objetivo pendiente ante unos progresos todavía limitados, heterogéneos y que no abarcan por completo las diversas dimensiones de la autonomía de las mujeres en su diversidad.
La contribución de la Cooperación Iberoamericana a la Agenda regional de Género
Para afrontar estas problemáticas, la Secretaría General Iberoamericana en respuesta a los mandatos y compromisos adoptados por los 22 países, trabaja de forma constante para contribuir al logro de la Agenda Regional de Género y la Plataforma de Acción de Beijing, desde sus cuatro principales ámbitos de actuación:
- Entre ellas, cabe destacar, la Plataforma Virtual de Legislación en materia de Autonomía y Empoderamiento Económico de las Mujeres; una herramienta central que examina más de 200 leyes de la región sobre temas como igualdad salarial, cuidados, trabajo decente e inclusión digital.
- Asimismo, la SEGIB impulsa la Iniciativa Iberoamericana para Prevenir y Eliminar la Violencia contra las Mujeres (IIPEVCM), un esfuerzo regional dirigido a erradicar todas las formas de violencia que afectan a las mujeres.
- Además, para fortalecer la participación efectiva de las mujeres en la toma de decisiones elabora informes en colaboración con gobiernos nacionales para promover la incorporación del enfoque de género e interseccional en los espacios multilaterales y la política exterior; y promueve activamente la contribución iberoamericana de las mujeres a la prevención y mediación de conflictos, en la reconstrucción del tejido social y en los procesos de paz, a través de su apoyo a la Red Iberoamericana de Mujeres Mediadoras.
- A esto se suman proyectos innovadores y pioneros para prevenir la violencia digital contra las mujeres, reducir la brecha digital de género y abordar los retos que enfrentan en la economía de plataformas digitales con socias estratégicas en la región como ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La Secretaría General Iberoamericana trabaja de forma constante para contribuir al logro de la Agenda Regional de Género y la Plataforma de Acción de Beijin
Estas acciones reflejan cómo la cooperación internacional puede traducir compromisos en transformaciones concretas, avanzando hacia sociedades más justas y sostenibles en la región.
Beijing+30: un llamado a la acción iberoamericana
El aniversario de Beijing+30 es un llamado urgente a la acción, una oportunidad para reflexionar sobre los logros alcanzados, los desafíos persistentes y la necesidad de transformar compromisos en medidas concretas para poner la vida y el bienestar de las personas en el centro. Y ha de hacerse ya, porque la realidad habla de profundización de las desigualdades y concentración de riquezas, que perpetúan sistemas de exclusión y afectan desproporcionadamente a las mujeres más vulnerables.
En este marco, un posicionamiento determinado y comprometido a favor de la igualdad de género desde los gobiernos de nuestra región, organismos internacionales como la SEGIB y nuestra ciudadanía en general, resulta fundamental. Solo fortaleciendo esta agenda y reconociendo la importancia y vigencia de instrumentos como la Plataforma de Acción de Beijing, junto con la disposición de recursos, normativas sólidas y cooperación multilateral, podremos avanzar hacia el logro de la igualdad de género y el desarrollo sostenible.