¿Cómo trasladar el impacto de las redes sociales a la política?
El uso de las redes sociales para hacer política y como mecanismo de captación de votos y de impulso de campañas electorales ¿es malo y rechazable por definición? O, por el contrario, ¿hay margen de maniobra para una mejora y para que a través de estos mecanismos el sistema democrático se pueda perfeccionar y se sienta más próximo a los ciudadanos?