A inicios de 2015 fuimos invitados a realizar una ocupación en un espacio comunitario en el entorno de Brasilia, Brasil, con el desafío de estimular a los jóvenes de la comunidad a pasar de ser consumidores a productores de tecnología.
Tras pocas semanas aprendiendo sobre el desarrollo básico de software y hardware libres, los jóvenes de Águas Lindas de Goiás ya eran capaces de desarrollar video juegos simples y pequeños robots con sensores. Eran muy creativos y adquirían conocimiento con mucha facilidad, pero su aplicación tendía principalmente al entretenimiento. ¿Por qué no aplicar esos nuevos conocimientos para la solución de problemas comunitarios?
Empezamos, entonces, a investigar con los jóvenes sobre cuales eran los problemas compartidos en el territorio, y quedó clara la importancia del dengue. En aquel momento, una enfermedad que tenía un alto impacto en el municipio.
Investigamos juntos sobre cómo el poder público y la sociedad enfrentaban ese problema e, inspirados por experiencias de monitoreo, independiente de la calidad del agua y del aire, propusimos un sistema de monitoreo comunitario de poblaciones de mosquitos Aedes, vectores del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla urbana. De ahí surgió la semilla de lo que se transformó, posteriormente, en el Proyecto AeTrapp – Monitoreo Ciudadano de Focos de Mosquitos Aedes.
Hicimos los primeros experimentos en ese período, sin mucho éxito, ya que estábamos en la estación seca, cuando la población de mosquitos disminuye.
El papel de los laboratorios ciudadanos en el crecimiento del proyecto
Algún tiempo después, surgieron dos oportunidades a las que sometimos el proyecto: un anuncio del Ministerio de las Comunicaciones de Brasil, titulado InovApps, y el Labic – Laboratorio Iberoamericano de Innovación Ciudadana, que aquel año sería en Brasil. El proyecto fue seleccionado en ambos.
El Labic posibilitó la reunión de un equipo multidisciplinar, formado por personas de diversos países, que durante 15 días se dedicó al diseño y prototipo del sistema AeTrapp.
El sistema está compuesto básicamente por 4 elementos: las «aetrampas» (trampas donde las hembras de Aedes depositan sus huevos), una aplicación para dispositivos móviles, un algoritmo para el cálculo automatizado del número de huevos en las muestras y un mapa abierto, haciendo disponibles los datos del monitoreo para la población y el poder público, en tiempo real. El premio InovApps dio aliento para que el proyecto prosiguiese por algún tiempo después del Labic.
Algunos meses después, en 2016, surgió en Brasil el Desafío Google de Impacto Social. El proyecto no estaba vinculado a ninguna institución formal en aquel momento, entonces hicimos una sociedad con el WWF-Brasil para participar de ese desafío. El AeTrapp fue uno de los diez proyectos vencedores, y con el WWF establecimos sociedades importantes con instituciones de investigación, ayuntamientos, gobiernos estatales y organizaciones de la sociedad civil. En poco tiempo teníamos una red de socios importantes involucrados, como la Fiocruz, WWF, Google, Instituto Paulo Freire, Ayuntamientos Municipales de Rio Branco-AC y Recife-PE, Institutos Federales Tecnológicos de Acre y Pernambuco, entre otros. Tuvimos también importante apoyo financiero de la Fundación Oak, de Suiza.
Pasamos casi tres años en un proceso intenso de investigación y desarrollo tecnológico con esos socios. En ese período realizamos investigaciones en campo en Río de Janeiro y Rondonia, y contactos involucrando la población en Acre y Pernambuco. Al final de 2018 consideramos que la tecnología estaba suficientemente madura para que iniciásemos la próxima etapa, el proceso de participación de la población en el primer sistema civil de vigilancia de mosquitos Aedes.
Hoy en día
En 2018 fundamos el Instituto Invento, que asumió la coordinación del Proyecto AeTrapp, y desde entonces, con el apoyo de la Fundación Oak, estamos experimentando diferentes estrategias para la participación de la población en el papel de científicos ciudadanos. Esta etapa ha sido tan desafiante como fue la de investigación y desarrollo, pero seguimos aprendiendo con los aciertos y errores y buscando ajustar las estrategias para que avancemos más.
Con los datos generados por los colaboradores por medio del AeTrapp, la sociedad civil y agentes públicos pueden visualizar los focos de vectores, hacer comparativas de cantidades de mosquitos en diferentes localidades, analizar series históricas y, así, elaborar estrategias precisas y urgentes para combatir al Aedes, priorizando las áreas más críticas.
La aplicación está disponible para descarga y cualquier persona en Brasil ya puede colaborar con el monitoreo. ¡Toda ayuda para la movilización es bienvenida en este momento!
