Ahora mismo, mientras los médicos y el personal de los hospitales trabajan a toda velocidad para atender y salvar la mayor cantidad de pacientes enfermos de coronavirus, los científicos en todo el mundo están trabajando en red para entender cómo funciona el virus y qué es lo más eficaz para combatirlo.
Por eso, la cooperación entre autoridades sanitarias nacionales resulta fundamental para mejorar la información técnico-científica y salvaguardar las garantías ciudadanas en materia de acceso a medicamentos seguros, eficaces y de calidad.
Este es el objetivo de la Red de Autoridades de Medicamentos de Iberoamérica (EAMI), formada por las agencias o direcciones en medicamentos de los 22 países miembros y coordinada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
“El conocimiento científico y técnico frente al virus SARS-CoV-2 (que provoca la enfermedad llamada Covid-19) se va adquiriendo día a día en los diferentes países que están haciendo frente a esta pandemia global”, dice Ramón Palop, jefe de la Unidad de Apoyo a la Dirección de AEMPS.
“Dado que todavía no hay evidencia científica suficiente sobre la eficacia de ningún tratamiento de COVID-19, desde la Red EAMI creemos que es de vital importancia recopilar la información que esté disponible y que se comparta de forma rápida y efectiva”, añade.
Es necesario actualizar sobre la forma en la que se puede acceder a los medicamentos disponibles, para que en un escenario tan cambiante como el que provoca la situación actual, las autoridades puedan tomar las medidas oportunas
Para ello han creado, en colaboración con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), “En red contra el Covid-19”, una plataforma de intercambio de información multidireccional, sobre tratamientos, protocolo y ensayos clínicos en desarrollo.
El uso de medicamentos para el tratamiento de COVID-19 ha ido variando desde el inicio de la epidemia en función de los datos disponibles.
“La mayor parte de los tratamientos disponibles son fármacos ya autorizados en otras indicaciones sobre los que hay algún tipo de información científica de que pueda resultar eficaz contra la enfermedad. A raíz de esto, se empieza a investigar en más pacientes y se puede observar si efectivamente es eficaz y en qué medida. Por eso es importante no solo recibir toda la información actualizada, sino también compartirla”, explica el experto.
Recomendaciones para Iberoamérica
Dada la situación a la que España ha tenido que hacer frente en las últimas semanas, los datos y experiencia de la AEMPS resultan fundamentales para apoyar esta respuesta médica en América Latina.
“Nosotros estamos canalizando toda esta información a través de la investigación clínica para tener más conocimiento y valorar la efectividad. Además, establecemos recomendaciones, en colaboración con las sociedades científicas, para que aquellos tratamientos que se utilizan fuera de las indicaciones autorizadas se empleen en las mejores condiciones”, explica Palop.
Según la experiencia de la AEMPS, los países deben centrarse en tres ámbitos para la atención de esta crisis: estudios que generen conocimientos sobre la enfermedad, garantizar la disponibilidad de medicamentos y colaborar, a través de los foros de la Red, con información que permitan encontrar las vías más rápidas posibles para disponer de una vacuna contra el coronavirus.
Medidas prioritarias
Si bien las actuaciones respecto a prevención y diagnóstico son importantes, “damos especial atención a garantizar y priorizar los suministros de aquellos medicamentos que son básicos para los cuidados que tienen que ver con la atención a los pacientes infectados por el coronavirus”, dice el experto.
“En ese sentido, desde España se han autorizado un gran número de estudios clínicos y observacionales y se han establecido una serie de medidas excepcionales”, comenta.
La Red EAMI y la SEGIB se han unido para trabajar de manera conjunta para ofrecer apoyo técnico y legislativo, y fortalecer la comunidad iberoamericana desde una perspectiva de servicio público.
Según Palop, para la Red los resultados van en dos líneas: cooperar “para frenar la enfermedad lo antes posible y de modo eficaz”, y utilizar la plataforma online “como una herramienta que contribuya a generar conocimiento para salvar vidas”.
