El Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica es un documento de carácter anual que recoge, sistematiza y analiza la Cooperación Sur-Sur que implementan los países iberoamericanos.
Su edición de 2017 continúa profundizando en el análisis de la Cooperación Sur-Sur a través de una revisión de los aportes de la misma a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contribuyendo al debate y posicionamiento de la Cooperación sur-Sur de la región.
El Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2017 continúa profundizando en (…) la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Como novedad de este informe, se ha procedido a asociar a cada uno de los proyectos dos ODS, y no solo uno, lo que pone de manifiesto la diversidad de temáticas que son abordadas por los distintos proyectos, en especial los de carácter integral donde se trabajan simultáneamente diversos aspectos del desarrollo que se vinculan con diferentes ODS, como es el caso del fortalecimiento de las instituciones nacionales, ODS 16 (instituciones eficaces).
En el mismo sentido, esta innovación permite tener en cuenta aspectos de carácter medioambiental, transversal o de inclusión, que son de especial relevancia en la Agenda 2030. Por ejemplo, el caso de proyectos sanitarios ODS 3 (salud y bienestar), orientados a colectivos en riesgo de exclusión social, ODS 10 (reducción de la desigualdad).
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La contribución de los proyectos de CSS a los ODS
Del examen del gráfico se desprende que en la CSS Bilateral impulsada por la región iberoamericana en 2015 se desarrollaron proyectos para todos y cada uno de los ODS, aunque estos no se distribuyeron de manera homogénea.
De este modo, el objetivo al que más proyectos buscaron contribuir fue el ODS 3 (salud y bienestar), al que se dedicaron casi un 20% de los proyectos registrados. Entre estos están, por ejemplo, proyectos en el área de la salud reproductiva que, además, se vinculan muy especialmente con el ODS 5 (igualdad de género), los vinculados con las enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental y el bienestar, los relativos a la calidad de los servicios sanitarios y otros en aspectos relativos a la inocuidad y acceso a medicamentos y vacunas.
Casi el 60% de los proyectos contribuyen al menos a dos ODS, mientras que alrededor de un 40% está relacionado únicamente con uno de los ODS.
El segundo ODS en el que se enmarcaron más proyectos, fue el número 2, con casi el 15% y destinados mayoritariamente a seguridad alimentaria y nutrición, además de todo aquello relativo al sector agropecuario en su vertiente tanto productiva, como en su componente medioambiental y de sostenibilidad.
Respecto al ODS 16, Paz, Justicia e instituciones sólidas, un 11,6% de los proyectos se dirigieron principalmente a la consecución de la meta 16.6 (instituciones eficaces y transparentes), seguida de las metas de reducción de la violencia y sus tasas de mortalidad y a la promoción del estado de derecho y el acceso a la justicia.
El cuarto objetivo en relevancia, el ODS 9, implicó a cerca del 10% de los proyectos. Relativo a la Industria, Innovación e Infraestructura, estuvo especialmente vinculado a los aspectos de sostenibilidad, incremento del aporte de la industria al PIB y aumento de la investigación y la capacidad tecnológica de los sectores industriales, con un fuerte componente de la innovación.
el objetivo al que más proyectos buscaron contribuir fue el ODS 3
Por su parte, el ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico) presenta un caso particular puesto que fue prioritario para casi el 7% de los proyectos y secundario para un porcentaje todavía mayor, del 12,2%. Su agregación sugiere que casi uno de cada 5 proyectos contribuyó en mayor o menor medida al objetivo de crecimiento económico, pleno empleo y trabajo decente.
Por último, el ODS 17, con un 7,8% del total, incluyó proyectos orientados a incrementar la participación de los países de la región en el comercio internacional, los dedicados a fortalecer las instituciones estadísticas y aquellos cuyo objetivo repercutiría directamente en la movilización de recursos nacionales.
La relación entre los distintos ODS a través de la Cooperación Sur-Sur
Reconocida como un Medio de Implementación efectivo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la relación de los proyectos de Cooperación Sur-Sur bilateral y su aporte a los ODS arroja varias conclusiones:
Por un lado, se puede subrayar que la relación más intensa tuvo lugar entre el ODS 2 (hambre cero) y el ODS 3 (salud y el bienestar). Esto se explica por el elevado número de proyectos que contribuyeron de manera simultánea a ambos objetivos. Entre ellos destacaron, proyectos como los bancos de leche, vinculados con las metas de mortalidad infantil y de desnutrición, y aquellos relativos a la inocuidad de los alimentos, el control de plagas y enfermedades transmitidas por alimentos y productos agropecuarios, contribuyendo no solo a evitar enfermedades, sino también a mejorar la calidad de los alimentos que se consumen.
En segundo lugar, destaca la relación entre el ODS 2 (hambre cero) y el 8 (trabajo decente y crecimiento económico). Aquí se enmarcan los proyectos orientados al desarrollo del sector productivo agrícola, pues contribuyen a la erradicación del hambre a través de una mayor productividad de la tierra, la sostenibilidad de la producción o la mejora de la calidad de los alimentos. De esta manera, el desarrollo de este sector, así como las mejoras en su productividad, se encontrarían también contribuyendo al crecimiento económico e incremento de la productividad de uno de los principales sectores productivos.
De modo similar, otra de las principales relaciones entre ODS tiene que ver nuevamente con el ODS 8, pero esta vez vinculado al ODS 9 (infraestructura e industria). Los proyectos que buscaron contribuir a mejorar las capacidades tecnológicas en la industria, incrementando la productividad y la innovación en este sector, estarían contribuyendo, no solo al ODS 9, sino también al ODS 8.
Otro de los pares que se encontraron vinculados fueron el ODS 3 (salud) y el 4 (educación), donde se enmarcaron aquellos programas de becas específicos para profesionales sanitarios, contribuyendo así de manera simultánea a la mejora de los servicios sanitarios y a las metas de carácter educativo, incrementando el acceso de hombres y mujeres a estudios superiores.
la relación más intensa tuvo lugar entre el ODS 2 y el ODS 3
Por último, cabe señalar tanto el vínculo entre los ODS 4 y 10 (desigualdad), donde se identificaron proyectos en el ámbito de la educación focalizados en grupos poblacionales específicos como personas con discapacidad o personas adultas mayores, y los que vincularon los ODS 1 (fin de la pobreza) y 10 que hacían énfasis en algún aspecto inclusivo a través de su focalización en comunidades indígenas, infancia, juventud u otros.
En definitiva, ante los desafíos a los que la cooperación al desarrollo debe hacer frente ante la nueva Agenda 2030, resulta interesante no solo conocer el perfil de capacidades sectoriales de la Cooperación Sur-Sur que tiene lugar en la región sino, ir un paso más allá, e intentar ver si las capacidades que se están fortaleciendo pueden a su vez contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Descárgate el Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2017