El mundo en su conjunto está inmerso en un acelerado proceso de revisión de las políticas y medidas necesarias para afrontar los desafíos del cambio climático y la conservación de los ecosistemas.
Iberoamérica, una de las regiones con más biodiversidad del planeta, es clave para lograr esos objetivos.
Por eso, cobra sentido que, luego de 11 años, 22 ministros y ministras de Medio Ambiente de Iberoamérica lograran reunirse en medio de la crisis del covid19 para impulsar juntos una agenda medioambiental iberoamericana.
Se trata de la X Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Medio Ambiente, preparatoria de la XXVII Cumbre Iberoamericana, que organiza Andorra y que fue pospuesta a 2021 por la pandemia.
“Esta Agenda Medioambiental Iberoamericana será de utilidad para potenciar la valiosa plataforma de las alianzas estratégicas para el desarrollo sostenible que supone la cooperación iberoamericana y en la que trabajan desde hace años redes gubernamentales de enorme experiencia y conocimiento”, dijo Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana, durante la inauguración de la conferencia.
Se trata de redes como la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC), la Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (CODIA) y la Conferencia de Directores de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Iberoamericanos (CIMHET) entre otros, a los que se suman nuevos actores como el Observatorio Iberoamericano de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible, creado en 2018 en La Rábida.
Encontrar soluciones innovadoras para la conservación ambiental y la acción climática, una transición energética justa, la vulnerabilidad social ante el cambio climático, un desarrollo sostenible y resiliente, el transporte y la movilidad, el agua, usos de los suelos, residuos y la economía circular, son algunos de los principales temas que incluye esta agenda iberoamericana.
“La Agenda Medioambiental Iberoamericana no busca solo evitar los daños. Esta agenda busca también aprovechar las inmensas oportunidades que tiene la región en materia de sostenibilidad y en oportunidades de crecimiento, inclusión y prosperidad”, dijo Grynspan.
La agenda se inició teniendo en cuenta tres ejes principales de discusión.
Uno de ellas es buscar soluciones basadas en la naturaleza, la biodiversidad y la gestión integrada de los servicios ecosistémicos como respuesta ante la multiplicación de riesgos.
Otro, rescatar el valor medioambiental local ante los retos globales. Un cambio de modelo de producción y consumo, promoviendo la comunidad y la cultura como incentivos para la sostenibilidad.
Finalmente, pero no menos importante, promover políticas públicas innovadoras para una transición ecológica justa.
Iberoamérica cuenta con países líderes en la transición energética. Según el último informe del Observatorio de Cambio Climático y Desarrollo Sostenible de de La Rábida, Costa Rica, Uruguay, Portugal o España son pioneros en desarrollo de renovables, y pueden reforzar políticas que aseguren su papel de liderazgo.
En la declaración, los países reconocen necesario integrar la dimensión medioambiental para la recuperación económica de la crisis generada por el COVID-19. “Debemos aprovechar el contexto actual para establecer los fundamentos de un sistema económico sostenible, inclusivo y sin obstáculos, respetando el derecho al desarrollo de los países y la cooperación internacional”, exponen.
La declaración se elevará a la reunión de Jefes de Estado a celebrarse en abril de 2021 con el lema “Innovación para el desarrollo sostenible – Objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus”.