El Programa Iberoamericano sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad nació a partir de un mandato de la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Cartagena de Indias (Colombia) en 2016.
Tiene como objetivo lograr una mayor inclusión en la vida política, económica y social de los 90 millones de personas que tienen algún tipo de discapacidad en nuestra región.
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Isabel Maldonado, Presidenta del Programa Iberoamericano sobre Derechos para personas con discapacidad, afirma que aún persisten diferencias entre los países iberoamericanos en el abordaje de la situación de las personas con discapacidad, algo que es necesario zanjar.
“Es fundamental homologar a nivel de los Estados la normativa local con instrumentos internacionales sobre derechos humanos y sobre las personas con discapacidad. Todavía hay divergencias en el abordaje de la discapacidad en los países de la región”, dice.
“Por eso, buscamos la adecuada recopilación de información sobre personas con discapacidad segregadas por sus características personales, con el fin de lograr políticas más precisas para el abordaje de sus posibilidades”.
Para Maldonado es fundamental fortalecer la educación inclusiva: “El sistema educativo debe garantizar el acceso, la permanencia y el éxito de las personas con discapacidad, lo que permitirá a niños y niñas tener igualdad de oportunidades para ser parte de la fuerza laboral de sus países”.
Alianza multipaís
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), es la encargada de la Unidad Técnica del Programa. El Vicepresidente Primero del Grupo Social ONCE, Alberto Durán, subraya la relevancia de una alianza multipaís para conseguir avances en materia de inclusión de las personas con discapacidad.
“No es fácil que exista un programa multipaís especializado en discapacidad en Latinoamérica o en cualquier otra región del mundo. Más difícil aún es lograr que haya una aceptación por parte de los diferentes países, ya que cada uno tiene una agenda política diferente”, dice.
“Ahora toca la ejecución (del programa) y esto significa hablar con los responsables políticos de las áreas de discapacidad en los países”.
Durán sostiene que otra meta importante del programa es lograr que los niños con discapacidad vayan a la escuela.
“Es un elemento fundamental, porque incluirlos en el sistema educativo les va a capacitar para trabajar el día de mañana. Pero no sólo hay que trabajar con niños, sino también con personas adultas que no tienen una buena educación”, añade.
Tanto Durán como Maldonado piden un compromiso mayor del sector privado. Para ellos, es necesario que las empresas que trabajen más en temas de discapacidad y, sobre todo en la inclusión de las mujeres, ya que estas suelen sufrir una doble discriminación.