Con la creación en marzo del Instituto Guimarães Rosa (IGR), Brasil da un paso adelante en su apuesta por la cultura como elemento vertebrador de su marca país, coincidiendo con los 200 años de su independencia.
El Instituto, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Itamaraty, honra con su nombre a una de las figuras más relevantes de la literatura brasileña, el escritor y diplomático João Guimarães Rosa. Centrará su trabajo en la difusión de la cultura brasileña, la promoción de la lengua portuguesa y la cooperación educativa a través de la movilidad académica.
En entrevista con el Portal Somos Iberoamérica, la diplomática Paula Alves de Souza, directora del Instituto Gimarães Rosa, explica desde Brasilia la apuesta de su país por la cultura como instrumento de acción exterior y los planes futuros de este nuevo Instituto que hereda una larga tradición de diplomacia cultural brasileña.
¿Qué importancia tiene el Instituto Guimarães Rosa en la proyección exterior de Brasil desde la cultura?
«Históricamente la cultura ha sido un instrumento esencial de promoción internacional y ha tenido un gran peso en la acción exterior de Brasil. La creación del Instituto es la culminación de seis décadas de trabajo de la diplomacia cultural brasileña, entendida como una política de Estado, más allá del signo político.»
¿Cómo se articulará el trabajo del Instituto?
«El IGR armonizará e integrará todas las iniciativas de la red de embajadas y centros culturales de Brasil en el exterior bajo una identidad común. Pasamos de ser un departamento cultural dentro de la Cancillería (Itamaraty) a tener hoy una estructura similar a la que tienen otros países iberoamericanos con una acción cultural activa como es el caso de España con el Instituto Cervantes o Portugal con el Instituto Camões. Sinergias… puentes institucionales, optimización de recursos.»
El Instituto tiene un papel de coordinador de la acción cultural con las diferentes instituciones y agentes culturales dentro del país, así como una misión de articular las alianzas en el exterior. La idea es encontrar aliados dentro de la sociedad brasileña y promotores de nuestra cultura fuera.
¿Qué impacto ha tenido la cultura en el desarrollo del país? ¿Ha sido “rentable” la apuesta de Brasil por la diplomacia cultural?
«La cultura brasileña tiene una fuerza propia en el mundo a través de la música, el cine, la literatura, la producción audiovisual, la gastronomía, la arquitectura. Brasil ha apostado siempre por la cultura como palanca de desarrollo, con un impacto económico en términos de empleos, atracción de inversiones, promoción del turismo, así como en el desarrollo de una potente industria audiovisual, la venta de derechos literarios, entre otros aspectos. Sin embargo, aún las industrias culturales y creativas tienen un gran potencial de desarrollo en Brasil, algo que esperamos ampliar con una acción más coordinada desde el IGR. Es un trabajo que debe hacerse en el corto plazo, pero con una visión de largo plazo.»
¿Qué importancia tiene la Comunidad Iberoamericana en esta apuesta?
«La cooperación iberoamericana en el área de cultura es prioritaria para Brasil. A través de diversas instituciones gubernamentales, participamos prácticamente en todos los programas culturales de la SEGIB, porque entendemos la importancia de coproducir, cocrear e intercambiar experiencias y buenas prácticas en cultura. La experiencia ha demostrado que juntos somos más fuertes, llegamos más lejos y podemos hacer mucho más.»
Los programas de cooperación cultural son auténticos instrumentos de integración iberoamericana
Brasil cumplió este mes 200 años de independencia. ¿Cómo se asocia la creación del IGR con la celebración del bicentenario?
«No es una coincidencia que el Instituto Gimarães Rosa haya nacido el mismo año del bicentenario. Así como el Instituto es la culminación de 60 años de diplomacia cultural brasileña, nuestros 200 años representan dos siglos de evolución de la lengua y la cultura brasileña, al igual que la transformación de nuestro país. A pesar de ello, no celebramos el bicentenario únicamente desde la lógica de lo alcanzado, sino con una mirada de futuro, con la visión de lo que queremos y podemos construir en los próximos 200 años.
En 2022 las actividades del Instituto estarán centradas en las celebraciones del bicentenario, en colaboración con la Comisión Interministerial Brasil 200 Años, en la que también participa el Itamaraty. Las embajadas, consulados y centros culturales de Brasil en el mundo han alineado sus programaciones culturales a esta celebración.»
El trabajo del IGR tiene tres ejes: cultura, lengua portuguesa y movilidad académica. ¿Cuál es la estrategia en lo que respecta a proyección cultural?
«La cultura brasileña tiene gran potencial y señas de identidad claramente reconocibles en el mundo: el cinema novo en la década del 60, Niemeyer en la arquitectura modernista, una producción musical absolutamente extraordinaria que va más allá de la Bossa Nova con representantes como Caetano Veloso, Annita, Pabllo Vittar, Adriana Calcanhotto, por mencionar solo algunos.
Ante esta importante producción cultural en diversas áreas, hemos diseñado la promoción sobre ejes temáticos en clave “Brasil en…” Y así tenemos Brasil en concierto para la música clásica; Brasil en proyectos para la arquitectura; Brasil en sabores para la promoción de la gastronomía de las cinco regiones del país; Brasil en quadrinhos para la novela gráfica, un área en la que estamos trabajando en cooperación con Portugal. En lo que a música erudita se refiere, tenemos una alianza con el sello Naxos, empresa líder en grabación y distribución de música clásica para dar a conocer las orquestas de Minas Gerais, Sao Paulo, Goias, entre otras.»
¿Cómo se trabajará para la difusión de la lengua portuguesa?
«Estamos trabajando tanto con la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) como con el Instituto Camões para la promoción de la lengua portuguesa en el mundo, porque se trata de una misma lengua, aunque exista la variante brasileña, la de Portugal y el portugués que se habla en los países de África. Tenemos presencia del IGR en todos los países de lengua portuguesa en los países miembros de CPLP y funcionan como centros culturales. Con el Instituto Camões tenemos, además, un proyecto conjunto para el aprendizaje de la lengua portuguesa en la Escuela de las Naciones Unidas en Nueva York, con un enfoque de enseñanza del portugués como lengua de herencia” (língua da herança) y lengua pluricéntrica que se enriquece con las contribuciones de todos los países donde se habla.»
Y para Iberoamérica, ¿hay alguna estrategia específica en lo que al portugués se refiere?
«La Comunidad Iberoamericana es un ejemplo de éxito de integración desde la cultura en áreas concretas como museos, cine, gastronomía, cultura comunitaria, entre otras. Desde la perspectiva brasileña, los programas de cooperación cultural son auténticos instrumentos de integración iberoamericana, algo que lamentablemente no ha sucedido con el portugués. El desafío hoy es replicar esta exitosa experiencia de la cooperación cultural al conocimiento del portugués dentro de la Comunidad Iberoamericana.
Es el momento de apostar por el bilingüismo en Iberoamérica. Queremos impulsar la enseñanza del portugués en el conjunto del Sistema Iberoamericano.
Para ello, el Instituto Gimarães Rosa ofrece desde ahora la posibilidad de una enseñanza gratuita del portugués en todos los países miembros de la Conferencia Iberoamericana, a través de nuestros centros culturales. Invitamos especialmente a los responsables de cooperación de la región a aprender el portugués y usarlo, junto con el español, como lengua de trabajo a lo interno del Sistema Iberoamericano.»
¿Por qué es tan importante esta apuesta por el bilingüismo en Iberoamérica?
«El español y el portugués son dos idiomas hermanos y juntos forman una comunidad de unos 600 millones de personas. Creemos que Iberoamérica debe apostar por una mayor promoción del portugués y el español como lenguas de cultura, ciencia e innovación.
El bilingüismo es algo que debe estar presente en todos nuestros discursos y planteamientos estratégicos dentro de la Comunidad Iberoamericana. Es un desafío que debe abordarse desde dos frentes, a lo interno del Sistema Iberoamericano, ampliando el conocimiento del portugués y hacia afuera, promoviendo ambas lenguas en las industrias culturales, la ciencia y la innovación.»
Mensaje final de la directora del Instituto Guimarães Rosa