En la cuenta atrás para la Agenda 2030, la crisis derivada de la pandemia y la onda expansiva de la guerra en Ucrania hacen peligrar el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Por segundo año consecutivo el mundo ya no avanza hacia los ODS”, advierte con contundencia el Informe sobre Desarrollo Sostenible 2022 que evalúa el progreso mundial de la Agenda 2030, hecho público en junio.
En América Latina, la situación no es mucho mejor. Un 68% de las metas de la Agenda 2030 continúa en una tendencia insuficiente y casi un tercio (22%) presenta graves retrocesos, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) publicados durante la Reunión del Foro de Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible.
Transcurridos más de dos años de la década de acción de la Agenda 2030, el contexto internacional plagado de incertidumbres y las debilidades estructurales que arrastraban nuestros países antes de la pandemia invitan pensar en cambios en la arquitectura de cooperación internacional para una recuperación con transformación con los ODS como horizonte común.
En un momento de confluencia de crisis económica, social, institucional, medioambiental, “se necesita una reforma del sistema de cooperación internacional que responda a la Agenda 2030 propiciando relaciones más simétricas y horizontales, que invite a la colaboración a diferentes actores a diferentes niveles”, afirma el estudio “Cooperación Sur-Sur y Triangular y Agenda de Desarrollo Sostenible”, publicado este año como parte de la alianza entre Iberoamérica y la Unión Europea para una “nueva cooperación al desarrollo”.
Cooperar en “clave ODS”
¿Qué potencial tiene la cooperación iberoamericana para contribuir a tamaño desafío? ¿Qué características del sistema iberoamericano de cooperación sintonizan con el espíritu de la Agenda 2030 y podrían inspirar una cooperación renovada?
La cooperación iberoamericana es la expresión de un “multilateralismo útil” expresado mediante un sistema de cooperación horizontal que rompe la jerarquía donante-receptor y que se articula con diferentes actores (gobiernos, parlamentos, ayuntamientos, sociedad civil, empresas). Además del trabajo multisectorial, la acción de la cooperación iberoamericana se despliega a diferentes niveles: regional, nacional y local, explica Ignacio Uriarte, director de planificación de la Secretaría General Iberoamericana.
Adaptabilidad, flexibilidad, trabajo conjunto, eficacia, solidaridad, capacidad de sumar son algunas de las características descritas en este video por los propios protagonistas de la cooperación iberoamericana y que van alineadas a las dinámicas que propician las alianzas para el desarrollo sostenible (ODS 17).
En una arquitectura de cooperación internacional en clave ODS, tan importante como la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o la financiación privada, son otras formas de colaboración más intangibles como el fortalecimiento y formación de capacidades técnicas o el intercambio de conocimientos, campos en los que la cooperación iberoamericana lleva más de tres décadas de andadura.
“La Comunidad iberoamericana desempeña un papel fundamental en lo relativo a la construcción de metodologías conjuntas de cooperación en ámbitos de interés mutuo de los países”, subraya el informe “Iberoamérica y los Objetivos de Desarrollo Sostenible” que analiza la cooperación iberoamericana en conexión la Agenda 2030.
Precisamente estas son características y valores de una cooperación transformadora de las que el sistema internacional podría extraer valiosas lecciones para facilitar la puesta en marcha de la Agenda 2030 en un momento sumamente complicado para lograr consensos y soluciones compartidas a los grandes desafíos globales.
Alineación con la Agenda 2030
La cooperación iberoamericana ha estado en constante renovación, alineándose cada vez más a los objetivos y dinámicas de la Agenda 2030. Así vemos como en los últimos años ha ampliado su acción para llegar a nuevas áreas como igualdad de género, medioambiente, innovación, emprendimiento, empresas de triple impacto, transformación digital, entre otros, tal y como se aprecia en este gráfico.
En este momento, los países iberoamericanos están trabajando en el diseño y estructuración de nuevas prioridades estratégicas para capitalizar la contribución de la cooperación iberoamericana frente a los principales desafíos de la región en áreas como salud, medioambiente, brecha digital, adelanta Uriarte.
El Plan de Acción Cuatrienal de la Cooperación Iberoamericana (PACCI) 2023-2026 será uno de los resultados de la próxima Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y busca fortalecer los instrumentos de nuestra cooperación y orientarlos para apoyar el cumplimiento de los ODS, añade.
Durante la próxima Cumbre Iberoamericana se aprobará un nuevo Plan de Acción de la Cooperación Iberoamericana para el período 2023-2026, que refuerza el compromiso de nuestra cooperación con la implementación de la Agenda 2030
Por tanto, la planificación estratégica de la cooperación iberoamericana para los próximos cuatro años profundiza el compromiso con la Agenda 2030 en un momento crítico para identificar rezagos en su cumplimiento, a la vez que abre oportunidades para acelerar la acción. “Cada una de las prioridades sectoriales de la cooperación tendrá un análisis de su impacto en el logro de cada uno de los ODS a los que están orientados”, explica.
Nuevas iniciativas con enfoque 2030
La última Cumbre Iberoamericana (Andorra, 2021) marcó un punto de inflexión en la alineación de la cooperación iberoamericana hacia los ODS, con la aprobación de cuatro nuevas iniciativas que contribuyen directamente al logro de uno o más objetivos de la Agenda 2030 en áreas como la violencia de género (ODS5), salud (ODS3), protección de las lenguas indígenas (ODS4 y ODS16) y la difusión de la Agenda 2030 para propiciar alianzas para el desarrollo (ODS17).
La Iniciativa para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres es la primera plataforma permanente de cooperación horizontal en este ámbito. Inició sus trabajos en marzo de este año con el trabajo conjunto de 9 países: Andorra, Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, España, México, República Dominicana, país que preside esta iniciativa y Uruguay que tiene a su cargo el trabajo técnico.
Asimismo, el Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) que inició en febrero de este año, fomenta el uso, difusión y conservación de las lenguas indígenas para evitar su desaparición. Cuenta con la participación de gobiernos de diez países, pueblos indígenas, comunidades lingüísticas, instituciones académicas, entre otros actores.
En tanto, la iniciativa “Ningún bebé con chagas”, en la que participan Argentina, México, Paraguay, el Salvador, Colombia, Guatemala y Honduras, junto con instituciones como Mundo Sano, OPS e IS Global trabaja para eliminar la transmisión materno-infantil de esta enfermedad.
Por su parte, la Iniciativa de Ciudadanía Global para el Desarrollo Sostenible contribuye al conocimiento y difusión de la Agenda 2030 para fomentar la participación de la ciudadanía y sumar a la sociedad civil en su implementación. En este momento, se encuentra haciendo los diagnósticos del grado de aplicación y apropiación de los ODS en los países participantes (Chile, República Dominicana, España, Paraguay, Portugal y Uruguay).
Estos nuevos espacios de cooperación que han iniciado sus actividades este año cuentan con la participación de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales que se asocian voluntariamente, en función de sus capacidades y prioridades en sintonía con los principios, valores y dinámicas de la Agenda 2030, así como de la propia Cooperación Iberoamericana.