Detrás de cada programa de cooperación cultural en Iberoamérica hay vidas que se transforman. La vida de los chicos de los barrios desfavorecidos que gracias la música de Iberorquestas encontraron una salida a la violencia, la historia de las organizaciones de cultura comunitaria que en tiempos de pandemia hicieron ollas populares para alimentar a las comunidades y barrios latinoamericanos; la vida de la talentosa cantante que logró publicar su primer disco gracias a las ayudas de Ibermúsicas o la historia de los productores y cineastas que se encontraron en un curso de Ibermedia y estrenaron una producción conjunta.
Treinta años de Cumbres Iberoamericanas significan también tres décadas de historias de superación personal de la mano de la cooperación cultural iberoamericana: teatro, cine, danza, artesanías, gastronomía, cultura comunitaria, museos, archivos, bibliotecas. Una cooperación que se construye entre los países y las personas a partir de desafíos comunes.
Trece programas de cooperación cultural, que han ayudado a proyectar lo que somos, a la vez que han conseguido que miles de jóvenes con talento puedan vivir y trabajar de la cultura.
Celebramos lo que nos une
En el marco del 30º aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, nace el festival “Iberoamérica Viva”, que celebra la unión en la diversidad, la riqueza de nuestra cultura y las historias de superación originadas a partir de la cooperación cultural en Iberoamérica.
Con el lema “Celebrar lo que nos une”, artistas famosos, conocidos y no tanto, se unieron junto con los gestores culturales en el escenario del Auditorio Nacional del SODRE en Montevideo, creando un espectáculo que combinó las diferentes disciplinas apoyadas por la cooperación cultural iberoamericana.
El Festival Iberoamérica Viva recorrerá otras ciudades de la región conmemorando el 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas reuniendo a artistas en formación con otros ya consolidados bajo el lema “celebrar lo que nos une”.
“Iberoamérica Viva” contó con la actuación de la Orquesta Juvenil del SODRE, testimonios de los tres embajadores iberoamericanos de la Cultura como la dominicana María Marte, el brasileño Carlinhos Brown y el uruguayo Jorge Drerxler, así como la actuación del percusionista Tatita Márquez, la cantante Maia Castro, la plataforma de danza Clo y los grupos circenses Tranzat, El Picadero y Entropía.
A cargo de la dirección de la Orquesta Juvenil y la coordinación de las diversas disciplinas estuvo el Maestro Ariel Britos, presidente del Programa IberOrquestas Juveniles.
Asimismo, estuvieron presentes las máximas autoridades políticas y culturales del Uruguay, primera sede del festival: la Vicepresidenta Beatriz Argimón, el Ministro de Educación y Cultura Pablo Da Silveira y el Presidente del SODRE Martín Inthamoussu; además de la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan (de forma virtual) y la subsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Ache.
El evento contó además con la presencia del primer secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, a quien se le dedicó un cálido reconocimiento.
Treinta años de Cumbres Iberoamericanas significan también tres décadas de historias de superación personal de la mano de la cooperación cultural iberoamericana
Así fue la primera edición del Festival Iberoamérica Viva. Síguelo en streaming.
A lo largo de la celebración del 30 aniversario de las Cumbres Iberoamericanas, el Festival Iberoamérica Viva continuará su recorrido por otras ciudades de la región, celebrando y dando a conocer las historias de éxito y esfuerzo personal que hay detrás de cada proyecto e intercambio cultural, en los que no solo se conjuga lo nuevo con lo consagrado, sino también lo local con lo nacional y lo regional.
Iberoamérica, una potencia cultural
A menudo se dice que la “cultura es la columna vertebral de Iberoamérica”, porque nuestra cooperación cultural ha permitido que gestores culturales, artistas de ámbitos como la música, el teatro, el cine y las artesanías, líderes barriales y migrantes se encuentren para crear, estrechar lazos y ampliar sus horizontes.
Más allá de la diversidad cultural y calidad artística que hay en Iberoamérica, nuestra región es una potencia cultural porque desde las instituciones se ha impulsado el vínculo entre cultura y desarrollo sostenible, entendiéndolo como un elemento transversal de sociedades más justas e inclusivas, tal y como indica la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
“En Iberoamérica la cultura es también un motor del desarrollo sostenible; es ventana y espejo de la libertad, la felicidad y los derechos humanos”.
En un tiempo especialmente difícil para las industrias culturales y creativas, a causa de la pandemia COVID-19, la pasada Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno aprobó la Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible y el Fondo Iberoamericano de Garantías Recíprocas para las Industrias Culturales y Creativas.
Con este impulso, Iberoamérica se convierte en el único espacio regional multilateral que cuenta con una hoja de ruta que vincula la cultura con desarrollo sostenible, permitiendo alinear las políticas culturales al cumplimiento de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible.