Según un estudio realizado por el grupo Banca Ética y presentado en el Parlamento Europeo, entre 2007 y 2017 los bancos éticos y sostenibles rindieron tres veces más que los bancos tradicionales.
Esas entidades registraron una rentabilidad promedio anual de 3,98% (en términos de ROE – Return on Equity) frente al 1,23% de sus contrapartes.
El informe analizó la estructura, el crecimiento y el rendimiento de 23 bancos éticos y sostenibles identificados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), y los comparó con 15 entidades tradicionales.
Según el reporte, el crecimiento de los gigantes bancarios europeos se ha ralentizado debido a la crisis financiera, mientras que los activos, los depósitos, los préstamos y el capital de los bancos éticos y sostenibles han crecido en torno del 10% anual.
En este sentido, en 2017 la concesión de créditos representó casi el 77% del total de activos para los bancos éticos y sostenibles, pero sólo el 40,52% para las grandes entidades tradicionales.
Los bancos éticos no sólo son estructuralmente diferentes de los tradicionales, sino que además han demostrado ser más resistentes a la crisis.
Más inversiones
Asimismo, el patrimonio invertido en fondos éticos en Europa ha subido una media del 9% anual entre 2015 y 2017, alcanzando casi los 600.000 millones de euros.
El accionariado activo también está cada vez más difundido, con un número creciente de accionistas que participan en asambleas de compañías en las que invierten para proponer mejoras en las estrategias de desarrollo empresarial en temas medioambientales, de género o de derechos laborales.
En suma, el informe pone de manifiesto que los bancos éticos no sólo son estructuralmente diferentes de los tradicionales, sino que además han demostrado ser más resistentes a la crisis.
A pesar de ello, concluye, es urgente aprobar regulaciones a nivel nacional y también europeo, que reconozcan y recompensen estas diferencias. En este sentido se demanda que el movimiento de las finanzas éticas cuente con un mayor de la Comisión Europea.