Desde la publicación del libro “Una década de Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica”, que detalla los resultados tangibles de más de 7.000 proyectos intercambiados entre 2007 y 2017, ha quedado claro que la Cooperación Sur–Sur (CSS) es un ejemplo pionero de colaboración horizontal entre países y un elemento imprescindible para hacer frente a la actual crisis del COVID-19.
Para dar respuesta a la necesidad de los países de mejorar la gestión de la información, la capacitación y el informe que anualmente se elabora sobre CSS y Triangular se creó el Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS), al amparo de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
El Programa trabaja compartiendo buenas prácticas para el fortalecimiento mutuo de capacidades entre las instituciones nacionales de la cooperación, que plasma cada año Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica.
Lo integran 21 países iberoamericanos y la sede actual se encuentra en Argentina.
Transformar la cooperación
“La pandemia nos pone en una encrucijada acerca de cómo seguimos trabajando los foros y los espacios de discusión que eran mayormente presenciales”, cuenta Daniel Castillo, secretario técnico del programa.
“PIFCSS a distancia” es la nueva propuesta en el contexto actual, para la que se han activado mecanismos como seminarios virtuales, plataformas de contenido y convocatorias online.
Una de estas convocatorias es “Socios frente al COVID-19”, que sobre la base de un mecanismo de financiación preexistente “amplía temporalmente el alcance y las modalidades de ejecución, con el fin de facilitar la implementación de iniciativas de cooperación y dar respuesta a los desafíos y necesidades presentes en la actual emergencia”, dice Castillo.
“Socios frente al COVID-19” está destinado a instituciones de cooperación internacional, organismos sectoriales y/o gobiernos subnacionales/locales de los países iberoamericanos, informan en la convocatoria.
Las solicitudes deben ser remitidas a la agencia de cooperación o institución responsable de cada país.
“Entre las formas de abordar la ayuda se incluye la asistencia técnica, así como pequeñas adquisiciones”, explica Castillo.
Y añade que también se permite la posibilidad de presentar una propuesta sin necesidad de incluir a un socio para su implementación, entendiendo las circunstanciales actuales y la imposibilidad de efectuar desplazamientos entre los países
Desde el PIFCSS esperan poder financiar al menos 15 iniciativas o que dos tercios de los países presenten proyectos. La convocatoria estará abierta hasta el 31 de diciembre de 2020.
Después de la pandemia
“La situación de crisis afecta a los ya limitados presupuestos que tenían los países para la implementación de programas de Cooperación Sur–Sur”, reflexiona el secretario técnico del PIFCSS.
“De todos modos, es muy temprano para poder predecir si una política implementada en un país es mas exitosa que otra en el contexto de la pandemia”, agrega.
La Cooperación Sur-Sur iberoamericana se caracteriza por la horizontalidad y se basa en la solidaridad de naciones con distintas trayectorias.
“Hay países que son reconocidos por una experiencia específica (como el caso de Cuba en emergencias de salud) y otros que cuentan con más tradición de ofrecer Cooperación Sur–Sur en temas generales, pero en este contexto hay mucho de ensayo y error”.
Por eso, el programa busca equilibrar la diferencia entre naciones, reduciendo brechas pero también buscando temas de interés para ir abriendo camino.
En sus más de 10 años de funcionamiento, el PIFCSS ha desarrollado más de 60 actividades de formación e intercambio, en las que se ha capacitado a más de 1.100 funcionarios.
“El desafío es cómo hacemos para que esta crisis no afecte el cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, para poder dar respuesta a la emergencia, pero que no se desvíen las prioridades acordadas”, reflexiona.
El 12 de septiembre se conmemoró el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, en medio de la celebración por el 75 aniversario de la Naciones Unidas.
Para este año se ha buscado reflexionar sobre la importancia de la solidaridad internacional, mientras se responde de manera efectiva a la crisis global del COVID-19.
Ha sido una oportunidad para destacar el papel de la Cooperación Sur-Sur y Triangular como elementos cruciales de las estrategias de recuperación.
La ONU ha convocado un evento de alto nivel en línea, con el lanzamiento de una nueva publicación, «Buenas Prácticas de cooperación Sur-Sur y triangular para el desarrollo sostenible – Volumen 3″.
El nuevo texto incluye más de 200 buenas prácticas presentadas por 35 Estados miembros, 23 entidades de las Naciones Unidas, y organizaciones de la sociedad civil y del sector privado.