La hidroeléctrica que amenaza a 5.000 indígenas bolivianos
El proyecto Bala-Chepete desplazará a las comunidades nativas y puede acabar con el sueño de desarrollo del turismo ecocomunitario de la zona
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Revertir los alarmantes índices de violencia en el país sudamericano es posible a través de la cultura, el arte y el deporte
Hacer que sea más fácil para los pequeños empresarios y agricultores en las zonas rurales de México obtener préstamos ha sido la piedra angular de un exitoso proyecto del Banco Mundial destinado a ampliar el acceso al financiamiento. Si bien en las ciudades mexicanas se pueden recibir servicios financieros adecuados, el acceso al crédito en las zonas rurales está insuficientemente desarrollado. Esto se traduce en escasas opciones de financiamiento para los agricultores y las empresas rurales y representa un obstáculo para el crecimiento local. Para impulsar el desarrollo rural, el Gobierno de México y la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) se pusieron en contacto con el Grupo Banco Mundial y le solicitaron apoyo para sus esfuerzos encaminados a ampliar el crédito en la economía rural. La FND trabaja para fortalecer las instituciones financieras rurales, aumentar el acceso al financiamiento para los agricultores y las empresas, y fomentar la inversión privada en las zonas rurales. Las instituciones financieras rurales suelen ser pequeñas y tener un alcance limitado, pero son fundamentales para llegar a los clientes en las zonas remotas y menos pobladas. El año pasado, 101 instituciones financieras rurales se inscribieron para participar en el Proyecto de Expansión de Finanzas Rurales (i) del Banco Mundial, que recién completó su primer año de actividades. Estas instituciones han desembolsado USD 92 millones y han ofrecido 45 000 líneas de crédito a 40 000 agricultores y pequeñas empresas rurales. El valor promedio de los préstamos es de USD 2000, según los últimos datos publicados en junio de 2017. Asimismo, el proyecto está haciendo avances importantes para ampliar el acceso al financiamiento entre las mujeres y los grupos tradicionalmente marginados. De hecho, el 78 % de los receptores de los préstamos son agricultoras y microempresas y pymes, y el 6 % de ellos solicita préstamos por primera vez. Además, el 14 % de los prestatarios proviene de comunidades muy marginadas, una clasificación que el Gobierno mexicano (CONAPO) usa para medir la pobreza. Como parte de su financiamiento de contrapartida, la FND ha ofrecido 235 sesiones de asistencia técnica —conocidas como “apoyos”— a 177 instituciones financieras rurales. La entidad está también trabajando para modernizar su sistema bancario básico y reestructurar la tramitación de los créditos con el fin de fortalecer la capacidad institucional para proporcionar financiamiento rural sostenible.
Si el Paraná, en el sur de Brasil, fuera un país, ya habría cumplido la meta global de las Naciones Unidas para 2030 de reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por 100.000 nacidos vivos (NV). Pero, a pesar del gran avance, había un hecho que preocupaba a los especialistas locales en salud: después de que el estado alcanzara el nivel de 65,11 muertes / 100.000 NV en 2001, la cifra cayó apenas un 0,2% en los 10 años siguientes.Una investigación para entender los motivos reveló que el 85% de las muertes maternas eran por causas evitables, como la enfermedad hipertensiva del embarazo y las hemorragias. Y más específicamente, el 71% de las muertes estaban relacionadas con la falta de atención de salud durante todas las etapas: prenatal, parto y posparto.Los problemas encontrados en la investigación paranaense todavía son comunes en el resto del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 830 mujeres mueren diariamente en el planeta debido a causas evitables relacionadas con el embarazo. La institución no informa cuánto representa eso en términos porcentuales con respecto al total, pero sí que son las principales responsables y que el 99% de las muertes ocurren en países en desarrollo, como Brasil.Y justamente por estar en un país en desarrollo, Paraná puede convertirse en modelo para América Latina y el mundo. En los últimos seis años, el estado ha logrado reducir en un 30% la mortalidad materna y en 14% la mortalidad infantil. Estos son los principales resultados de una inversión de R$ 630 millones (197 millones de dólares), hecha en asociación con el Banco Mundial. Los recursos fueron destinados a la atención primaria, ambulatorios y hospitales, así como en la capacitación de 47.000 profesionales de salud.Una de las innovaciones del trabajo es una estratificación de las gestantes y los niños. Las embarazadas se clasifican como de riesgo habitual (cuando no presentan factores de riesgo individual, sociodemográfico, de historia reproductiva anterior o enfermedad), intermedio (si existen factores relacionados a la raza, etnia, edad, baja escolaridad e historia reproductiva) o alto (si hay condiciones preexistentes, como trombosis, o algunas enfermedades específicas de la gestación, como infección urinaria de repetición).En el momento en que la gestante está estratificada como de riesgo intermedio o alto, la atención se duplica. "Ella sigue siendo atendida en la unidad de salud más cercana a su casa y pasa a ser acompañada también por un ambulatorio que cuente con un equipo multidisciplinario, incluyendo enfermeros, obstetras, psicólogos, asistentes sociales, farmacéuticos y otras especialidades", explica la coordinadora de la Red Madre Paranaense, Débora Bilovus.Añade que el 85% de las gestantes del estado saben por adelantado dónde tendrán sus bebés: "Cuando llegue el momento, ella no va a necesitar andar de hospital en hospital porque ya tiene una referencia garantizada".Este video muestra que el acompañamiento da más tranquilidad tanto a las madres como a los equipos que las atienden. "Se trata de una referencia en el sistema de salud brasileño porque integra iniciativas y recursos de forma racional para prestar servicios de calidad a la sociedad. Es un trabajo que puede y debe ser reproducido en otros lugares", afirma Ezaú Pontes, especialista en salud del Banco Mundial.
SAN JOSÉ, 5 de septiembre de 2017 – Primera aplicación del Protocolo de Sostenibilidad Hidroeléctrica en Costa Rica realizó un exhaustivo examen al Proyecto Hidroeléctrico Reventazón sobre aspectos como manejo de la biodiversidad, aporte …
WASHINGTON, 7 de septiembre de 2017 – El Presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, realizó la siguiente declaración mientras el huracán Irma arrasaba con el Caribe oriental, continuando su trayectoria devastadora a través del mar Caribe: “Enviamos nuestra simpatía y solidaridad a los habitantes del Caribe oriental y a todos aquellos que todavía pueden verse afectados por el huracán Irma. Nos hemos comunicado con el gobierno de Antigua y Barbuda ofreciendo apoyo inmediato para evaluar los daños y pérdidas, responder al desastre y ayudar a comenzar la recuperación. Nuestro personal sobre el terreno, tanto en República Dominicana como Haití, ya está trabajando de manera estrecha con agencias nacionales y socios en el desarrollo para mejorar el nivel de preparación y brindar una respuesta oportuna. Es muy pronto aún para conocer el impacto total de la tormenta, dado que la situación todavía se está desarrollando. Sin embargo, desastres como estos nos recuerdan la necesidad de ayudar a los países a desarrollar su capacidad de resistir estos "shocks" cada vez más frecuentes”.Desde 1980, ocho países en el Caribe han sufrido un desastre natural con un impacto económico mayor al 50 por ciento de su PIB anual: Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves.Actualmente, el Banco Mundial apoya a los países caribeños en temas de gestión de riesgos ante desastres y adaptación al cambio climático con una cartera activa de inversiones de US$383 millones.Para conocer el trabajo del Banco Mundial en América Latina y el Caribe visite: www.bancomundial.org/alcVisítenos en Facebook: http://www.facebook.com/bancomundialManténgase informado via Twitter: http://www.twitter.com/BancoMundialLACNuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/user/alcregion2010/videos
WASHINGTON, September 7, 2017 – World Bank Group President Jim Yong Kim made the following statement as Hurricane Irma ripped through the Eastern Caribbean and continued its devastating path across the Caribbean Sea: “Our sympathy and solidarity go to the people of the Eastern Caribbean and to all those who may still be affected by Hurricane Irma. We’ve reached out to the government of Antigua and Barbuda and offered immediate support to assess damages and loss, respond to the disaster and help begin recovery. Our staff on the ground in the Dominican Republic and Haiti are already working closely with the national agencies and development partners to improve preparedness and deliver a timely response. It’s too early to know the full impact of the storm as the events are still unfolding. However, disasters like this remind us of the need to help countries build greater resilience against ever-more frequent shocks”. Since 1980, eight countries in the Caribbean experienced a disaster event with an economic impact of over 50 percent of their annual GDP: Antigua and Barbuda, Dominica, Grenada, Guyana, Haiti, Jamaica, Saint Lucia and Saint Kitts and Nevis.The World Bank is currently supporting Caribbean countries on disaster risk management and climate change adaptation with an active investment portfolio of US$383 million. Learn more about the work of the World Bank in Latin America and the Caribbean: www.worldbank.org/lacVisit us on Facebook: http://www.facebook.com/worldbankBe updated via:Twitter: @WBCaribbeanYouTube: http://www.youtube.com/worldbank
WASHINGTON, 7 septembre 2017 – Tandis que l’ouragan Irma ravageait les Caraïbes orientales et poursuivait sa trajectoire dévastatrice dans la mer des Antilles, le président du Groupe de la Banque mondiale, Jim Yong Kim, a fait la déclaration suivante : « Nous exprimons notre compassion et notre solidarité envers les habitants des Caraïbes orientales et tous ceux qui sont encore touchés par l’ouragan Irma. Nous avons contacté le gouvernement d’Antigua-et-Barbuda et nous lui avons offert un appui immédiat pour l’aider à évaluer les dommages et les pertes, faire face à la catastrophe et entreprendre les travaux de reconstruction. Sur le terrain, le personnel du Groupe de la Banque mondiale présent en Haïti et en République dominicaine collabore déjà étroitement avec les organismes nationaux et les partenaires de développement pour accroître les capacités opérationnelles et intervenir dans les meilleurs délais. Il est encore trop tôt pour mesurer le plein impact de la tempête, car celle-ci continue de faire rage. Quoi qu’il en soit, de telles catastrophes nous rappellent qu’il est nécessaire d’aider les pays à renforcer leur résilience contre des chocs qui se produisent de plus en plus fréquemment. » Depuis 1980, huit pays des Caraïbes ont été victimes de catastrophes naturelles dont l’impact économique a dépassé 50 % de leur PIB annuel : Antigua-et-Barbuda, la Dominique, la Grenade, le Guyana, Haïti, la Jamaïque, Sainte-Lucie et Saint-Kitts-et-Nevis.À l’heure actuelle, la Banque mondiale aide les pays des Caraïbes à gérer les risques de catastrophe et à s’adapter au changement climatique grâce à un portefeuille d’investissements en cours d’un montant de 383 millions de dollars. Pour en savoir plus sur l’action du Groupe de la Banque mondiale en Haïti: banquemondiale.org/haitiSuivez-nous sur :Facebook : /banquemondialeTwitter: @banquemondialeYouTube : vidéos en français
Making it easier for small farmers and business owners in rural Mexico to get credit has been the keystone of a successful World Bank project to expand access to finance. While Mexico’s cities are better served by the financial sector, access…
The everyday names of Hurricanes like Irma belie their unprecedented fury and ability to claim not just human lives, homes, bridges and roads. The silent and barely visible victim of these extreme weather events is, increasingly, human and soci…
El 8 de septiembre de 1967 se celebró el primer Día Internacional de la Alfabetización. Para entonces, estar alfabetizado implicaba saber leer, escribir y tener una competencia aritmética básica. No existían los celulares, ni las computadoras personales y no habían nacido aún los creadores de las redes sociales Medio siglo después, seguramente usted está leyendo esto desde la pantalla de su celular, una computadora o una tableta y esta es quizá la mejor imagen para ilustrar que estar alfabetizado implica, por supuesto, saber leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, dividir, pero que hay más: involucra seguir el “dictado” de sociedades cada vez más digitalizadas. Con esta premisa, y la convicción de la que las plataformas digitales han ayudado y pueden seguir ayudando a la educación de las personas, la UNESCO celebra hoy el Día Internacional de la Alfabetización planteando una reflexión amplia sobre la enseñanza en un mundo digital. Los avances en la era digital han transformado la vida de millones de personas: las tecnologías de la comunicación han conectado a aquellos que, de no ser por ellas, difícilmente se habrían vinculado; han ayudado a que en segundos tengamos información por la que antes debíamos esperar mucho tiempo; han hecho posible que se ahorren horas y horas de espera para hacer trámites o transacciones y que, incluso, se pueda activar el lavarropas desde la oficina.Alfabetizar en un mundo digitalizado Muchas de estas transformaciones no son exclusivas de países desarrollados. El Informe de Desarrollo del Mundial 2016, del Banco Mundial, señala que en los países en desarrollo, por ejemplo, son más los hogares que poseen un teléfono móvil que los que tienen acceso a agua limpia. “El total de usuarios de Internet se ha triplicado con creces en una década, de 1,000 millones en 2005 a una cifra estimada de 3,200 millones a fines de 2015. Esto significa que las empresas, las personas y los gobiernos están más conectados que nunca”, apunta el estudio. Para 2016, el 65% de la población mundial tenía acceso a un celular, según un reporte de la Consultora GSM Asociation. De acuerdo con cifras de ese mismo informe, para 2015, en América Latina, 441 millones de personas (el 70% de la población) contaba con un celular y más de 300 millones de personas estaban suscritas a servicios de internet móvil. Sin embargo, las ventajas de vivir en la era digital, no son para todos. El reporte del Banco Mundial hace énfasis en la brecha digital que existe: “Internet ha crecido rápidamente, pero su acceso no es en ningún caso universal. Por cada persona que tiene conexión de banda ancha de alta velocidad, cinco no la tienen. Unos 4.000 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, no tienen acceso a Internet; cerca de 2.000 millones aún no usan un teléfono celular y casi 500 millones viven en zonas donde no hay señal de telefonía móvil”. Entonces, el debate no es sólo sobre qué significa estar alfabetizado hoy, sino cómo las nuevas tecnologías pueden colaborar en el proceso de alfabetización y convertirse en cómplices de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia de educación y, más aún, ¿cómo sustituir la brecha digital por una oportunidad digital que merme las desigualdades y nos ayude a avanzar a sociedades más alfabetizadas? “Estas nuevas tecnologías brindan nuevas y amplias oportunidades para mejorar nuestra vida y conectarnos a escala mundial, pero también pueden marginar a quienes carecen de las competencias esenciales, como la alfabetización, que se precisan para utilizarlas”, afirma Irina Bokova, directora general de UNESCO en su mensaje con motivo de este día.¿A quiénes se refiere Bokova? A los que han podido ir a la escuela, que usan internet durante varias horas al día, quizás les cueste creer que Bokova está hablando de 758 millones de adultos en el mundo que aún no saben leer y escribir. Y no se trata sólo de adultos y personas de la tercera edad que no tuvieron acceso a la educación primaria. También existen 263 millones de niños en edad de cursar la enseñanza primaria y secundaria que no están recibiendo educación escolar. Asimismo, se refiere a unos 102 millones de jóvenes, entre 15 y 24 años de edad, de los cuales casi el 60% son mujeres, según cifras del Instituto de Estadística de UNESCO. Las cifras en América Latina son optimistas. La base de datos del Banco Mundial señala que entre la población que tiene entre 15 y 24 años, sólo 2% no está alfabetizado y que el 92% de la población mayor de 15 años puede leer y escribir ¿Qué podría ayudar al 8% restante? ¿Qué podría ayudar a los países que tiene cifras más críticas? Las tecnologías de la información y comunicación (desde las redes sociales hasta los juegos) pueden ponerse al servicio de la alfabetización. Según Bokova, las herramientas digitales pueden contribuir a ampliar el acceso al aprendizaje y mejorar su calidad. Tienen el poder de mejorar el seguimiento de los progresos en materia de alfabetización, de facilitar la evaluación de las competencias y de aumentar la eficiencia de la gestión y la gobernanza de los sistemas de enseñanza de competencias. El Banco Mundial apoya con prestar asistencia y asesoramiento técnico a los países para ayudarlos a planificar, implementar, monitorear y evaluar sus esfuerzos para introducir y mantener el uso de la tecnología en la educación. Al mismo tiempo, está trabajando en investigar y documentar las experiencias que funcionan y las que no, pues la falta de evidencia rigurosa complica los intentos para elaborar políticas eficaces de educación mediante nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Los expertos insisten en que la alfabetización es necesaria no sólo en términos de comunicación básica, sino también para que las personas adquieran más competencias y así puedan servirse del potencial de las nuevas tecnologías para prosperar y tener más oportunidades laborales en un futuro donde las habilidades tecnológicas serán cada vez más demandadas.
Originally published by the Jamaican Observer. OVER 9,000km from her native Bulgaria, World Bank Country Manager Galina Sotirova is steeped in the challenges and opportunities of developing nations like Jamaica. Sotirova joined the bank in 1994 as a human development specialist and was a former country manager in Burkina Faso, and country operations advisor for the Caribbean before moving to Jamaica in July 2015. She also worked in Nigeria, Macedonia and Poland, the Ukraine, Belarus and Russia. Her on-the-job experiences have included working in specialist areas like pension reform and health, and she has lived in countries where there was “constant turmoil and social unrest, shootings and coups”. Her graduate degrees in international relations, economics and public policy from the University of Sofia, Johns Hopkins University SAIS, and the London School of Economics prepared her technically, but it is her “hands-on work in social and economic development that is most fulfilling”, she confesses. Sotirova says that her current position in Jamaica allows her to “contribute to an overall programme that the bank has for a country rather than a particular sector — to work with governments and stakeholders to develop strategies based on issues being faced”. A major focus of the country strategy for Jamaica, she said, is growth and the reduction of vulnerabilities, hence projects that seek to increase youth employment and empowerment, reduction of crime and enhanced safety. But, she says, the World Bank does not simply design and implement projects and not look back. “We are constantly evaluating our project results and asking pertinent questions — are we doing the right thing? Is there something we need to be doing more of? We’re constantly looking for the best model.”