When There Is an Opportunity in Every Seed

From time immemorial, Villa de Mojocoya is one of the most important agricultural centers of Chuquisaca, Bolivia. At present, the small producers’ economy is based on the production of potato, corn and wheat seed, using the revenues from this activity to cover the cost of their children’s education. But it has not always been like this. “I started producing seed when I was 14 years old, when my community –Mojocoya- produced only potatoes. The demand was low and there were no quality requirements. I decided to get training in family farming and I particularly focused on everything related to seed; gradually more people got involved when they realized this was good business. Today, 45 families produce seed”, says Camilo Roque, leader of the Naunaca Seed Producers Association (Aprosena) and agricultural entrepreneur. But Roque wants his community to go beyond this achievement. “We are making an effort to increase and diversify the production to commercialize it in Santa Cruz”, he ensures. And they are reinvesting their earnings to buy new equipment because they are interested to start producing other products as well, e.g. oat seed. Their main constraint is the shortage of land, which they compensate through permanent crop rotation. Their primary concern is the impact of climate change. In 2016 Bolivia was hit by the worst drought of the last 25 years. Aprosena is one of the 300 seed producing organizations with which the National Institute for Innovation in Agriculture, Livestock and Forestry (INIAF) works. The World Bank has been supporting the strengthening of INIAF since 2011 through the Agricultural Innovation and Services Project (PISA, in Spanish). This entity within the Ministry of Rural Development and Land (MDRyT, in Spanish) is responsible for the certification, oversight, registration and control of seed trade in the entire Bolivian territory through its National Seed Directorate. More seed, more productivity Seed production has developed substantially over recent years, making a significant contribution to the country’s agricultural productivity. According to historical records of the volumes of seed produced in Bolivia, 20,662 tons were certified in 1991; 78,000 tons in 2011 and, by 2015, INIAF certified 119,124 tons of seed.   At present, certified seed is used on 56 percent of the cropland in Bolivia, which is higher compared to various countries of the region. The highest percentage is found in Brasil with 66 percent. This growth is possible only thanks to the participation of the producers and their families. Through INIAF, they have access to specialized technical advice, research and technology. According to Ediberta Mallku Mamani, a seed producer from Challapata (Oruro), INIAF’s technical assistance is fundamental for her to improve her production and, hence, her income. “In my community we use the sprout-based seed production method, which improves yields from 16 to 20 potatoes per seed. We have also learned about innovations to rejuvenate the seed”. Verónica Choque Leyva is a young agricultural engineer who works at the National Vegetable Production Center of INIAF. She conducts research to develop drought-resistant varieties and she provides technical assistance to seed producers in Cochabamba. “The producers’ income has improved significantly thanks to this profitable activity. It is our goal to help them optimize their production. In this region, we work with onion, carrot, radish and beet seed, which are greatly valued in other markets, e.g. Santa Cruz, as well”, she says. The small-scale producers focus on the market in Santa Cruz in view of the volume of agricultural activity in that department, which is the one demanding the greatest quantity and variety of certified seed in the country. In Bolivia, the greatest demand is for soybean seed (64 percent), followed by wheat (15 percent) and potatoes (10 percent). Other important crops in terms of the demand for seed are rice, corn, sugarcane, kidney beans, fodder, sunflower, chia, peas, beans, vegetables, peanuts, quinoa, sesame, sorghum and other products in lower quantities.

Cuando en cada semilla hay una oportunidad

Desde tiempos inmemoriales, la Villa de Mojocoya es uno de los centros agrícolas más importantes de Chuquisaca, Bolivia. Su economía actualmente está basada en la producción de semillas de papa, maíz y trigo y es con los ingresos generados por esta actividad que los pequeños productores han podido costear los estudios de sus hijos. Pero no siempre fue así. “Empecé a los 14 años la actividad semillera, cuando mi comunidad -Mojocoya- producía sólo papa. Entonces no había mucha demanda y no se exigía calidad. Decidí capacitarme en agricultura familiar y me involucré en todo lo referente a las semillas; al ver que era un buen negocio, poco a poco se fueron sumando más personas. Ahora, somos 45 familias productoras de semillas”, cuenta Camilo Roque, líder de la Asociación de Productores de Semilla Naunaca (Aprosena) y emprendedor agropecuario. Pero Roque no quiere que su comunidad se detenga ahí. “Estamos esforzándonos para aumentar y diversificar la producción para comercializarla en Santa Cruz”, asegura. También están reinvirtiendo para comprar nuevo equipamiento, pues quieren incursionar en otros productos como la semilla de avena. Su principal limitación es la falta de terrenos, que compensan con la permanente rotación de cultivos, y su mayor preocupación son los efectos del cambio climático. Bolivia vivió en 2016 la peor sequía en los últimos 25 años. Aprosena es una de las 300 organizaciones productoras de semillas con las que trabaja el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), cuyo fortalecimiento apoya el Banco Mundial desde 2011, a través del Proyecto de Innovación y Servicios Agrícolas (PISA). La entidad, dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), está a cargo de la certificación, fiscalización, registro y control de comercio de semillas en todo el territorio boliviano, tareas que ejecuta mediante la Dirección Nacional de Semillas. Más semillas, más productividad La actividad semillera se ha desarrollado de manera sustancial en los últimos años, aportando significativamente a la productividad agrícola en el país. El registro histórico de volúmenes de semilla producida en Bolivia muestra que en 1991 se certificaban 20.662 toneladas; en 2011, 78.000 toneladas, y para 2015, ya se alcanzaban las 119.124 toneladas de semillas certificadas por INIAF.   Actualmente, el 56 por ciento de la superficie cultivada en Bolivia utiliza semilla certificada, superando a varios países de la región. El uso más alto se da en Brasil con el 66 por ciento. Este crecimiento no sería posible sin la participación de los productores y sus familias que, en colaboración con el INIAF, acceden a asesoramiento técnico especializado, investigación y tecnología. Para Ediberta Mallku Mamani, mujer semillerista de Challapata (Oruro), el apoyo técnico de INIAF es fundamental para mejorar su producción y, por ende, sus ingresos. “En nuestra comunidad utilizamos el método de producción por brotes que mejora el rendimiento de 16 a 20 papas por semilla, nos han enseñado también innovaciones para rejuvenecer la semilla”. Verónica Choque Leyva es una joven ingeniera agrónoma que desempeña labores en el Centro Nacional de Producción de Hortalizas de INIAF. Su tarea consiste en realizar investigaciones para desarrollar variedades resistentes a la sequía y brindar asesoramiento técnico a semilleros en Cochabamba. “Los productores han mejorado significativamente sus ingresos porque es una actividad rentable. Nuestra meta es ayudarlos a optimizar su producción. En esta región trabajamos con semillas de cebolla, zanahoria, rábano y remolacha, que son muy valoradas en otros mercados nacionales como Santa Cruz”, señala. Los pequeños productores apuntan al mercado cruceño por el volumen de la actividad agropecuaria en ese departamento que es el que demanda la mayor cantidad y variedad de semillas certificadas de todo el país. En Bolivia la semilla de soya es la más requerida (64 por ciento). Le siguen la de trigo con 15 por ciento y de papa con 10 por ciento. Otras semillas importantes son las de arroz, maíz, caña, fréjol, forrajes, girasol, caña, chía, arveja, haba, hortalizas, maní, quinua, sésamo, sorgo y otras de menores volúmenes.  

¿Qué significa ser mujer en Brasil? La respuesta te sorprenderá

Brasil dio a los hombres y las mujeres el mismo nivel de acceso a la educación, mejoró la salud materna y redujo las tasas de embarazo en la adolescencia, pero paradójicamente, no todas las ciudadanas se han beneficiado de estos avances. En el país más grande de Latinoamérica, las afrodescendientes y las indígenas siguen estando en desventaja, especialmente en las regiones más pobres, según un nuevo informe del Banco Mundial titulado Retrato de género en el Brasil de hoy. "La lucha contra las desigualdades raciales y geográficas es fundamental para lograr la igualdad de género, pues es difícil – y en algunos casos imposible – mejorar los indicadores de progreso de las mujeres en su conjunto si ciertos grupos se quedan atrás", escribieron las autoras. "Haríamos un flaco favor si se establecen metas para las mujeres en general cuando se sabe que las no blancas y las residentes del norte, noreste y medio oeste están por debajo de la media", agregaron. Para hacer frente a este problema, el estudio destaca la importancia de tener en cuenta las desventajas de estos subgrupos en el diseño de políticas y proyectos, así como en el ajuste apropiado de los objetivos de igualdad de género en el país.Geografía y raza significan más probabilidad de morir violentamente En América Latina, una encuesta realizada en 12 países encontró que entre el 25% y el 50% de las mujeres han sufrido violencia por parte de su pareja. Y Brasil, en una comparación hecha entre 83 países, fue el país que tuvo la quinta tasa más alta de homicidios de mujeres. De todas las regiones del país, el sureste tiene las tasas más bajas, y fue la única que registró una disminución entre 2003 y 2013. En cambio, tanto en el Norte como en el Nordeste, durante el mismo período, el índice subió más de un 70%. El aumento se concentró entre la población afrobrasileña e indígena, especialmente en el noreste, donde la tasa de homicidios de mujeres afrodescendientes se incrementó un 103% durante la década. Las indígenas son especialmente vulnerables a la violencia. En 2012, la tasa media de homicidios de mujeres en el país fue de 4,6 por 100.000. Pero el número fue casi dos veces mayor entre las indígenas: 7,3 por 100.000. Por otra parte, en 2015, la tasa de suicidios en esta población fue de 5,8 por 100.000, más del doble de la media de 2,2 de las mujeres brasileñas.El salario es muy inferior al de los hombres Una encuesta realizada por el Banco Mundial muestra que en 2010, las mujeres ganaron el 71% del salario de los hombres. Esa fue una de las mayores diferencias salariales registradas en los países de América Latina y el Caribe. Las disparidades se refuerzan por la desigualdad racial y la brecha se hace más amplia entre los profesionales con mayor nivel educativo. Las mujeres afrodescendientes con 12 o más años de escolaridad, por ejemplo, ganan en promedio R$ 15,6 (US$ 5) por hora, frente a los R$ 21,5 (US$ 6,89) pagados a las mujeres blancas y los R$ 32,7 (US$ 10,49) pagados a los hombres blancos.Más educación no significa más participación en el mercado laboral De manera similar a lo que ocurrió en América Latina durante la última década, la brecha entre hombres y mujeres en la participación en la fuerza laboral de Brasil ha cambiado poco. El informe señala que desde 2005, la participación de las brasileñas aumentó sólo un punto porcentual. El hallazgo es sorprendente teniendo en cuenta que las brasileñas han cerrado (y en algunos casos hasta invertido) las diferencias de género en la educación. El nivel de educación es cada vez mayor, tanto para hombres como mujeres, y la tasa de alfabetización de los jóvenes (15-24 años) alcanzó el 98% para los hombres y el 99% para las mujeres, en comparación con el 84% en 1980. En la actualidad, alrededor de dos tercios de los graduados en universidades cada año son mujeres. Sin embargo, las mujeres siguen concentradas en áreas de menor crecimiento y salarios más bajos. Sectores como los de hospedaje y alimentación, educación, salud, servicios sociales y servicios domésticos concentran alrededor del 45% de las trabajadoras, mientras que el 48% de los hombres empleados trabajan en la agricultura, la industria y la construcción.La representación femenina en la política sigue baja Aunque el número de candidatas ha aumentado en los últimos años, los resultados de las elecciones no significaron una mayor representación femenina en el Congreso. En 2010, 45 mujeres fueron elegidas para la Cámara de los Diputados; en 2014, 51 candidatas obtuvieron escaños. Las cifras representan respectivamente el 8,8% y el 9,9% de los 513 miembros de la Cámara. Para el Senado, que renovó un tercio de sus 81 escaños en 2014, cinco mujeres fueron elegidas parlamentarias, uniéndose a las seis elegidas previamente. Las senadoras ahora ocupan el 13,6% de los curules. Estas cifras están significativamente por debajo del promedio de América Latina y el Caribe, donde el 26% de los políticos en los parlamentos son mujeres. La Unión Inter-Parlamentaria coloca a Brasil en el puesto 113º en su ranking global de mujeres en los parlamentos nacionales.El embarazo precoz amenaza a las más pobres En Brasil, la tasa de fecundidad de las adolescentes (nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años) ha disminuido constantemente desde el comienzo del siglo. Esta era de 87,47 en 2000 y cayó a 70 en 2013. Sin embargo, todavía está ligeramente por encima del nivel promedio de América Latina y el Caribe, 67,7 en 2013, según los Indicadores de Desarrollo Global recopilados por el Banco Mundial en 2015. Al igual que en otros países de América Latina, las significativas tasas de embarazo en la adolescencia en Brasil están relacionadas con alta vulnerabilidad social y la pobreza. En 2013, el porcentaje de mujeres entre 15 y 19 años que tuvieron un bebé (en comparación con todas las mujeres en este grupo de edad) es más alto en el Norte. En esta región, una de cada cinco mujeres (20%) en este grupo de edad tuvo un bebé.

Como é ser mulher no maior país latino-americano?

O país deu a homens e mulheres o mesmo nível de acesso à educação, melhorou a saúde materna e reduziu os índices de gravidez na adolescência, mas paradoxalmente nem todas as brasileiras se beneficiaram desses avanços. Um novo relatório do Banco Mundial, Retrato do Gênero no Brasil Hoje, mostra as desvantagens que as afrodescendentes e indígenas ainda sofrem, em especial nas regiões mais pobres do país.  “A luta contra as desigualdades raciais e geográficas é fundamental para alcançar a igualdade de gênero, pois é difícil – e, em alguns casos, impossível – melhorar os indicadores de progresso feminino como um todo se determinados grupos ficam para trás”, escreveram as autoras. “Seria um desserviço definir metas apenas para as mulheres em geral quando sabemos que as não brancas e as moradoras do Norte, Nordeste e Centro-Oeste estão abaixo da média.” Para enfrentar esse problema, elas defendem a importância de levar em conta as desvantagens enfrentadas por esses subgrupos na concepção de políticas e projetos, bem como na definição adequada dos objetivos de igualdade de gênero no país. O documento reúne dados importantes de diversas fontes sobre como vivem as mulheres no Brasil e como elas estão em comparação às demais latino-americanas. Geografia e raça significam mais chances de morrer violentamente Na América Latina, uma pesquisa realizada em 12 países descobriu que entre 25% e 50% das mulheres já sofreram violência por parte de um companheiro. E o Brasil, em uma comparação feita entre 83 países, foi o país que apresentou o quinto maior índice de homicídios de mulheres. Das regiões do país, a Sudeste tem os menores índices e foi a única a registrar uma diminuição entre 2003 e 2013. Já no Norte quanto no Nordeste, durante o mesmo período, o índice subiu mais de 70%. O aumento se concentrou entre as afrobrasileiras e indígenas, particularmente no Nordeste, onde o índice de homicídios de negras e pardas aumentou 103% ao longo da década. As mulheres indígenas são especialmente vulneráveis à violência. Em 2012, o índice médio de homicidios de mulheres no país foi de 4,6 por 100.000. Mas o número foi quase duas vezes maior entre as indígenas: 7,3 por 100.000. Além disso, em 2015, o índice de suicídios essa população foi de 5,8 por 100.000, mais que o dobro da média feminina brasileira, de 2,2. O salário é muito inferior ao dos homens Um levantamento feito pelo Banco Mundial mostra que, 2010, as mulheres ganharam 71% do salário dos homens. Essa foi uma das maiores diferenças salariais observadas à época para os países da América Latina e do Caribe. Além disso, os salários das mulheres afrobrasileiras são inferiores aos pagos aos homens e às mulheres brancas com o mesmo nível de educação. Com 12 ou mais anos de educação, as mulheres negras recebem em média R$ 15,6 por hora, enquanto as brancas ganham R$ 21,5 e os homens brancos, R$ 32,7. Mais educação não significa maior participação no mercado de trabalho De forma semelhante ao que ocorreu na América Latina durante a última década, as lacunas entre homens e mulheres na participação na força de trabalho do Brasil mudaram pouco. O relatório aponta que, desde 2005, a participação das mulheres aumentou apenas um ponto percentual. A constatação é surpreendente levando-se em conta que as brasileiras venceram (e, dependendo do indicador, até reverteram) as diferenças de gênero na educação. O nível de escolaridade é crescente tanto para homens quanto para mulheres e o índice de alfabetização de jovens (15-24 anos) chegou a 98% para os homens e 99% para mulheres, ante 84% em 1980. Atualmente, cerca de dois terços dos graduados nas universidades a cada ano são mulheres. No entanto, as mulheres ainda estão concentradas em setores de menor expansão e com menores salários. Setores como hospedagem e alimentação, educação, saúde, serviços sociais e serviços domésticos concentram aproximadamente 45% das trabalhadoras, enquanto 48% dos homens ocupados trabalham na agricultura, indústria e construção civil. A representação feminina na política ainda é baixa Apesar de o número de mulheres candidatas ter aumentado nos últimos anos, os resultados das eleições não significaram maior representatividade feminina no Congresso. Em 2010, 45 mulheres foram eleitas para a Câmara dos Deputados; em 2014, 51 candidatas obtiveram assentos. Os números representam respectivamente 8,8% e 9,9% dos 513 deputados da Câmara. Para o Senado Federal, que renovou um terço de seus 81 assentos em 2014, cinco parlamentares mulheres foram eleitas, juntando-se às seis escolhidas anteriormente. As senadoras ocupam agora 13,6% por cento de todos os assentos da casa. Esses números estão significativamente abaixo da média da América Latina e do Caribe, em que 26% dos políticos nos parlamentos são mulheres. A União Interparlamentar classifica o Brasil em 113º lugar global em sua Lista de Mulheres nos Parlamentos Nacionais. A gravidez precoce ameaça as mais pobres No Brasil, a taxa de fecundidade adolescente (nascimentos por mil mulheres de 15 a 19 anos) tem diminuído de forma constante desde o início do século. Ele ficou em 87,47 em 2000 e caiu para 70 em 2013. Mas continua ligeiramente acima do nível médio para a América Latina e Caribe, de 67,7 em 2013, segundo os Indicadores de Desenvolvimento Global compilados pelo Banco Mundial em 2015. Como em outros países latino-americanos, os altos índices de gravidez na adolescência no Brasil se relacionam com alta vulnerabilidade social e pobreza. A porcentagem de mulheres com idades entre 15 e 19 anos que deram à luz em 2013 em relação a todas as mulheres nesse grupo etário é mais alta no Norte. Nessa região, uma em cada cinco mulheres (20%) nessa faixa etária teve um bebê. 

مجموعة البنك الدولي تساعد على النهوض بتعليم الفتيات والنساء

في ضوء التحديات والمخاطر التي تواجهها الفتيات والنساء والتي يتوجب عليهن التغلب عليها، فإن هاشتاغ الشعار العالمي للاحتفال باليوم الدولي للمرأة لعام 2017 "كن جريئاً من أجل التغيير" (BeBoldForChange#) يعد مناسبا، وهو دعوة واضحة للعمل. ولمَ لا وتوفير الدعم للفتيات والنساء عامل أساسي لتحقيق هدفي مجموعة البنك الدولي لإنهاء الفقر المدقع بحلول عام 2030 وتعزيز الرخاء المشترك.في أبريل/نيسان 2016، تعهد رئيس مجموعة البنك الدولي جيم يونغ كيم باستثمار 2.5 مليار دولار على مدى خمس سنوات من خلال المشاريع التعليمية التي تعود بالنفع المباشر على المراهقات. وفي أقل من عام، ارتبطت المجموعة بالفعل بتقديم 600 مليون دولار في مشاريع تعزز التغيير الإيجابي من خلال تعليم المراهقات وتمكينهن من أسباب القوة. ونسلط الضوء فيما يلي على مشروعين من أحدث الأمثلة على ذلك في أوروغواي وهايتي.أوروغوايفي أوروغواي، تواجه الفتيات والنساء معدلات عالية للعنف القائم على نوع الجنس في المدارس، إذ تحدث الأفكار والقوالب النمطية للجنسين في المناهج الدراسية تأثيرا سلبيا في أدائهن الدراسي، وهو ما يزداد سوءا من جراء نقص الوعي وعدم مراعاة احتياجاتهن في الفصول الدراسية. ويتعلق الأمر مباشرة بالأفكار النمطية السائدة في في مجتمع أوروغواي عن دور الذكور والإناث، ولذلك آثار طويلة الأمد على فرص تطوير المرأة، مثل فرص التشغيل. وتمثل معالجة التحيز الذي تواجهه النساء والفتيات إحدى أهم أولويات الحكومة.وسيعمل مشروع تحسين نوعية التعليم الأولي والابتدائي في أورغواي (40 مليون دولار) على تعميم مجموعة من الأنشطة في قطاع التعليم بغرض تزويد المدرسين بأدوات جديدة لمعالجة أوجه عدم المساواة بين الجنسين. وسيدعم المشروع التدريب الذي يركز على تعزيز الوعي بأبعاد الفروق بين الجنسين في عملية التعليم، وخاصة القواعد الاجتماعية الراسخة بشأن موقع كل من الرجل والمرأة. كما سيجري دراسة في ربوع البلاد عن المساواة بين الجنسين سيتم استخدامها كخط أساس لإعداد خطة العمل بشأن المساواة بين الجنسين للفترة من 2017 إلى 2020 للتصدي للتحديات التي تواجهها الفتيات في المدرسة.وعن ذلك، تقول ريما نيار، المديرة بقطاع الممارسات العالمية للتعليم بمكتب منطقة أمريكا اللاتينية والبحر الكاريبي بمجموعة البنك الدولي "نأمل أن يصبح ذلك حافزا للحلول طويلة الأجل مثل تعزيز وصول المرأة إلى سوق العمل ومنع العنف المنزلي ضد النساء والفتيات".هايتيفي هايتي، تترك العديد من الفتيات الدراسة في سن مبكرة. ويرتبط ذلك بعوامل اجتماعية مثل الزواج المبكر، حيث تظهر أحدث البحوث أن 17% من الفتيات يتزوجن قبل سن 18 عاما.سيشمل مشروع توفير التعليم جيد النوعية في هايتي – الذي تمت الموافقة عليه مؤخرا بتكلفة 30 مليون دولار – أنشطة تدخلية من شأنها إدماج منظور المساواة بين الجنسين في تصميم البنية التحتية لمرافق الصرف الصحي، وتدريب المعلمين، وأنشطة المشاركة المجتمعية لدعم حصول الأطفال على تعليم ابتدائي جيد وإتمامه بنجاح.ويساعد "برنامج التعليم للجميع في هايتي" على تمكين الأطفال من المواظبة على حضور الدراسة الابتدائية وإتمامها من خلال برنامج للإعفاء من المصروفات المدرسية. وجيسيكا برودنت، ابنة الأحد عشر ربيعا والتلميذة بالصف السادس، هي إحدى المستفيدات من هذا المشروع، وهي تعيش في أحد أفقر الأحياء في العاصمة بورت أو برانس. ومع ضمان حصولها على التعليم، تمضي جيسيكا على طريق تحقيق أحلامها.وعن ذلك، تقول جيسيكا "أود أن أكون ممرضة عندما أكبر، وذلك كي أتمكن إذا مرض أحد أفراد أسرتي من العناية به. لكن لكي أنجح لابد أن أتم دراستي، ويجب كذلك أن اجتهد في استذكار دروسي كي أتمكن من الانتقال إلى الصف التالي". يُشار هنا إلى أن نسبة لا تتعدى 50% من التلاميذ والتلميذات في هايتي هي التي تتم بنجاح المرحلة الابتدائية في الوقت المحدد، كما فعلت جيسيكا. دعم الفتيات والنساء من خلال التعليم والأنشطة التي تعزز التمكينإن اتخاذ إجراءات شجاعة من أجل تمكين الفتيات والنساء أمر ضروري على الصعيد العالمي، وهو ما تعكسه الأولويات المؤسسية لمجموعة البنك الدولي وما تقوم به من عمل تحليلي واستثمارات: من تنفيذ استراتيجية المساواة بين الجنسين، إلى إجراء تحليل الحالة بشأن استمرار الفتيات في الدراسة في زامبيا وملاوي، ودعم بنات اللاجئين السوريين للالتحاق بالمدارس في لبنان، وتوفير قسائم للرسوم المدرسية للفتيات المراهقات الأكثر ضعفا في إقليم البنجاب، بباكستان.   

Mujeres rurales, punta de lanza del desarrollo

El Día Internacional de la Mujer es una de las fechas más importantes para el mundo y, en particular, para el ámbito del desarrollo. Este año el tema de debate de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU será:…

Cómo mejorar un suburbio

Nos adentramos en Dharavi, un inmenso poblado chabolista de Bombay (India), cuyos habitantes temen que los proyectos urbanísticos del Gobierno los dejen en la calle

#BoldForChange: World Bank Group Helps Advance Education for Girls and Women

Given the challenges and risks that girls and women face and must overcome, the global theme of International Women’s Day 2017, #BeBoldForChange, is fitting and a clear call to action. Support to girls and women is key to the World Bank Group (WBG’s) twin goals of eliminating extreme poverty by 2030 and boosting shared prosperity. In April 2016, WBG President Jim Kim made the commitment to invest $2.5 billion over five years through education projects that directly benefit adolescent girls. In less than a year, WBG has already committed $600 million in projects that foster positive change through the education and empowerment of adolescent girls. Two of the latest examples include projects in Uruguay and Haiti.   Uruguay In Uruguay, girls and women face higher incidences of school-related gender-based violence. Their performance in school is negatively impacted by gender stereotyping in curricula, underpinned by a lack of awareness and inclusion in the classroom. This relates directly to gender stereotypes in Uruguayan society which has long-term effects on opportunities for women’s development, such as employment opportunities. Addressing the bias faced by women and girls is a high priority for the government. The $40 million Improving the Quality of Initial and Primary Education in Uruguay Project will incorporate a series of activities to give teachers new tools to address gender inequality. The project will support training that focuses on fostering awareness of the gender dimensions of learning, especially ingrained social norms about masculinity and femininity. It will also conduct a national study on gender equality that will be used as the baseline for the Gender Equality Action Plan from 2017 to 2020 to address challenges faced by girls at school. “We hope that this will become a catalyst of long-term solutions such as enhancing access for women to the labor market and prevention of domestic violence against women and girls,” says Reema Nayar, WBG Education Practice Manager for Latin America and the Caribbean.   Haiti In Haiti, many girls drop out of school at a young age. This is linked to social factors such as early marriage, where the latest research shows that 17 percent of girls are married by age 18. The recently-approved $30 million Providing an Education of Quality in Haiti Project includes interventions that will incorporate gender into sanitation infrastructure design, teacher training, and community engagement activities to support children’s access to and successful completion of a quality primary education. The Haiti Education for All Program helps make it possible for children to attend and complete primary school through a Tuition Waiver Program. One such recipient is 11-year-old Jessica Prudent, Grade 6, who lives in one of the poorest neighborhoods of the capital, Port-au-Prince. With her access to education secured, Jessica is on the way to achieving her dreams. “I would like to be a nurse so if someone in my family is ill, I can care for them. To succeed, I have to finish school. I must study a lot to move to the next class,” she said. In Haiti, only 50 percent of students successfully reach the end of primary on time, as Jessica has done. Supporting girls and women through education and activities that promote empowerment Bold actions to empower girls and women is a global imperative and the World Bank Group’s institutional priorities, analytical work, and investments reflect this: from implementing the Gender Strategy, to delivering situation analysis on keeping girls in school in Zambia and Malawi to supporting Syrian refugee girls to attend school in Lebanon and providing school tuition vouchers for vulnerable adolescent girls in Punjab, Pakistan.