Cólera en el país de las emergencias

En aquel momento, las previsiones respecto a la enfermedad, cuyo brote en Haití tras el terremoto de 2010 se ha cobrado ya más de 9.000 vidas, eran esperanzadoras, y a ojos de la comunidad internacional, lo importante era que las cerca de 260 muertes registradas hasta ese momento mantenían el descenso, pese a que el número de contagios en el país aún superaba los 28.000. “Los donantes piensan que esto del cólera ya no es una emergencia, sino algo estructural”, comentaba al inicio de septiembre Jean Metenier, el número dos de Unicef en Haití. Porque esa menor alerta se traducía en menos recursos, cuando la temporada de lluvias con su habitual repunte de casos estaba al caer.

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