La ciudad colombiana quiere ser completamente sostenible y ha encontrado en las intervenciones urbanas una vía para mejorar la vida de las personas mediante voluntad política, decisiones técnicas prácticas y ayuda de la cooperación internacional. La recuperación del sistema de caños del río Magdalena que atraviesa la ciudad y la mejora del ecoparque del humedal ciénaga del Mallorquín son parte del empeño.
La transformación de Barranquilla comenzó hace 16 años “con la apuesta de una Administración distrital que sueña con una ciudad a otro nivel y una proyección de futuro con calidad de vida para todos”, indica el alcalde Alejandro Char, quien desempeña el cargo por tercera vez.
Char inició el camino de esta transformación en el año 2008 y en las siguientes administraciones se empezó a percibir el afloramiento de una serie de espacios públicos verdes. “Empezamos a mirar al río construyendo un hermoso malecón de 5 kilómetros de longitud, en contacto directo con la naturaleza, que hoy es el sitio más visitado de toda Colombia; tenemos 326 nuevas zonas verdes entre parques, plazas y bulevares, y el crecimiento urbanístico se potenció hacia lo verde con la recuperación de la ciénaga de Mallorquín”, explica el alcalde.
La intención es ir un paso más adelante y alcanzar una ciudad completamente sostenible, con proyectos sociales que permitan una mejor calidad de vida.
La ayuda de la cooperación internacional procedente de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo y de la Unión Europea, canalizada a través de la iniciativa LAIF City Life -que ayudó a identificar la potencialidad y viabilidad de los proyectos para mejorar la vida de las personas- llegó en un buen momento de la ciudad: “justamente cuando estaba dándose paso a proyectos sociales que tienen tanto componente urbanístico como medioambiental”, señala el alcalde.
La regeneración de los caños de la Ahuyama y el Mercado y la creación del Distrito Aventura del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín son los dos principales proyectos que Barranquilla se encuentra desplegando para alcanzar ese objetivo.
Recuperación del sistema de caños
El sistema de caños de Barranquilla lo forma un conjunto de canales que atraviesan la ciudad y que ha sufrido un grave deterioro ambiental y social a causa de la presencia de asentamientos informales y de la contaminación directa al cuerpo de agua por los vertidos de desechos domésticos e industriales.
Los dos grandes problemas son la falta de espacios verdes y la sedimentación en los canales, que reduce la capacidad hidráulica y ecológica del sistema. Por ello, el objetivo del proyecto es mejorar los caños transformándolos en un parque lineal que revitalice el centro de Barranquilla, mejore la calidad ambiental, y proporcione un espacio público de recreación que mejore la vida de más de 65.000 personas. La restauración incluye la limpieza de los canales, la reforestación de sus riberas y la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales para reducir la contaminación.
“Los caños constituyen una zona de amortiguamiento natural del río Magdalena y concretamente los de Mercado y Ahuyama corresponden a una zona informal de las más pobres de la ciudad expuesta a constantes inundaciones”, explica Rafael Lafont, secretario de Obras Públicas de la Alcaldía de Barranquilla.
Su recuperación resultará fundamental para mejorar el drenaje de aguas pluviales y reducirá el riesgo de inundaciones en áreas urbanas. Supondrá, además, la creación de espacios públicos verdes y recreativos, que implicarán, a futuro, el desarrollo económico local y el turismo.
Igualmente señala que “se trata de un espacio para la gente donde habrá lugares de recreación, participación cultural y deportiva y que va a enlazar con una ciclorruta que conecta con otras zonas de Barranquilla. Inmediatamente se crea un hito urbano que genera desarrollo, bienestar, seguridad y sentido de pertenencia”.
Al tiempo, los caños son hábitats importantes para la flora y fauna local y su recuperación contribuirá a la conservación de especies nativas y la mejora de la biodiversidad en la región.
Subvenciones y apoyo técnico
LAIF City Life (LCL) es una iniciativa de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Comisión Europea destinada a apoyar a los gobiernos locales de Latinoamérica a identificar y formular proyectos de desarrollo urbano y de inversión en infraestructuras.
La contribución a las metas de los ODS son un criterio base para la identificación de proyectos, especialmente el 9 (Industria, innovación e infraestructura), el 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y el 13 (Acción por el clima).
Para la recuperación del sistema de caños, LAIF City Life ha entregado una subvención de 310.716 € para la elaboración de 10 estudios técnicos. En el caso del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, el apoyo se ha concretado en 283.348 € para la elaboración de 11 informes técnicos.
El proyecto también incluye componentes de educación y participación comunitaria, con la idea de que los habitantes de Barranquilla se involucren en la conservación de los canales y entiendan la importancia de estos ecosistemas para la ciudad.
“Ha quedado en el inventario urbano y en el pensamiento de la ciudad que el desarrollo puede y debe ser sostenible al crearse todo un eje ambiental-urbanístico conectado: parques, río, canales, malecón…todo es parte de una idea de ciudad”, concluye el secretario de Obras Públicas de Barranquilla.
Distrito Aventura del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín
La ciénaga de Mallorquín es un ecosistema de humedal ubicado al norte de Barranquilla, que conecta la ciudad con el mar Caribe.
Alrededor de ella se estaba produciendo una pérdida de superficie del espejo de agua por el avance de las construcciones, y un aumento de la contaminación por los vertidos directos, problemas que afectan a más de 300.000 personas, además de a la biodiversidad, la salud pública y el potencial turístico de la zona.
Uno de los principales objetivos es la recuperación ambiental del humedal, degradado a partir de la contaminación, el desarrollo urbano y la sedimentación.
El proyecto del Distrito Aventura del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín es una iniciativa de transformación de la zona en un importante espacio de conservación ambiental, turismo sostenible y desarrollo urbano.
La Alcaldía de Barranquilla lo tiene contemplado como un espacio de disfrute de deportes acuáticos, senderismo, observación de aves y otras actividades en un entorno natural, donde van a construirse muelles, senderos ecológicos, centros de interpretación ambiental y áreas de servicios turísticos.
Con este proyecto, Barranquilla quiere situarse como un destino de ecoturismo en Colombia que atraiga a turistas nacionales e internacionales interesados en la naturaleza y las actividades al aire libre. La iniciativa incluye, también, programas de educación ambiental para la comunidad y los visitantes. Objetivo: promover la conservación del humedal y el uso responsable de los recursos naturales.