La crisis social que vivimos en Chile y la crisis ambiental que afecta al mundo son los grandes problemas del siglo XXI y no podemos enfrentar uno, sin hacernos cargo de la otra.
La crisis climática multiplica las desigualdades del planeta y afecta especialmente a los más vulnerables, muchos de los que hoy protestan contra la desigualdad en el mundo.
Transición climática más justa
Sus consecuencias afectan especialmente a los países de ingresos medios y bajos, que también piden una rápida transición hacia una economía no contaminante, que cuide del medioambiente, con bajas emisiones de carbono y resiliente al clima.
Pero la transición debe hacerse con justicia. El malestar social nos demuestra que para hacer políticamente viable la acción climática, debe beneficiar a la gente ahora, y no puede dejar atrás a las comunidades más vulnerables o a los trabajadores.
Hoy vemos situaciones de crisis social en Bolivia, Colombia, el Líbano, Ecuador, incluso en Francia. Por eso, hoy es el momento de ampliar nuestra comprensión de los desafíos y de las oportunidades creadas bajo la transición ecológica, hacia una economía baja en emisiones y resiliente al clima, que cuide nuestro medioambiente, nuestra “casa común”.
La transformación de nuestra matriz energética a energías renovables y limpias, el impulso de una innovación y de una economía más intensiva en servicios, el paso hacia el transporte limpio y electro móvil, los empleos verdes, la economía circular, las finanzas verdes, la estructura regenerativa y la minería sustentable, son claves para la estabilidad social, el crecimiento económico y el cuidado del medioambiente.
Son las claves para tener un desarrollo verdaderamente sustentable e inclusivo, que permita incorporar la visión de futuro de las nuevas generaciones y mejorar la calidad de vida de las personas.
El cambio climático es injusto. Aquellos que han producido menos emisiones, son los que tienen costes de un clima cambiante y en muchos casos esos costes son los que agudizan las desigualdades sociales ya existentes.
“El cambio climático es injusto. Aquellos que han producido menos emisiones, son los que tienen costes de un clima cambiante, que agudizan las desigualdades sociales ya existentes”.
Una transición climática ambiciosa
Aunque Chile tuvo que renunciar a recibir la COP25 en nuestro país, no renunciamos a la convicción profunda de la relevancia que tiene para nuestros ciudadanos dar la batalla con sentido de urgencia, por una acción climática ambiciosa, con una transición justa y con un enfoque especial en el impacto de las políticas para las personas y los países más vulnerables.
Chile es uno de los países más afectados y vulnerables respecto al cambio climático, tenemos siete de los nueve criterios de vulnerabilidad frente a él.
La ambiciosa agenda climática para Chile hoy está más vigente que nunca, por eso el llamado es a trabajar juntos por el éxito de la COP25 que permita la implementación efectiva del acuerdo de París, e impulsar la ambición con foco en las personas.
Sólo de esta manera se permitirá incluir a gobiernos locales regionales y al sector privado como agentes fundamentales de las transformaciones sociales y económicas que necesitamos.
Todos tenemos problemas sociales y ambientales. La diferencia está en la convicción para reconocerlos, enfrentarlos y adquirir compromisos concretos, con fechas específicas que permitan transformarlos en metas e impulsar los cambios que requerimos.
Nuestro objetivo como presidencia es tener una COP exitosa, y movilizar la acción climática en el mundo. No sólo impulsaremos compromisos concretos para la carbononeutralidad del año 2050, sino también vincular estos objetivos con los problemas socio ambientales locales, acelerando la toma de decisiones para su solución, porque las personas deben ser el centro de la acción climática.
Confío en nuestra gente y en nuestro país, el objetivo es trabajar por un desarrollo más humano, más justo, más inclusivo y más sustentable. El dolor que hoy sentimos como chilenos, nos impulsa a trabajar con esperanza.
*En discurso emitido en el Forum Nueva Economía el 27 de noviembre de 2019.