La Agenda 2030 reconoce en todos los actores de la sociedad la responsabilidad de cooperar con el desarrollo de nuestros países y hace un especial llamado a la colaboración entre múltiples interesados, buscando aunar recursos para el cumplimiento de los objetivos y lograr un mayor impacto del esfuerzo realizado para “que nadie quede atrás”.
La implementación de la Agenda 2030 es para Chile una política de Estado, respecto de la cual convergen los aportes de la sociedad civil, el sector privado, la academia y el Estado.
Con enfoque de alianzas existe, por un lado, un esfuerzo conjunto conducido por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, con una tarea imprescindible para el desarrollo de Chile y que está focalizado en atender a 16 grupos vulnerables del país.
Por otro lado, la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) convoca a los actores nacionales a participar y dar cuenta crecientemente del compromiso de la cooperación Sur-Sur y Triangular chilena con el desarrollo sostenible de otros países.
Los objetivos de la Agenda comprometen, a escala mundial, a que todos los ciudadanos y las generaciones futuras tengan oportunidades para desarrollar sus talentos y cuenten con seguridades que les permitan sostener sus vidas con dignidad.
“El sector privado busca oportunidades de negocios internacionales, debiendo asumir una responsabilidad más amplia, socialmente inclusiva y ambientalmente sostenible”
Replantear quiénes somos “nosotros”
Los desafíos de desarrollo globales buscan superar la pobreza, la desigualdad e inseguridad, siendo ellas de tal magnitud, complejidad y urgencia que nos exigen revisar nuestros roles, el sentido de propósito de cada cual y proporcionar respuestas que incidan sistémicamente.
Por esa razón, debe existir un esfuerzo colaborativo y ampliar la definición de quiénes somos “nosotros” más allá de las fronteras.
Los retos globales actuales están caracterizados por un contexto de cambios amplios, continuos y de una velocidad exponencial, abarcando los efectos causados por el cambio climático, por los cambios demográficos, “la automatización e internet de las cosas”, de la forma de relacionarnos y del sentido de pertinencia, entre otros.
En ese contexto de sistemas complejos, ni el sector público ni el mercado tienen respuestas por si solos para reaccionar frente a una concepción de desarrollo multidimensional.
En consecuencia, y dada la magnitud de la tarea de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, corresponde que el sector público y las agencias de desarrollo internacional lideren, coordinen e implementen acciones en torno de los bienes públicos globales, mediante políticas efectivas y eficientes, necesariamente nutridas con iniciativas de la sociedad civil, el sector privado y la academia.
El sector privado busca oportunidades de negocios internacionales, debiendo asumir una responsabilidad más amplia, socialmente inclusiva y ambientalmente sostenible.
Por otra parte, la academia debiese buscar profundizar su misión a través de una vinculación con el medio internacional, en un entorno de creación y aplicación de conocimientos sin fronteras.
Y la sociedad civil debe contribuir al desarrollo estrechando las brechas de confianzas, en la diversidad cultural, entre los distintos actores públicos y privados.
Ejemplos de alianzas
Desde la Cooperación Sur-Sur y Triangular, nuestra agencia lidera desde hace un año una “Mesa de Cooperación Multiactor”, instancia en la cual representantes del sector público, privado, académico y de la sociedad civil de nuestro país acordaron llevar a cabo una “hoja de ruta”, que busca promover la creación de redes y alianzas multiactores para implementar la Cooperación Sur-Sur, bajo el compromiso de Chile con el desarrollo sostenible.
Esta “hoja de ruta” tiene por objetivos: levantar información y visibilizar el actual quehacer internacional de la cooperación de los distintos actores chilenos; identificar nuevas oportunidades de cooperación Sur-Sur; llevar a cabo iniciativas de educación para el desarrollo que faciliten la comprensión de una cultura de cooperación internacional en los chilenos, y diseñar y gestionar redes, mecanismos e instrumentos de colaboración que faciliten complementar capacidades de cada uno de los actores de desarrollo para obtener resultados efectivos.
El 4 y 5 de junio de 2019, la AGCID y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) organizaron, en el marco del Fondo Chileno de Cooperación Sur-Sur Iberoamericano, un encuentro internacional cuyo objetivo fue intercambiar información respecto de “La participación del sector privado en la cooperación para el desarrollo”.
El evento permitió constatar la innovadora e incipiente tendencia en la cual las alianzas público-privadas de países en desarrollo despliegan capacidades complementarias, siguiendo modelos socialmente más inclusivos y sostenibles.