Desde Andorra, como Secretaría Pro Tempore (SPT) de la Conferencia Iberoamericana, veníamos trabajando con muchos éxitos durante el 2019, que finalizó con una reunión de cancilleres muy productiva y mucho trabajo en torno a la cooperación iberoamericana. Comenzamos 2020 con la misma ilusión, cuando de repente todo se paró. El gobierno de Andorra se focalizó a gestionar la crisis, como el resto de los países.
La cooperación natural de Andorra es con los países vecinos, España y Francia, pero mientras ellos también tenían que gestionar la urgencia sanitaria, Andorra tuvo que tomar acciones rápidas, no solo sanitarias sino también económicas y sociales, para evitar un colapso.
La preocupación principal fue no colapsar el sistema sanitario, porque solo tenemos un hospital, pocas camas en la Unidad de Cuidados Intensivos y pocos recursos de personal para gestionar una pandemia
Una de las medidas sanitarias fue solicitar la asistencia de personal médico a través del programa de cooperación con Cuba . Otra medida fue realizar rápidamente un “screening” (test) a toda la población.
El hecho de que tengamos 75.000 habitantes nos ha permitido implantar un sistema de test global dos veces en 15 días. Creo que somos uno de los pocos países en hacerlo de este modo. Esto ayudará a tener una estrategia precisa y una desescalada con datos fiables.
Desafíos importantes y nuevos planteos
El turismo y el sector de los servicios son fundamentales para el Producto Interior Bruto (PIB) del país, ya que tenemos poca industria. Si las fronteras están cerradas, tampoco vienen turistas.
Esta crisis nos va a permitir reflexionar en cómo reconvertirnos como país; replantear nuestra economía, tal vez crear una industria. Son decisiones que se tendrán que tomar en este sentido.
Como SPT, la crisis también nos ha hecho plantearnos un nuevo calendario de actividades, un nuevo modo de trabajar, nuevas formas de comunicarnos con los ciudadanos y de educar, usando nuevas tecnologías y la innovación en todos los ámbitos.
Las crisis hace más evidentes problemas que ya existían, como la brecha digital, la desigualdad en la educación, la necesidad de proteger a grupos vulnerables.
Como en otros países, también en Andorra se ha prestado una atención particular al tema de la violencia de género durante este confinamiento. Todo esto es algo en lo que tendremos que trabajar.
Entonces, al lema de nuestra cumbre, que es “Innovación para el Desarrollo Sostenible – Objetivo 2030”, tendremos que añadirle un espacio de diálogo para que los 22 países de la región puedan compartir cómo afrontan esta crisis, sin dejar atrás los otros temas importantes.
Para la SPT, este espacio multilateral obviamente quedará afectado en su manera de trabajar, pero no en su esencia de abrir ámbitos de participación a los países, intercambiar experiencias y cooperar.
Participación ciudadana
Para la implementación del sistema de “screening” a toda la población hubo una colaboración entre el gobierno central, el gobierno local y la ciudadanía (voluntarios formados para organizar los stop labs y realizar las pruebas)
En el caso de Andorra, lo local ha sido relevante. El país está formado por siete municipalidades y, aunque ha sido una acción del gobierno, son ellas las que pusieron en marcha el test en las comunidades.
Además, un equipo de jóvenes, emprendedores e ingenieros han participado en la implantación de esta estrategia.
La sociedad civil andorrana ha sido clave también. El gobierno de Andorra abrió una cuenta para realizar aportes económicos para la atención de la emergencia y la ayuda fue importante.
Retos para la cooperación
La región iberoamericana es líder en Cooperación Sur-Sur. Andorra es miembro del programa desde el 2018, y estamos descubriendo su potencial.Es uno de los mejores programas que existen. Estoy muy orgullosa que hayamos entrado durante mi mandato.
Es uno de los mejores programas que existen. Estoy muy orgullosa que hayamos entrado durante mi mandato.
Esta crisis sanitaria ha dejado a la cooperación frente al reto de defender el multilateralismo en un formato renovado, recordando que lo urgente no debe dejar atrás lo importante: la educación, el medio ambiente, la brecha digital y la violencia de género, entre otros.