El cambio climático no puede resolverse de manera aislada, dado que la atmósfera representa un bien común y las emisiones de carbono de algunos países afectan a otros. Los países más afectados por este problema son los que menos han contribuido al cambio climático, y a su vez los que tienen mayor nivel de pobreza y menor capacidad para adaptarse a estos cambios.
En este marco, se han intentado llevar a cabo gran cantidad de acuerdos internacionales para moderar y limitar el efecto invernadero. Al no existir una autoridad supranacional, las negociaciones están atravesadas por múltiples actores e intereses, dando lugar a un contexto complejo que se denomina Gobernanza Ambiental Global.
Una de las respuestas para enfrentar el cambio climático ha sido la creación de mecanismos de créditos de carbono, la cual ha abierto un debate técnico, económico y político sobre los efectos de la mercantilización de los recursos naturales. Mediante el Protocolo de Kioto, se crea el Mecanismo de Desarrollo Limpio, por el cual se promueve que los países en vías de desarrollo reciban inversiones para crear fuentes de energía limpia y alcancen metas de desarrollo sustentable. A su vez, al ser un mecanismo de mercado, permite a los países desarrollados utilizar los créditos resultantes de la reducción de emisiones para contribuir a cumplir sus compromisos de reducción asumidos.
Se producen serios problemas cuando no se involucra a los habitantes afectados en las decisiones de proyectos que les afectan
Sin embargo, serios problemas se producen cuando se realizan proyectos en países en vías de desarrollo que no involucran a los habitantes afectados en las decisiones. Esta situación se ha dado en varios países de América Latina, en particular con la creación de proyectos hidroeléctricos, que causan graves impactos ambientales, sociales y económicos tales como reasentamientos, pérdidas de hogares y medios de subsistencia. El impacto se agrava cuando los proyectos afectan a comunidades originarias, destruyendo patrimonio histórico, desintegrando comunidades y afectando la herencia cultural de los pueblos.
Esta investigación explora las condiciones que impulsan la participación ciudadana en dos etapas diferentes de los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio, analizando el proceso de toma de decisiones de las centrales hidroeléctricas en Barro Blanco en Panamá, Santa Rita en Guatemala, Baba en Ecuador y Marañón en Perú.
Se observa que no ha existido un criterio claro respecto a cómo incluir a las partes interesadas en el proceso de toma de decisión. Esta falta de requisitos específicos se refleja antes de la validación del proyecto, donde las regulaciones internacionales son hechas por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Asimismo, luego de que los proyectos son aprobados, las autoridades de cada país pueden mantener un amplio margen de arbitrariedad, dependiendo de las instituciones y mecanismos de control de cada país. Como consecuencia, en cada caso se producen condiciones desiguales para la aprobación y ejecución de los proyectos.
Finalmente, se concluye que la calidad de la participación está condicionada por la falta de reglas claras del Mecanismo de Desarrollo Limpio, así como la ausencia de mecanismos autónomos para asegurar la rendición de cuentas y hacer cumplir las regulaciones en los distintos niveles de las instituciones involucradas.