¿Es la Agenda 2030 una oportunidad para la igualdad?

¿Es la Agenda 2030 una oportunidad para la igualdad?
La implementación de la Agenda 2030 supone una oportunidad para lograr la igualdad de género.

La agenda internacional de desarrollo ha experimentado importantes cambios en su marco institucional de decisión y en la orientación de sus objetivos. La visibilización de las desigualdades entre mujeres y hombres como consecuencia de la discriminación que sufren las mujeres y niñas en todos los ámbitos de la vida, ha sido posible por la presión que el feminismo internacional ha logrado imprimir en los procesos de conformación de una agenda global de desarrollo. El artículo revisa la evolución y los principales hitos en este proceso con tres objetivos: describir y analizar la incorporación de la igualdad de género en los marcos de política global, valorar las iniciativas programáticas que generan y su consistencia, e identificar el impacto del feminismo internacional.

El logro de la igualdad de género como objetivo de desarrollo y por ende, de la acción y de la política pública, constituye un compromiso ampliamente respaldado por la comunidad internacional y por gran parte de los estados en todo el mundo. La IV Conferencia Internacional sobre las Mujeres y su Plataforma de Acción (Beijing, 1995) supusieron un hito fundamental en el proceso de visibilizar las desigualdades entre hombres y mujeres como consecuencia de la discriminación que sufren mujeres y niñas en todos los ámbitos de la vida. Así mismo, se avanzó en la promoción de un compromiso político para el logro de la igualdad sustantiva, que además de reflejarse en el plano formal y legal, incluya logros efectivos en términos de igualdad de resultados, para lo que se requieren medidas específicas y de equidad impulsadas por los estados. Fruto de este consenso internacional se acodaron dos estrategias fundamentales para el logro de la igualdad efectiva: el empoderamiento de las mujeres y la transversalidad de género o mainstreaming de género.

La visibilización de las desigualdades entre mujeres y hombres ha sido posible por la presión del feminismo internacional

La desigualdad entre mujeres y hombres sigue siendo un reto local y global compartido en la promoción de procesos de desarrollo inclusivos y sostenibles, pero también como una condición necesaria para el logro de objetivos de desarrollo en sus dimensiones económica, social y ecológica. Indicadores como la mortalidad materna, la prevalencia de distintas violencias contra mujeres y niñas, así como de prácticas culturales perjudiciales (como el matrimonio precoz o la mutilación genital femenina), el acceso limitado al sistema educativo, la brecha salarial y de participación en procesos de toma de decisiones en el ámbito político o económico, o la responsabilidad desproporcionada de las mujeres con respecto al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, muestran que la igualdad de género como objetivo de desarrollo, requiere todavía de intensos esfuerzos por parte de la comunidad internacional y de los propios estados.

El análisis de la evolución de los marcos de política referidos a la igualdad de género y al empoderamiento de las mujeres y las niñas, así como de las iniciativas programáticas que generan dichos marcos, puede ofrecer una información muy relevante en la valoración de los aprendizajes y prácticas exitosas para el logro de la igualdad de género. Los desafíos que plantea el escenario internacional y la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible referidos al logro de la igualdad de género, requiere de enfoques innovadores de análisis de los procesos de toma de decisiones de política en el ámbito internacional, así como de revisiones de la experiencia doctrinal y programática que nutran de propuestas eficaces y transformadoras la implementación de políticas de desarrollo destinadas a la igualdad entre hombres y mujeres.

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