La investigación que aquí se presenta tiene como título: Dos estudios de caso sobre la experiencia escolar de éxito de alumnas inmigradas. Un deseo de aprender que se abre. Un título que intenta reflejar cómo la vida no nos viene pre-fijada a pesar de ser estudiante, mujer o inmigrante. Ya que como se puede leer en las páginas de este estudio, a la vida le vamos dando sentido cada quien desde nuestros recorridos, decisiones y vivencias; construyendo un orden propio a lo que por defecto parece que nos viene dado (en la escuela o en la sociedad en general).
Más allá de esta visión global sobre la vida, esta investigación se corresponde con un estudio académico (tesis doctoral) de corte cualitativo, cuyo foco se sitúa junto a dos estudiantes inmigradas de sexo femenino que se encuentran cursando la Educación Secundaria Obligatoria. En el estudio se rescata la peculiaridad de que son estudiantes que tienen éxito escolar; no obstante, el éxito no es entendido sólo como la obtención de altas calificaciones, sino más bien, trata de atenderlo desde las distintas manifestaciones expresadas por las protagonistas y que lo vinculan al hecho de haber tenido una experiencia positiva con la institución y los saberes escolares (a pesar de algunas dificultades), y al propio deseo de querer continuar estudiando en etapas posobligatorias.
El estudio se centra, como bien señalamos más arriba, en la vida de dos chicas inmigradas que se abren paso por el intenso mundo académico de la ESO y que dirigen sus expectativas hacia el camino del bachillerato. Lo que se abre con este estudio es la posibilidad de conocer los entresijos que experimentan estas adolescentes en relación a tres focos: sus relaciones con el saber y la cultura (¡qué siempre es un más!), la relación que establecen con ellas mismas y con sus familias, y sus relaciones con la propia experiencia de migrar a otro país; además de comprender cómo, la confluencia de estos planos de vida, les ayuda a ir conformando su identidad, en cuanto que se van pasando de adolescentes a convertirse en mujeres.
Los datos de la OCDE avistan como las chicas son las que mejores notas tienen
Queda de manifiesto con esta investigación, que ser chica y ser inmigrante no está reñido con ser buena estudiante en el sentido más amplio del término. Los datos de la OCDE avistan como las chicas son las que mejores notas tienen en relación a los chicos y por eso son tenidas en cuenta como mejores estudiantes. Pero a lo que nos referimos aquí es a como ser “buena estudiante” significa mostrar claros deseos por aprender y hacer más allá de lo que ofrece la escuela en cuanto que recorridos, procesos, contenidos y metodologías. Y este es el caso de Anabelle, una estudiante de origen alemán que, a pesar de experimentar una trayectoria escolar llena de altibajos (repite 3º ESO), es capaz de demostrarse a sí misma (y a sus profesores) que toda la pasión y deseo que pone para mejorar sus resultados académicos le hacen aprender a tomar decisiones cada vez más libres y que le hacen sentirse bien con ella misma (tal y como le aconsejaba su madre: “[…] se una mujer libre, que tome sus propias decisiones para continuar, aunque a veces suspendas”).
Sin embargo, para Sabina, la historia de su familia que vive en Rusia le hace de punto de anclaje entre las posibilidades que se le ofrecen en la escuela para estudiar (que, según ella: “no siempre son demasiado motivadoras y estimulantes”) y su deseo siempre sempiterno de aprender más allá de los contenidos académicos.