Los museos iberoamericanos apuestan por un modelo de gestión más sostenible que trascienda a una mirada meramente ambiental para contemplar el aporte social, económico y cultural al desarrollo sostenible.
“La sostenibilidad en los museos es mucho más que una política de ahorro energético, contar con papeleras de reciclaje o ser económicamente sostenibles. Se trata de una mirada transversal que está muy ligada a las dimensiones de la Agenda 2030, explica Mônica Barcelos, Secretaria técnica Ibermuseos, programa de cooperación iberoamericana que en mayo de 2023 presentó la “Guía de Autoevaluación en Sostenibilidad de Museos” para fomentar una gestión sostenible y buenas prácticas dentro de las instituciones museales.
Esta herramienta digital de autodiagnóstico permite a los museos “revisarse a sí mismos” para conocer y medir su grado de sostenibilidad desde una perspectiva holística que aborda aspectos como las prácticas de gestión, la comunicación y mediación, la preservación y conservación hasta la investigación y programación, con especial énfasis en la participación de las comunidades, explican desde el Programa Ibermuseos.
Este recurso gratuito, que ya está disponible para las más de 10 mil instituciones museísticas de Iberoamérica, se puede utilizar de manera autónoma a través de la plataforma en línea de diagnósticos de Ibermuseos. Los 55 indicadores que se presentan en forma de preguntas permiten evaluar el grado de sostenibilidad a partir de las cuatro funciones primarias de los museos: Preservación/Conservación, Comunicación, Investigación, Educación y Gobernanza, esta última, una función transversal.
Estos indicadores incluidos en las preguntas de la herramienta contemplan aspectos centrales del día a día de la gestión de las instituciones, como medios y recursos que se utilizan, procesos y rutinas de trabajo, servicios ofrecidos a la sociedad, mecanismos de liderazgo, planificación y resultados alcanzados.
Ibermuseos presenta una guía de autoevaluación conocer el grado de sostenibilidad de las prácticas diarias de los museos de la región, así como su impacto en las comunidades donde están presentes.
Sin embargo, el mayor aporte, explica Barcelos, es que “vamos más allá del diagnóstico”, ya que la guía indica posibles caminos de mejora según los resultados de la autoevaluación. De esta manera se avanzará en la sostenibilidad de las instituciones museales partiendo de la realidad concreta y a la vez diversa de los distintos países iberoamericanos.
La información que aporten los museos al completar su autoevaluación permitirá conocer de forma más profunda cómo están incorporando las instituciones iberoamericanas la sostenibilidad a sus prácticas diarias y cómo ello impacta en la vida de las personas.
“Queremos que los museos tengan una comprensión más clara de cómo se aplica la sostenibilidad a su actividad y por qué es útil trabajar con ese enfoque de forma transversal”, subraya la Secretaria Técnica de este programa de cooperación que pertenece al Espacio Cultural Iberoamericano. El objetivo último es “maximizar todos los impactos positivos que tienen las instituciones museales y lograr que su gestión sea más respetuosa con su entorno”.
Sembrando ciudadanía cultural
Más de 10 mil museos mapeados en la región iberoamericana actúan como dispositivos territoriales para ejercer ciudadanía cultural y muchos de ellos ya están contribuyendo directamente a la concienciación acerca de la sostenibilidad desde diferentes enfoques, explican desde el Programa Ibermuseos.
Pero ¿qué se entiende exactamente por un museo sostenible? “Son los que se comprometen con la sostenibilidad en sus dimensiones ambiental, cultural, social y económica, promoviendo una gestión que responda a las necesidades de su entorno (…)”, según el Marco Conceptual Común en Sostenibilidad (MCCS), presentado en 2019 por Ibermuseos y que propone una nueva definición de sostenibilidad aplicada específicamente a este sector.
Asimismo, un museo sostenible se compromete plenamente con su función social, es proactivo y establece lazos con su entorno, propicia la participación ciudadana y concibe la sostenibilidad como un proceso de mejora continua en el que las cuatro dimensiones—ambiental, social, económica y cultural—interactúan en todos sus procesos.
Los museos sostenibles se comprometen con la sostenibilidad desde una dimensión ambiental, cultural, social y económica, respondiendo en su gestión a las necesidades de su entorno.
“La sostenibilidad debe entenderse como una dimensión integral de la labor de las instituciones y no una responsabilidad compartimentada en departamentos. Tampoco es algo que requiera en todos los casos grandes inversiones presupuestarias, sino más bien un cambio de enfoque en la gestión”, amplía Barcelos.
En la definición iberoamericana de sostenibilidad para los museos, se incluye también a los llamados “procesos museísticos”, iniciativas que no están oficialmente reconocidas como museos, pero que trabajan activamente en la preservación de la memoria social y las expresiones culturales de sus comunidades y crean lazos sociales.
Estos procesos e iniciativas pueden ser actividades de cultura independiente, redes y asociaciones que salen de los circuitos de la cultura más oficial, elitista o tradicional, pero que juegan un papel activo en la conservación de la memoria patrimonial de sus comunidades. Son experiencias que en un futuro podrían convertirse en museos y que, explica Barcelos, valorizan y preservan el patrimonio cultural y documentan la memoria social muchas veces, sin ser plenamente conscientes de ello. Esos espacios, según este criterio, también están contribuyendo a la sostenibilidad desde la relación con su entorno y desde la promoción de la diversidad cultural.
El camino de la sostenibilidad
El lanzamiento de la herramienta de autoevaluación en sostenibilidad es el resultado de más de una década de trabajo desde la creación en 2014 de la Mesa Técnica de Sostenibilidad con participación de representantes de instituciones de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, España, El Salvador, México, Perú, Portugal y Uruguay.
En 2019 se alcanza un punto de inflexión, cuando la sostenibilidad se convierte en eje transversal de toda la acción del Programa Ibermuseos. Ese mismo año, se presentó el Marco Conceptual Común en Materia de Sostenibilidad (MCCS), una carta de navegación conjunta para avanzar en la sostenibilidad desde la práctica concreta de los museos y con una visión compartida.
El siguiente hito ha sido la reciente presentación en mayo de 2023 de la guía de autoevaluación, resultado de un proceso colaborativo y participativo que recoge criterios comunes para los países participantes.
Se trata de un camino que aún no termina, porque a partir de la información que se vaya obteniendo con la herramienta de autoevaluación (en un primer momento sobre 33 museos de los 12 países miembros), anuncia Barcelos, se trabaja en la presentación de un “Sello Iberoamericano de Sostenibilidad” y un Premio de Buenas Prácticas en Sostenibilidad.
Ibermuseos trabaja en la presentación de un Sello Iberoamericano de Sostenibilidad y un Premio de Bunas Prácticas en Sostenibilidad
Asimismo, los próximos 5 y 6 de julio, se realizará en Brasilia la primera “Jornada Iberoamericana de Museos y Sostenibilidad”, para analizar los desafíos y oportunidades en el camino hacia museos más sostenibles, crear sinergias entre instituciones de la región y avanzar en una agenda de acción común en materia de sostenibilidad para el sector.
