En Iberoamérica, la creatividad y la resiliencia de las comunidades es muy poderosa. Varios ejemplos muestran el camino de la reconstrucción en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus.
Uno de ellos es Territorios en Acción, “un mapeo de construcción colectiva de conocimiento para abordar la crisis sociosanitaria provocada por #covid19, donde son las propias organizaciones las que deciden participar enviando sus datos y alimentando con sus respuestas un mapa interactivo”.
Así lo explicó Adriana Rofman, investigadora del Observatorio del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), en Argentina, durante el conversatorio “Las organizaciones de la sociedad civil frente a la pandemia”, en el que participó recientemente junto a más de 250 asistentes de Latinoamérica y que fue organizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
“Todos hablan de la importancia de la tarea que están cumpliendo las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las organizaciones comunitarias en la emergencia. Sin embargo, no se cuenta con información fidedigna para saber de qué manera, con quiénes y con qué resultados”, remarcó la investigadora, quien presentó el informe preliminar durante el evento al que puede accederse en el siguiente enlace.
En las aulas
Otro claro ejemplo es la educación.
Para todos es evidente la crisis en el sector de la salud, “pero estamos ante una crisis educativa sin precedentes”, dice Ramón Almansa, director ejecutivo de la Fundación Entreculturas, una organización no gubernamental para el desarrollo (ONGD) que trabaja por el derecho a la educación y la justicia social.
Mientras las escuelas permanecen cerradas en toda América Latina y el Caribe, hay más de 170 millones de niños y niñas fuera de las aulas, según datos del Banco Mundial.
Cuando se cae lo educativo, se caen también temas de contención, de protección de la infancia, de seguridad alimentaria
Las organizaciones sociales están en el terreno y eso las pone en una situación privilegiada para ayudar a los Estados, los gobiernos y la comunidad internacional a detectar dónde están algunos de los problemas críticos.
Por ejemplo, al principio se habló de la brecha digital, pero “no se trata sólo de conectividad y de comprar una tableta, sino de invertir en plataformas educativas y en la formación de capacidades para un nuevo modo de educar”, subraya Almansa.
Esto implica entender la educación en todo el proceso de enseñanza.
“Cuando se cae lo educativo, se caen también temas de contención, de protección de la infancia, de seguridad alimentaria”, explica Almansa, para quien también bay que incidir para transformar.
Para ello, dice el director de Entreculturas, “hay que nombrar las cosas”. Luego, hacer aflorar las experiencias que están siendo exitosas. Finalmente, entender que esta crisis es global y que “si no abordamos todos sus elementos, nos estamos equivocando”.
En la innovación las soluciones vienen de abajo. Por eso, las organizaciones sociales no pueden estar fuera. Y no es que no estemos las instituciones, sino que no está la gente
Esta situación “nos ha hecho hablar de los problemas esenciales, pero hablábamos con un lenguaje muy técnico, la gente de la calle no nos entiendía, había una desconexión con la ciudadanía”.
Una agenda de innovación social
Para el sector de la cooperación, la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible muestra un camino, una hoja de ruta para enfrentar los desafíos pos COVID-19.
En la innovación, las alianzas son cruciales.
“A lo mejor no es hacer cosas muy distintas, pero hacerlo con más actores distintos”, opina Almansa.
“En la innovación las soluciones vienen de abajo. Por eso, las organizaciones sociales no pueden estar fuera. Y no es que no estemos las instituciones, sino que no está la gente”, remarca.
Habría que preguntarse cómo hubiera sido este contexto de crisis sin la existencia del multilaterismo y del liderazgo de las organizaciones internacionales
Por su parte, Rofman añade: “Es cierto que en momentos de crisis no es oportuno pensar en reglas o mecanismos de institucionalidad. Es momento de actuar, pero cuando pase esta situación habrá que discutirlo. Es una deuda con la participación ciudadana”.
“Es importante creer en lo multilateral”, afirma Almansa. Y que las organizaciones mejoren su eficiencia y eficacia para ganar credibilidad, para que no se empañe eñ multilateralismo.
“Habría que preguntarse cómo hubiera sido este contexto de crisis sin la existencia del multilaterismo y del liderazgo de las organizaciones internacionales”, completa.
Y una vez pase esta pandemia, sugiere Rofman, preguntarse si el papel que está cumpliendo esta trama organizativa tan diversa y a la vez tan patente de la sociedad civil podría sentar una de las bases de un modelo de desarrollo diferente, más justo y sostenible.
La escuela en la radio
En Venezuela, la educación por radio lleva décadas desarrollándose en distintos contextos, y el Instituto Radiofónico de Fe y Alegría (IRFA), una de las organizaciones socias de Entreculturas en el país, es un referente en cuanto a la educación a distancia se refiere.
El IRFA actualmente cubre desde la educación infantil hasta la universitaria.
El programa “La escuela en la radio” completa la dinámica de educación a distancia establecida por los centros educativos, quienes han repartido unidades didácticas entre su alumnado. A través de este programa diario de una hora de duración, los niños y niñas de preescolar y primaria participan en este espacio de refuerzo escolar.