«La pandemia ha empeorado la vulnerabilidad de las personas migrantes»

Así afirma la Dra. Galia Vianka Robles Santana, presidenta de Iber-rutas, un programa de la cooperación iberoamericana. Cómo se llevan a cabo los proyectos culturales y cómo se integra al migrante son algunos de los temas que trata en esta entrevista.

«La pandemia ha empeorado la vulnerabilidad de las personas migrantes»
Espacios rehabilitados en México para migrantes

Recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió que algunas medidas que se han tomado para controlar el coronavirus han afectado a los migrantes en todo el mundo.

En esta situación, ¿qué sucede y qué se está haciendo para visibilizar a los millones de migrantes en los países receptores en Iberoamérica?

La Dra. Galia Vianka Robles Santana, presidenta de Iber-rutas y directora general del Centro Cultural Tijuana (CECUT), responde desde México: “Con la pandemia del coronavirus, los migrantes están en una situación de mayor vulnerabilidad. Por eso, trabajamos en sinergia con los grupos independientes, los colectivos de artistas, pero también con el activismo vital de la sociedad organizada”.

Iber-rutas es un programa de cooperación promovido por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) desde el 2010, que busca fortalecer las rutas de derechos e interculturalidad en la migración iberoamericana. Lo integran diez países: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, España, México, Paraguay, Perú y Uruguay.

Con la pandemia del coronavirus, los migrantes están en una situación de mayor vulnerabilidad

“El año pasado propusimos hacer un mapeo de los trayectos culturales que sigue la migración en Iberoamérica. De alguna manera estamos todos conectados”, afirma Robles Santana.

Por eso, desde Iber-rutas proponen un inventario de cómo la movilidad cultural aglutina a las personas, incluyendo lo cultural, lo religioso y lo gastronómico.

La presidenta de Iber-rutas cree que es esencial trabajar con otros programas de cooperación afines, como IberCultura Viva o IberCocinas, en iniciativas como Sabores Migrantes, un concurso para compartir recetas de cocina según usos y costumbres de los migrantes.

Sabores Migrantes tiene relevancia porque la gastronomía nos hace coincidir. Y ese es el gran valor que podemos trabajar de manera universal”, dice Robles Santana.

Cada país que integra Iber-rutas puede bajar al campo estos proyectos e identificar a través de qué elemento de la cultura los integramos, relata.

 
Problemas urgentes

Cuenta que en Tijuana el trabajo que se hace con la migración es constante porque, a pesar de la pandemia, el flujo migratorio sigue siendo intenso.

“Hay  niños y jóvenes que son deportados y sus padres se quedan en Estados Unidos. Están indefensos. Y lo que se hace es crear programas para ayudarlos a sobrellevar esa situación”, dice Robles Santana.

Sin embargo, debido a la pandemia, los espacios para migrantes están cerrados y no existen lugares para recibirlos. La población está dispersa en la ciudad, muchos en condición de calle, y aún siguen llegando, relata la directora del CECUT.

Robles Santana añade que también urge abordar el tema de la equidad de género: “Atender a estos otros sectores que tienen los mismos derechos y la misma condición que cualquier otro”.

“En términos migratorios, la comunidad transgénero es vulnerada. Trabajamos de manera directa con artistas para empoderarlos e incorporarlos a la vida productiva”, afirma.

 
El impacto en los proyectos de “Iber rutas”

La pandemia -indica Robles Santana- puso en evidencia el poder de resiliencia de la cultura, el acompañamiento social tan necesario. Y obliga a las instituciones al buen uso de la tecnología. “Está saliendo un activismo de mucha solidaridad”, agrega.

Es una posibilidad para “los que estamos en este programa, y en la misma sintonía con IberArtesanías e IberOrquestas Juveniles . La pandemia nos plantea problemas, pero también retos que parecía que no era urgente atender”.

Se irán sumando países, más allá de sus capacidades económicas, “pero ahora lo vital es la capacidad de gestión, de transversalidad, de comunicación. Y eso está sucediendo”, asegura Robles Santana.

Por eso, se han replanteado los alcances de las convocatorias: brindar mayores coberturas, sumar países y cambiar parámetros.

Todos los proyectos deben tener siempre presente a la migración -indica Robles Santana-. Hay que apelar a los valores y es fundamental pensar en la dignidad, “porque nos permite el sentido de la otredad”.

“Necesitamos verlos por lo que son, un gran potencial de personas que traen consigo una carga cultural histórica y también una gran posibilidad para fortalecer la economía en sus ciudades”, completa.