¿Qué es la Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible?

¿Qué es la Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible?

Uno de los logros más recientes del Espacio Cultural Iberoamericano (ECI) de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) es la Estrategia de Cultura y Desarrollo Sostenible, que pone en valor a la cultura como elemento transversal de las metas de la Agenda 2030.

Aunque la Agenda 2030 no presenta ningún Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) específico de cultura, sí reconoce su contribución al bienestar social, la cohesión social, la construcción de ciudadanía, la cultura de paz, así como al sentimiento de autoestima e identidad colectiva de los pueblos. La cultura constituye la base para la creación y la innovación, así como un poderoso vector de conocimiento.

En el plano económico, la cultura representa un sector estratégico para el desarrollo productivo, la competitividad, la creación de empleo de calidad y la promoción de un turismo cultural sostenible, entre otros.

La  Estrategia Iberoamericana de Cultura y Desarrollo Sostenible fue realizada por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en coordinación con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y enriquecida con los valiosos aportes de actores culturales, expertos/as, trabajadores de la cultura, gobiernos y sociedad civil durante el VII Congreso Iberoamericano de Cultura, realizado en México en noviembre pasado. Por tanto, hablamos de una estrategia que se construye con la participación del sector cultural y de ministerios de cultura, que ya están implementando sus acciones.

Con su aprobación por parte de los Jefes de Estado y Gobierno durante la XXVII Cumbre Iberoamericana, Iberoamérica se convierte en la única región del mundo con una hoja de ruta que vincula la cultura con el cumplimiento de los ODS y facilita una recuperación del sector cultural duramente golpeado por la pandemia.

Esta estrategia contiene cinco ejes y seis aspectos transversales que abordan conceptos clave como ciudadanía e institucionalidad cultural, así como el aporte económico y medioambiental de la cultura, tal y como se observa en el siguiente gráfico.

 

 

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