Creatividad, innovación, colaboración y un alto nivel de especialización en diversas áreas de conocimiento son elementos fundamentales para crear alianzas que permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contenidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Y sobran ejemplos de ello en Iberoamérica.
Un caso destacado es el de los Laboratorios de Innovación Ciudadana que impulsa la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Se trata de espacios en los que la ciudadanía busca y elabora soluciones creativas para problemas concretos de las comunidades.
El responsable del área de Innovación Ciudadana de la SEGIB, Pablo Pascale, sostiene que la colaboración y la disposición a compartir el conocimiento son cruciales para implicar a la ciudadanía en la resolución de dificultades.
“Los laboratorios que organizamos en Innovación Ciudadana son un espacio donde se articula la colaboración entre organismos internacionales, instituciones nacionales en todos los niveles, sector privado y ciudadanía, para hacer un aporte al cumplimiento de los ODS. Ellos son los verdaderos protagonistas de la solución que se produce en el laboratorio”.
Carlos Mataix lidera desde hace seis años el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid.
Desde su experiencia, afirma que la formación de profesionales especializados es una pieza fundamental para revitalizar las alianzas necesarias para lograr un desarrollo sostenible.
“Un cambio de esa envergadura no se puede esperar si no actuamos de un modo diferente, sino logramos una opción más concertada de las políticas públicas con el sector empresarial, con los inversores, con la sociedad y sus comunidades”.
Para Mataix, las alianzas son “el combustible que necesita Iberoamérica para afrontar esos retos complejos con éxito y a tiempo”.