Representantes de 21 gobiernos de Iberoamérica compartieron recientemente sus estrategias frente al coronavirus y sus planes de desescalada de las medidas de confinamiento.
Las experiencias se compartieron durante el foro virtual “Diálogo iberoamericano sobre medidas y estrategias de desescalada y de transición a la nueva normalidad frente al COVID-19”, convocado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), con el apoyo de la Secretaría Pro Tempore (STP) de la Conferencia Iberoamericana que ostenta Andorra y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
“La estrategia frente al coronavirus debe ser compartida por toda la sociedad para regresar a la normalidad con la mayor prudencia y resiliencia posible”, afirmó la secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan, ante otros funcionarios internacionales.
La estrategia frente al coronavirus debe ser compartida por toda la sociedad para regresar a la normalidad con la mayor prudencia y resiliencia posible
Además, Grynspan subrayó la importancia de la cooperación y el intercambio de experiencias entre los países de la Conferencia Iberoamericana para lograrlo.
En esa línea, representantes gubernamentales de España, Costa Rica, Chile, Portugal y Andorra explicaron en detalle cómo reducirán de forma gradual las medidas de confinamiento.
El caso de Costa Rica
Uno de los países que está en la etapa de desescalada es Costa Rica. Con el ingreso a la fase dos, que rige hasta el 20 de junio, ha habilitado los parques públicos, hoteles, restaurantes, cafés, gimnasios y escuelas de natación con una capacidad al 50 por ciento.
El plan incluye cuatro etapas hasta el mes de agosto, siempre que se mantengan las condiciones favorables.
¿Cómo hizo este pequeño país de alrededor de 5 millones de habitantes para frenar el COVID-19?
En declaraciones a Somos Iberoamérica, el ministro de Salud, Daniel Salas, explica que una de las claves es contar con “un sistema de salud universal y solidario con cobertura en todo el país”, además de adaptar los servicios sanitarios de acuerdo con las necesidades.
“El Ministerio de Salud funciona como ente rector impartiendo las políticas y lineamientos nacionales. Además de tener un sistema de vigilancia muy robusto”, añade Salas.
Y añade que los profesionales de la salud cuentan con firmeza y solidez a nivel técnico, lo que permite hacer “despliegues y controles de brotes”.
Asimismo, el sistema nacional de gestión de riesgo ayuda al sistema de salud para lograr “una trazabilidad prácticamente de todos los casos y hacer los confinamientos para evitar los posibles brotes”, puntualiza Salas.
Tenemos un sistema de vigilancia centinela que nos permite adaptar protocolos rápidamente, aumentando la cantidad de muestras
Además aplicaron protocolos especiales, por ejemplo en el caso de los transportistas, definiendo 33 puntos estratégicos en zonas de mayor densidad poblacional y también en pasos fronterizos. “La meta es llegar a 990 muestras por semana”, expresa el titular de Salud.
Según el ministro, la clave para el control de estos brotes está, además del sistema de salud, en la población. “Entendió lo que ocurrió en otros países y el mensaje de que, si no se comportan como deben comportarse en medio de una pandemia, la situación puede salirse de control”, remarca.
Entendió lo que ocurrió en otros países y el mensaje de que, si no se comportan como deben comportarse en medio de una pandemia, la situación puede salirse de control
Otra de las claves fue la toma de decisiones desde el gobierno, como la suspensión de las concentraciones masivas y de las clases, cuando “no teníamos un momento exponencial”.
De acuerdo con Salas, hasta el momento Costa Rica ha hecho las cosas bien, aunque “esto no garantiza que tengamos un buen desenlace, pero sí nos marca una ruta y esperamos que esta ruta se mantenga con el buen comportamiento de la población”.