La crisis impulsa el fortalecimiento de los sistemas de protección social

La crisis provocada por la pandemia del COVID-19 ha alejado a millones de personas de los sistemas de protección y seguridad social. Qué medidas se están tomando para revertirlo.

La crisis impulsa el fortalecimiento de los sistemas de protección social

El rápido avance del coronavirus ha transformado al continente americano en el nuevo epicentro de la pandemia, creando un impacto en los sistemas de salud, económicos y sociales que han afectado el mundo del trabajo y de la seguridad social para millones de personas en la región.

Datos de la  Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentes en el informe “El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19), prevén un aumento del desempleo de más de 11,5 millones, que podría generar casi 30 millones más de pobres en la región en 2020.

En este contexto, instituciones iberoamericanas han abierto nuevos espacios para el diálogo y la búsqueda de soluciones conjuntas.

Uno de estos espacios es la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), que ha puesto en marcha una estrategia de difusión en apoyo a las instituciones frente al COVID-19, tales como Monitoreo y Recopilación de las Medidas Adoptadas por los países, Análisis técnicos, Recomendaciones a las instituciones y a la ciudadanía, y difusión yformación, entre otras iniciativas.

“La OISS es consciente de que las sinergias y el trabajo conjunto entre países e instituciones en diferentes ámbitos como la salud, la ciencia, la educación, el trabajo y seguridad social, y la Cooperación Sur-Sur, entre otros, son fundamentales para superar las difíciles circunstancias generadas por el coronavirus”, ha dicho Gina Magnolia Riaño Barón, Secretaria General de la OISS.

 

Informalidad del empleo y grupos vulnerables

En América Latina y el Caribe, la tasa media de informalidad es de aproximadamente un 54%, según estimaciones de la OIT, situación que afecta a los grupos más vulnerables.

Las personas con trabajos informales “pueden afrontar peor una pandemia de estas características, dado que están al margen del sistema de protección social y de las medidas que se instrumentan desde el ámbito de las políticas públicas”,advierte la OISS en su web.

Las personas que se ubican en la informalidad no han podido acogerse a ninguna de estas medidas y, por tanto, la cobertura que han podido obtener es menor y desigual, así como el riesgo de pobreza asociado a estas carencias

El deterioro de la calidad del trabajo y de la protección social afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres, según la OIT.

Estimaciones del Observatorio de la OIT: El COVID-19  y el mundo del trabajo, 5ta edición, ha identificado brechas importantes en la proporción de mujeres que se desempeñan en sectores muy afectados por la crisis, como el trabajo doméstico y de cuidados.

Según este informe, en todas las regiones las mujeres representan la mayoría del empleo doméstico en situación de riesgo, 88,5 % en América.

El estudio precisa que la mayoría de los trabajadores del sector suelen ser migrantes, lo que aumenta su vulnerabilidad por la falta de protección social en los países de destino.

 
Medidas del los países

Desde la OISS señalan que los países iberoamericanos han adoptado distintas medidas económicas y asistenciales, como prestaciones y subsidios por cese de actividad (sean trabajadores en relación de dependencia o autónomos), por enfermedad o aislamiento preventivo, exenciones en el pago de cotizaciones, prohibición de despidos, creación de seguros de protección de ingresos o fórmulas como vacaciones y licencias remuneradas, entre otras.

“Lógicamente, las personas que se ubican en la informalidad no han podido acogerse a ninguna de estas medidas y, por tanto, la cobertura que han podido obtener es menor y desigual, así como el riesgo de pobreza asociado a estas carencias”, advierte la OISS.

Y, al igual que la OIT, aboga por una respuesta de emergencia adecuada y una estrategia de largo plazo.

“Los encargados de formular políticas tienen que aprovechar el impulso generado por la creciente conciencia del público sobre la importancia de la protección social y la urgencia de invertir en ella como sociedad, para asegurar la capacidad de respuesta en crisis futuras”, ha dicho Shahra Razavi, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

Algunas de estas medidas se describen aquí