La situación actual de pandemia ha impulsado la cooperación entre actores y países a nivel mundial para lograr la vacuna contra el coronavirus, tratamientos médicos adecuados y dar un renovado apoyo a la innovación científico-técnica.
Pero para conseguirlo es necesario crear condiciones favorables que incentiven la innovación y permitan encontrar soluciones a los retos que trae la llamada “nueva normalidad” y la salida a la crisis sanitaria y socioeconómica.
Una de estas condiciones es incentivar el uso estratégico de la propiedad industrial como instrumento de competitividad y desarrollo por parte de los sectores industrial, comercial y de investigación.
Se trata, precisamente, de los objetivos que persigue el Programa Iberoamericano de Propiedad Industrial (IBEPI), iniciativa creada por las Oficinas Nacionales de Propiedad Industrial de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay.
“El mundo entero ha redoblado esfuerzos por investigar y desarrollar una cura contra este virus mortal y es justamente aquí donde se han generado espacios para que la cooperación, la transferencia tecnológica, así como el intercambio de experiencias, se conviertan en los principales protagonistas”, explica la presidenta del programa, Fabiola Varela Mata, directora general del Registro Nacional de la República de Costa Rica.
¿Por qué cooperar?
“Pretender que los países de Latinoamérica, con sus distintos niveles de desarrollo, logren en forma aislada ponerse al corriente de la difusión, el uso y la protección de la propiedad intelectual no resulta realista, y es ahí donde el trabajo regional conjunto resulta fundamental”, dice Varela Mata.
De esta manera, IBEPI busca generar un marco común para promover la cooperación regional, de la mano de las experiencias y conocimientos de países que cuenten con un mayor recorrido y sistemas de propiedad intelectual más consolidados.
“Gracias a la propiedad industrial, la investigación y la innovación que esta promueve, los países pueden encontrar alternativas que les permitan palear las consecuencias de esta pandemia”, apunta la presidenta de IBEPI.
Y añade que lo pueden hacer “no solo compartiendo información tecnológica de carácter médico, sino también apoyando a los sectores más afectados, promoviendo formas innovadoras para la continuidad de la actividad productiva y de servicios en tiempo de pandemia”.
Beneficios para las PYMES
Una de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus es el de las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que más de 2,6 millones de PYMES podrían cerrar este año como consecuencia de la pandemia.
Por eso, IBEPI ha creado y apoya constantemente CIBEPYME, una plataforma exclusiva para guiar a las PYMES en el aprovechamiento de estas fuentes de información.
Uno de los desafíos más grandes que han enfrentado los países y no solo en esta crisis es la educación en propiedad industrial y la conciencia acerca de su importancia en el desarrollo de las PYMES, cuenta Varela.
“Si bien los gobiernos trabajan para que nuevos productos lleguen al mercado, por aumentar sus opciones de comercialización, lo cierto del caso es que con una debida diligencia de la propiedad industrial en las PYMES se puede elevar la productividad y la competitividad, logrando acceder a las cadenas de valor en el mercado”.
Bases de datos de patentes
Este año, IBEPI ha estado trabajando para la elaboración y distribución de guías para el uso de información tecnológica de las bases de datos de patentes, que les permitan a científicos, investigadores e innovadores acceder a información técnica valiosa para enfrentar los nuevos retos.
“Los países participantes en este proyecto han aprobado y están participado en la elaboración de un boletín de vigilancia tecnológico enfocado en el tema de la pandemia, para compartir posibles soluciones tendientes a una mejor atención de la situación sanitaria, el cual esperamos poner en circulación próximamente”.
IBEPI surge a partir del trabajo realizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)