Las pymes son un componente fundamental de las economías latinoamericanas.
Expresan la mayor parte del empleo (70%), sólo el 40% del empleo formal y casi la totalidad de las empresas (97%), pero con una participación en el PIB bastante menos significativa.
Sólo el 45% de las pymes latinoamericanas logran sobrevivir los primeros dos años.
Mediante el fomento de la innovación, la creatividad y el trabajo decente para todos, las PYMES son un actor fundamental para cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, siendo también clave garantizar su inclusión financiera y acceso al crédito.
El nuevo paradigma tecno-económico de la transformación digital, con ciclos de vida de productos y servicios cada vez más cortos y nuevos modelos de negocio, abre nuevas oportunidades para las pymes que corran la carrera de la innovación.
Iberoamérica presenta diferentes brechas de productividad marcadas por su heterogeneidad y baja intensidad tecnológica.
¿Cómo podemos acompañar a nuestras pymes en el acceso a cadenas globales de valor y a plataformas digitales de comercialización?. ¿Seremos capaces de aumentar el comercio intrarregional entre nuestros países?. ¿Podremos canalizar el talento emprendedor y posicionar al espacio iberoamericano como un nodo de conocimiento productivo?
¿Cómo participar? Puedes compartir tus aportes tanto en el Foro que se incluye en esta sección como en nuestras redes sociales. Cuéntanos qué medidas propondrías, cuáles crees que son los grandes problemas que enfrenta hoy la región .
El debate sigue también con las tribunas de Juan Manuel Barrero, Marcos González.
Voces
Iberoamérica cuenta con un talento empresarial extraordinario
Es indispensable que continúe la colaboración articulada de todos los actores del ecosistema emprendedor
La transformación digital debe permitir el acceso a hardware y software de calidad a precios accesibles
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Opina Ileana Rogel, Presidenta de CONAMYPE, El Salvador
Cada día los gobiernos del mundo reconocemos la importancia estratégica que juegan las micro, pequeñas y medianas empresas para generar ingresos y empleos.
De ahí la importancia de diseñar políticas públicas y estrategias que permitan dotarlas de mejores capacidades empresariales y motivarlas para que incorporen en sus procesos el uso de las tecnologías tanto en la producción, como en la comercialización de los bienes y servicios que ellas producen.
De igual modo, es preciso estimular la asociatividad como una forma de insertarse en cadenas de valor a nivel global y posicionarse en nuevos mercados, lo que implica ir generando una nueva cultura en el empresariado para que privilegien sumar esfuerzos colectivamente para integrarse en mercados más exigentes.
Es urgente, hacer esfuerzos importantes por eliminar el analfabetismo digital presente en muchas empresas micro y pequeñas, quienes por ahora están al margen de todas las ventajas que presenta el uso de procesos y de plataformas digitales que les permitiría ser más productivas y lograr con mayor efectividad la comercialización de sus productos o servicios.
Los países de Iberoamérica debemos de poner en marcha una estrategia de inclusión digital al unísono para lograr un mejor impacto económico en los años venideros.
Sin duda podemos decir que Iberoamérica cuenta con un talento empresarial extraordinario, el reto que se nos presenta es el de hacerlo visible y fundamentalmente apoyarlo y acompañarlo para que sea más competitivo e innovador.
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OPINA: Susana Duque Roquero, Directora General de Programas de Desarrollo Empresarial de INADEM
En México, las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) representan el 99.8% del total de las unidades económicas y generan 7 de cada 10 empleos, esto nos da un parámetro sobre la importancia de diseñar políticas públicas y programas que permitan impulsar su competitividad.
Al igual que en el resto de América Latina, el impulso a las MiPyMEs y emprendedores en México se aceleró en la última década. Sin embargo, uno de los principales retos que tenemos es el de “disminuir la brecha de productividad” para las MiPyMEs, ya que, en comparación con Estados Unidos, España, Turquía o algunos países miembros de la OCDE, su contribución al valor agregado es del 60% en promedio, casi el doble que, en México, donde apenas superamos el 30%.
Por lo anterior y tomando en cuenta la importancia de este sector, el gobierno de la república creó el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) en el año 2013, organismo que acompaña a los emprendedores y las MiPyMEs mexicanas en el desarrollo o crecimiento de su negocio, a través de cuatro líneas estratégicas: fortalecimiento de habilidades y capacidades; acceso a financiamiento y capital; incorporación y adopción de tecnología para la innovación, así como la articulación de cadenas de valor.
Estas acciones buscan que las empresas sean más competitivas y productivas, lo que a su vez ha contribuido a la reducción de la tasa de mortalidad de sus negocios, que, en nuestro país, actualmente, ronda en los ocho años.
Además, como una estrategia única de vinculación, el INADEM creó la Red de Apoyo al Emprendedor, a través de la cual organizaciones públicas y privadas ofrecen sus programas, productos, servicios y soluciones a todas aquellas personas que desean iniciar un negocio o quieren hacer crecer el que ya tienen.
Actualmente, esta red cuenta con 596 puntos en todo el país, ofrece 163 programas con los cuales se han atendido, en cinco años, a 1.6 millones de emprendedores y más de 630 mil MiPyMEs mexicanas.
Desde su creación, el INADEM ha trabajado para ampliar las oportunidades de acceso al financiamiento. A través del Sistema Nacional de Garantías ha beneficiado a más de 509,254 empresas logrando inducir crédito bancario a las MiPyMES y emprendedores por más de 609,564 mdp.
Ha impulsado el desarrollo de nuevos esquemas de financiamiento, como los ángeles inversionistas y los fondos de capital emprendedor, que representan una fuente de “dinero inteligente” para los emprendedores en etapas tempranas, ya que además de recursos, estos fondos brindan acompañamiento, se involucran en la toma de decisiones e impulsan a los emprendedores a implementar prácticas de gobierno corporativo, con lo que se logra un crecimiento más orgánico e impacta directamente en su competitividad y productividad.
Aunado a otros importantes esfuerzos de las políticas públicas de apoyo a las emprendedores y MiPyMES, estas medidas han contribuido a que actualmente México sea uno de los diez países más atractivos para invertir, según la UNCTAD (United Nations Conference on Trade and Development), así como el tercer país líder en innovación en América Latina, detrás de Chile y Costa Rica.
Sin embargo, aún hay un extenso camino por recorrer si lo que buscamos es reducir la brecha de productividad en la MIPYMES, que son la columna vertebral de la actividad económica e impulsores del desarrollo económico de México.
Para ello, es indispensable que continúe la colaboración articulada de todos los actores del ecosistema emprendedor para que, de manera conjunta, logremos seguir construyendo historias de éxito.
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Opinión de Patricio Gigli, Director Nacional de Asistencia a Emprendedores y Pymes.
Ministerio de Producción de la Nación.
Sin lugar a dudas las pymes son protagonistas de la generación de empleo y la transformación productiva de Argentina.
En total, estamos hablando de 850.000 pymes que representan el 99,7% del total de empresas, el 70,4% del empleo privado registrado pero sólo el 47,5% de las ventas. Números similares a los del resto de Iberoamérica.
Posicionándonos como un país abierto al mundo en un entorno profundamente globalizado, Argentina está comprometida con aumentar la competitividad de sus Pymes y en torno a eso hemos definido un camino compuesto por los siguientes puntos:
1) Marco regulatorio: La Ley Pyme reduce la presión tributaria, fomenta las inversiones, simplifica trámites reduciendo considerablemente la burocracia y da más oportunidades de acceso al crédito.
2) Financiamiento: El Ministerio de Producción de la Nación, a través del Banco de Inversiones y Comercio Exterior y el Banco de la Nación Argentina tienen en marcha un paquete de medidas que promueven el capital del trabajo, la inversión productiva con especial foco en la eficiencia energética, economías regionales, parques industriales y maquinaria agrícola.
3) Promoción de la asociatividad: A través de financiamiento y asistencia técnica se promueven la adopción de estrategias colectivas de cooperación y asociación que permiten enfrentar la competencia internacional.
Las empresas asociadas entre sí generan economías de escala que impactan directamente sobre el aumento de la productividad y en la apertura de nuevos mercados.
Este esquema tiene el especial foco sobre la economía de los Servicios Basados en el Conocimiento como sector estratégico y como herramienta transversal para el crecimiento de otras industrias y la participación en cadenas globales de valor.
4) Transformación digital PYME: Por un lado, enfatizando en la necesidad de difundir prácticas de comercio electrónico y otras plataformas digitales de comercialización, y por otro facilitando el acceso a hardware y software de calidad a precios accesibles para aumentar la cantidad de pymes digitalizadas.
5) Conexión con otros mercados: Una vez más reduciendo la burocracia y bajando las barreras de uso, la principal herramienta de comercialización es Exporta Simple, una plataforma que permite exportar mercaderías por hasta 15 mil dólares y 300 kgs a cualquier parte del mundo a través de Prestadores de Servicio Postal de manera simple, rápida y online (con un tope de 600 mil dólares por año).
6) Desarrollo emprendedor: Teniendo en cuenta que Argentina necesita aumentar la tasa de creación de nuevas empresas y de reducir la mortalidad de empresas jóvenes, se ha diseñado un gran paquete de apoyo a emprendedores que en pocas palabras consiste en:
a) facilitar la formalización de las nuevas empresas: a través de la Ley de Emprendedores y la creación de un nuevo tipo societario la Sociedad por Acciones Simplificada;
b) disponibilizar la asistencia técnica de calidad en todo el país a través de la Red Nacional de Incubadoras, Clubes de Emprendedores y Mentores;
c) generar capital humano emprendedor mediante capacitaciones y talleres virtuales y presenciales; y la promoción del capital de riesgo para emprendedores a través de financiamiento semilla y de vehículos para la co-inversión público privada destinada a proyectos tecnológicos y científicos.
Es nuestra ambición contribuir a que la empresarialidad argentina continúe siendo sinónimo de innovación y de crecimiento, y que esto, de la mano de todos los esfuerzos del resto de los países, posicione a iberoamérica ante el mundo por la calidad de sus emprendedores y la potencia de sus pequeñas y medianas empresas.